La NASA se prepara para la intensa luz y oscuridad que afrontarán los astronautas de Artemis III en el Polo Sur Lunar

La exploración del Polo Sur de la Luna está cada vez más cerca de convertirse en realidad gracias a los avances del programa Artemis de la NASA. En el marco de la misión Artemis III, prevista para los próximos años, la agencia espacial estadounidense planea enviar a los primeros astronautas que caminarán por la región más meridional de la superficie lunar. Para ello, los equipos científicos y de ingeniería están analizando en profundidad el entorno lumínico extremo al que se enfrentarán los futuros exploradores, con el objetivo de diseñar trajes espaciales, sistemas de aterrizaje y procedimientos operativos que garanticen la seguridad y el éxito de la misión.
El Polo Sur lunar: un entorno de contrastes extremos
El Polo Sur de la Luna se caracteriza por diferencias lumínicas extremas que suponen un desafío sin precedentes para la exploración humana. A diferencia de las misiones Apolo, que se desarrollaron en latitudes ecuatoriales con condiciones de luz más estables, Artemis III llevará a los astronautas a una zona donde el Sol apenas se eleva sobre el horizonte y la superficie presenta zonas en sombra permanente junto a áreas que pueden recibir luz solar continua durante semanas. Esta peculiar iluminación se debe a la escasa inclinación del eje lunar, que provoca que los bordes de los cráteres elevados queden expuestos al Sol durante largos periodos, mientras que los fondos de los cráteres permanecen en una oscuridad perpetua.
Esta combinación de penumbra y luz intensa implica riesgos y oportunidades. Por un lado, las zonas en sombra permanente podrían albergar reservas de agua helada, un recurso estratégico para el futuro establecimiento de bases lunares. Por otro, la baja altura solar limita la visibilidad y genera temperaturas extremas, lo que complica tanto las operaciones como la supervivencia de los equipos y astronautas. Por ello, la NASA está invirtiendo en simulaciones avanzadas y estudios topográficos para cartografiar con precisión el entorno lumínico y térmico del Polo Sur lunar.
Nuevos trajes espaciales y sistemas de aterrizaje para Artemis III
Uno de los principales desafíos técnicos de Artemis III es la adaptación de los sistemas de soporte vital y protección personal a las condiciones extremas del Polo Sur lunar. Para ello, la NASA ha desarrollado en colaboración con empresas privadas, como Axiom Space, un nuevo modelo de traje espacial que incorpora mejoras significativas respecto a los utilizados en los programas Apolo y las misiones de la Estación Espacial Internacional. Estos trajes, denominados xEMU (Exploration Extravehicular Mobility Unit), ofrecen mayor movilidad, resistencia térmica y protección contra la radiación y el polvo lunar, además de sistemas de iluminación integrados para mejorar la visibilidad en zonas de penumbra.
El sistema de aterrizaje humano (HLS), adjudicado a SpaceX en su versión inicial y que utilizará una versión modificada del Starship, también ha sido diseñado teniendo en cuenta los retos del entorno polar. El Starship HLS estará equipado con rampas, ascensores y sistemas de navegación autónoma capaces de operar en condiciones de baja visibilidad, garantizando un descenso seguro y la movilidad de los astronautas en la superficie. SpaceX, que ya ha demostrado su capacidad para desarrollar cohetes reutilizables y realizar vuelos orbitales, afronta el reto de adaptar su nave insignia a las exigencias de la exploración lunar tripulada.
Artemis III: el siguiente paso tras el éxito de Artemis I y II
Artemis III representa la culminación de una serie de misiones de prueba y desarrollo iniciadas con Artemis I, que en noviembre de 2022 permitió testear el sistema de lanzamiento SLS y la nave Orión en un vuelo no tripulado alrededor de la Luna. Artemis II, programada para 2025, llevará a la primera tripulación en un vuelo de circunvalación lunar, sentando las bases para la posterior llegada al Polo Sur. La tercera misión, prevista para 2026 o 2027, será la primera en más de 50 años que depositará a astronautas sobre la superficie lunar, incluyendo la primera mujer y la primera persona de color en pisar nuestro satélite.
La colaboración internacional y la participación de empresas privadas como SpaceX, Blue Origin o Lockheed Martin, así como la activa implicación de agencias europeas (ESA), japonesas (JAXA) y canadienses (CSA), están haciendo posible el desarrollo de tecnologías de vanguardia y la planificación de misiones cada vez más ambiciosas.
Un futuro de exploración más allá de la Luna
El éxito de Artemis III no solo marcará un hito en la historia de la exploración lunar, sino que sentará las bases para misiones sostenidas en el entorno lunar y, a largo plazo, la exploración tripulada de Marte. El estudio detallado del entorno lumínico, térmico y geológico del Polo Sur lunar es esencial para preparar a las futuras generaciones de astronautas y avanzar en el conocimiento de los recursos disponibles en nuestro satélite.
El regreso de la humanidad a la Luna es una empresa colectiva que une a agencias públicas y empresas privadas, y cuyo impacto se extenderá a la ciencia, la tecnología y la inspiración de nuevas generaciones. La cuenta atrás para Artemis III ya ha comenzado y el Polo Sur lunar se perfila como el nuevo horizonte de la exploración espacial.
(Fuente: NASA)

 
							 
							