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El satélite Landsat 9 revela la riqueza oculta del Cerrado brasileño desde el espacio

El satélite Landsat 9 revela la riqueza oculta del Cerrado brasileño desde el espacio

El 19 de mayo de 2025, el satélite Landsat 9, fruto de la colaboración entre la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), captó una imagen de gran precisión de la Serra de Caldas, situada en el estado de Goiás, en pleno corazón de Brasil. Esta meseta ovalada destaca por estar recubierta por uno de los ecosistemas más ricos y singulares del planeta: el Cerrado, una vasta extensión de sabana y pastizales que, a pesar de no gozar de la fama internacional de la Amazonia, constituye el segundo mayor bioma de Sudamérica.

El Cerrado ocupa aproximadamente una quinta parte de la superficie brasileña, abarcando unos dos millones de kilómetros cuadrados. Su importancia ecológica es mayúscula, ya que actúa como un reservorio de biodiversidad, alberga miles de especies endémicas y desempeña un papel fundamental en la regulación de los ciclos hidrológicos del continente sudamericano. No obstante, gran parte de su superficie se encuentra bajo amenaza debido a la expansión agrícola y la deforestación, factores que han situado al Cerrado en el punto de mira de organizaciones conservacionistas internacionales.

La imagen capturada por Landsat 9, con resolución multiespectral de alta calidad, permite apreciar las características geológicas y biológicas de la Serra de Caldas. Este tipo de observaciones son cruciales para los científicos, ya que facilitan el monitoreo de los cambios en el uso de la tierra, la salud de la vegetación y la detección temprana de procesos como la desertificación o la degradación del suelo.

El programa Landsat, activo desde 1972, es pionero en la observación de la Tierra mediante satélites. A lo largo de más de cinco décadas, ha proporcionado un archivo inigualable de datos sobre la superficie terrestre, permitiendo analizar tendencias a largo plazo en la deforestación, el cambio climático y la urbanización a escala global. Landsat 9, lanzado en septiembre de 2021, ha continuado esta labor con instrumentos mejorados, como el Operational Land Imager 2 (OLI-2) y el Thermal Infrared Sensor 2 (TIRS-2), que ofrecen imágenes más precisas y detalladas que nunca.

Esta misión se enmarca en el contexto de una nueva era de exploración y observación espacial, en la que tanto organismos públicos como empresas privadas desempeñan un papel cada vez más relevante. Por ejemplo, SpaceX y Blue Origin han revolucionado el acceso al espacio con sus lanzadores reutilizables, abaratando costes y multiplicando la frecuencia de lanzamientos. La NASA sigue expandiendo sus capacidades de observación de la Tierra con misiones como Landsat y el futuro Earth System Observatory, que pretende ofrecer una visión integral y multidisciplinar del planeta.

En el ámbito europeo, la Agencia Espacial Europea (ESA) continúa desarrollando la constelación de satélites Copernicus, mientras que compañías emergentes como la española PLD Space están posicionándose como referentes en la industria aeroespacial, con avances significativos en cohetes pequeños y lanzadores dedicados a cargas útiles específicas.

La exploración y el monitoreo de planetas más allá de nuestro sistema solar —los denominados exoplanetas— también están viviendo un auge sin precedentes gracias a telescopios espaciales como el James Webb, que ha comenzado a detectar atmósferas y posibles signos de habitabilidad en mundos distantes. Sin embargo, el conocimiento profundo de nuestro propio planeta sigue siendo una prioridad indiscutible, especialmente en lo referente a los ecosistemas amenazados, como el Cerrado brasileño.

La colaboración entre agencias internacionales, la innovación tecnológica y el compromiso con el medio ambiente son pilares fundamentales para garantizar la conservación de tesoros naturales como el Cerrado. La imagen de la Serra de Caldas obtenida por Landsat 9 no solo es un testimonio visual de la belleza de la Tierra, sino también un recordatorio de la responsabilidad compartida de protegerla.

El avance de la teledetección y la observación terrestre desde el espacio promete mejorar la gestión sostenible de los recursos naturales, fortalecer la lucha contra el cambio climático y proporcionar datos esenciales para la toma de decisiones a nivel global. Sin duda, el futuro de la exploración espacial y la protección del planeta están más conectados que nunca.

(Fuente: NASA)