Sabores de Bélgica en órbita: el astronauta Raphaël Liégeois llevará la gastronomía de su país a la ISS

La exploración espacial siempre ha sido una aventura marcada tanto por la innovación tecnológica como por el espíritu humano. En esta línea, la próxima misión a la Estación Espacial Internacional (ISS) capitaneada por el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), Raphaël Liégeois, destacará no solo por sus experimentos científicos y sus objetivos de investigación, sino también por un detalle singular: la presencia de dos platos icónicos de la gastronomía belga a bordo de la estación. Este gesto, lejos de ser anecdótico, refleja la importancia del bienestar psicológico de los tripulantes y el valor de las raíces culturales incluso a cientos de kilómetros de la superficie terrestre.
Tecnología y emociones en el espacio
Desde los primeros vuelos tripulados, la alimentación en el espacio ha sido un desafío logístico y científico. Los menús han evolucionado desde tubos de pasta insípida y alimentos liofilizados en los años 60, hasta una oferta más variada y adaptada a las preferencias de los astronautas. Actualmente, las agencias espaciales como la NASA, la ESA y Roscosmos consideran la comida no solo como sustento, sino también como un elemento clave para mantener la moral y el bienestar psicológico durante las largas misiones.
En este contexto, Raphaël Liégeois, ingeniero y neurocientífico de nacionalidad belga, ha decidido llevar consigo dos platos emblemáticos de su tierra natal: el *stoofvlees* (un estofado de ternera cocinado a fuego lento con cerveza belga) y los *speculoos* (galletas especiadas tradicionales). Ambos han sido especialmente adaptados a las condiciones de microgravedad y a los requisitos de conservación y seguridad alimentaria en la ISS. El proceso de adaptación ha requerido la colaboración entre chefs, tecnólogos alimentarios y expertos en nutrición espacial, asegurando que los sabores y texturas se conserven al máximo, a pesar de las limitaciones del entorno orbital.
De la Tierra al espacio: adaptación de la cocina tradicional
El *stoofvlees*, conocido por su sabor intenso y su textura melosa, supone un reto importante en la cocina espacial. Su preparación convencional implica largas horas de cocción y una cuidadosa reducción de la salsa, elementos difíciles de reproducir en la ISS. Por ello, los ingenieros alimentarios han desarrollado una versión liofilizada que mantiene los matices originales del plato y que puede rehidratarse fácilmente a bordo. Por su parte, los *speculoos*, gracias a su formato seco, han requerido menos modificaciones, aunque han debido superar estrictos controles de seguridad para evitar la generación de migas, que podrían dañar los sistemas electrónicos de la estación.
El precedente histórico de la “comida de la patria”
No es la primera vez que astronautas llevan consigo productos típicos de sus países. Ya en la década de los 70, los cosmonautas soviéticos incluían borsch y té en sus menús espaciales, mientras que los estadounidenses optaban por pavo en conserva durante las fechas navideñas. Más recientemente, la NASA ha permitido a sus tripulantes llevar pequeñas cantidades de alimentos “confort” como parte de su equipaje personal, siempre que cumplan los requisitos de seguridad y conservación.
En el caso de la ESA, esta tradición se ha convertido en una forma de celebrar la diversidad europea, permitiendo que cada astronauta aporte un trozo de su cultura al entorno multicultural de la ISS. Para Raphaël Liégeois, compartir el *stoofvlees* y los *speculoos* con sus compañeros rusos, estadounidenses, japoneses y europeos supondrá un momento de conexión y camaradería, rompiendo la rutina y acercando la Tierra a la vida cotidiana en el espacio.
La importancia de la salud mental en misiones prolongadas
Expertos de la NASA y la ESA coinciden en que el bienestar emocional es fundamental para el éxito de las misiones de larga duración. La monotonía, la falta de privacidad y el aislamiento pueden afectar al rendimiento y la moral de los astronautas. Por ello, detalles como poder disfrutar de un plato familiar o celebrar rituales gastronómicos se consideran herramientas valiosas para combatir el estrés y reforzar la cohesión del grupo.
Mientras que empresas privadas como SpaceX y Blue Origin centran sus esfuerzos en la reutilización de cohetes y la reducción de costes en lanzamientos orbitales, la dimensión humana de la exploración espacial se mantiene como uno de los pilares fundamentales de los programas tripulados, tanto públicos como privados. Incluso iniciativas recientes, como los vuelos suborbitales de Virgin Galactic, han empezado a incorporar elementos de confort a bordo para mejorar la experiencia de sus pasajeros.
Un futuro de sabores y culturas en el espacio
El gesto de Raphaël Liégeois representa el avance de la exploración espacial hacia una visión más integradora y humana. A medida que las misiones a la Luna, Marte y más allá se conviertan en realidad, la capacidad de llevar consigo parte de la cultura y los sabores del planeta natal será clave para el bienestar de los pioneros del espacio.
Así, la próxima vez que miremos al cielo y pensemos en los retos técnicos de la conquista espacial, no olvidemos que, junto a experimentos sofisticados y tecnología punta, también viajan la nostalgia, el sabor y la memoria de la Tierra.
(Fuente: ESA)

 
							 
							