La galaxia NGC 685, un vibrante vivero de estrellas jóvenes, deslumbra en una nueva imagen del Hubble

El Telescopio Espacial Hubble, fruto de la colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), ha captado recientemente una imagen fascinante de la galaxia NGC 685, situada a unos 64 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Eridanus, también conocida como el Río. Esta galaxia, de tipo espiral barrada, destaca por su intensa actividad estelar y su particular estructura, que la convierte en un auténtico laboratorio cósmico para el estudio de la formación estelar y la evolución galáctica.
NGC 685: una espiral barrada en plena efervescencia estelar
Las galaxias espirales barradas, como NGC 685, presentan una barra central de estrellas desde la que surgen sus característicos brazos espirales, cargados de polvo, gas y cúmulos estelares. Esta barra no solo es una formación visualmente llamativa, sino que cumple un papel fundamental en la dinámica interna de la galaxia, canalizando gas hacia el núcleo y facilitando la formación de nuevas estrellas.
La imagen obtenida por el Hubble revela con gran detalle los brazos de NGC 685, que parecen brotar suavemente de los extremos de su barra central. Estas regiones, de aspecto plumoso, están repletas de jóvenes estrellas azules, formadas a partir de densas nubes interestelares que han colapsado bajo su propia gravedad. Este fenómeno convierte a NGC 685 en una galaxia activa, donde los procesos de nacimiento estelar se producen a un ritmo acelerado en comparación con galaxias más envejecidas o pasivas.
El legado del Hubble en la exploración galáctica
El Telescopio Espacial Hubble lleva más de tres décadas revolucionando nuestro conocimiento del universo. Desde su lanzamiento en 1990, este observatorio orbital ha proporcionado imágenes detalladas de miles de galaxias, nebulosas y cúmulos estelares, permitiendo a los astrónomos analizar la morfología, composición y dinámica de estos objetos celestes con un nivel de precisión sin precedentes.
En el caso de NGC 685, el Hubble ha permitido identificar no solo la existencia de la barra central, sino también las regiones de formación estelar y la distribución de polvo interestelar, elementos clave para comprender la evolución de esta galaxia. Además, la observación de galaxias como NGC 685 ofrece pistas sobre el pasado de nuestra propia Vía Láctea, que también es una galaxia espiral barrada.
Avances recientes y el auge de la astronomía espacial
Mientras el Hubble continúa ofreciendo datos valiosos, la astronomía espacial vive hoy un momento excepcional gracias a la actividad de diversas agencias y empresas. La NASA sigue liderando misiones emblemáticas, como el recientemente desplegado telescopio James Webb, que ya ha comenzado a desvelar detalles sin precedentes sobre exoplanetas y las galaxias más primitivas del universo.
En el ámbito privado, SpaceX ha consolidado su papel en la exploración espacial, no solo con lanzamientos de satélites y misiones tripuladas a la Estación Espacial Internacional, sino también con el desarrollo del potente cohete Starship, llamado a revolucionar los viajes interplanetarios. Blue Origin, la empresa fundada por Jeff Bezos, avanza en sus pruebas de vuelos suborbitales y trabaja en tecnologías que podrían facilitar la colonización lunar y la explotación de recursos espaciales.
En España, la compañía PLD Space se ha posicionado como un actor relevante en el sector de los lanzadores ligeros, con el reciente éxito del lanzamiento de su cohete Miura 1 desde Huelva, marcando un hito para la industria aeroespacial nacional y europea. Por su parte, Virgin Galactic sigue apostando por el turismo espacial, con vuelos suborbitales que permiten a civiles experimentar la ingravidez y contemplar la curvatura terrestre desde el espacio.
El estudio de las galaxias y exoplanetas, clave para el futuro
La observación de galaxias como NGC 685 no solo enriquece nuestro conocimiento del cosmos, sino que también ayuda a contextualizar el lugar que ocupa la humanidad en el universo. Comprender cómo se forman y evolucionan las galaxias, así como identificar planetas potencialmente habitables en sistemas estelares lejanos, son dos de los grandes retos de la astrofísica actual.
En este sentido, el trabajo conjunto de telescopios espaciales, misiones científicas y la apuesta por la innovación tecnológica, tanto pública como privada, promete abrir nuevas ventanas al cosmos en las próximas décadas. La imagen de NGC 685 captada por el Hubble es un recordatorio de la belleza y complejidad del universo, así como del papel esencial que desempeñan la observación y la exploración espacial en la búsqueda de respuestas a las grandes preguntas de la humanidad.
(Fuente: NASA)

 
							 
							