Arsia Mons emerge entre nubes de hielo en una nueva imagen de la NASA

El volcán Arsia Mons, uno de los gigantes más imponentes de la superficie marciana, ha protagonizado una de las imágenes más evocadoras obtenidas hasta la fecha del planeta rojo. El orbitador Mars Odyssey de la NASA, en operación desde 2001, capturó el pasado 2 de mayo de 2025 una escena singular: la cima de este coloso volcánico asomando entre un mar de nubes de hielo de agua, gracias a su sofisticado sistema de imagen térmica THEMIS (Thermal Emission Imaging System).
Arsia Mons se encuentra en la región de Tharsis, una vasta meseta que alberga los mayores volcanes del Sistema Solar. Con una altura de unos 20 kilómetros y un diámetro de aproximadamente 435 kilómetros, Arsia Mons se identifica fácilmente en las imágenes orbitales por su silueta monumental y su caldera volcánica de más de 100 kilómetros de ancho. Aunque lleva millones de años inactivo, sigue despertando el interés de la comunidad científica por su potencial para revelar detalles sobre la historia geológica y climática de Marte.
La imagen obtenida por Odyssey no solo muestra la cima del volcán, sino que también revela la extensa capa de nubes de hielo de agua que envuelve la región en esta época del año marciano. Este fenómeno es especialmente interesante, ya que las nubes de agua helada en Marte tienen un papel clave en la dinámica atmosférica y en el ciclo hidrológico del planeta, aunque este sea mucho más tenue que el terrestre. THEMIS, el instrumento responsable de la fotografía, no solo capta imágenes en el espectro visible, sino que también estudia la radiación infrarroja, permitiendo analizar la temperatura de la superficie y la distribución de los materiales.
La presencia de nubes de hielo en torno a Arsia Mons se asocia a los efectos orográficos: la elevación masiva del volcán obliga al aire marciano a ascender, enfriarse y condensar el vapor de agua, formando espectaculares bancos nubosos. Este tipo de formaciones se observa con frecuencia durante la primavera y el verano marcianos, y el seguimiento de estos fenómenos ayuda a los científicos a comprender mejor la circulación atmosférica y las variaciones estacionales en Marte.
Desde su llegada al planeta rojo en 2001, la sonda Mars Odyssey ha desempeñado un papel crucial en la exploración marciana, superando ya los 23 años de operaciones ininterrumpidas. Además de cartografiar la superficie y buscar indicios de hielo subterráneo, Odyssey ha servido como enlace de comunicaciones para otras misiones, como los rovers Spirit, Opportunity, Curiosity y Perseverance. Su longevidad y fiabilidad han permitido acumular una base de datos sin precedentes sobre la geología y el clima de Marte.
El avance tecnológico de instrumentos como THEMIS ha sido fundamental para el progreso de la exploración planetaria. En comparación con las cámaras de las primeras sondas, los sistemas actuales son capaces de distinguir detalles térmicos y composicionales a escalas de decenas de metros, lo que facilita la interpretación de procesos activos y pasados en la superficie marciana. Por ejemplo, THEMIS ha permitido identificar depósitos de minerales hidratados, canales de lava solidificada y zonas con potencial para albergar hielo de agua, todos ellos objetivos prioritarios para futuras misiones.
La imagen de Arsia Mons envuelta en nubes de hielo llega en un momento de especial actividad para la exploración planetaria. Empresas privadas como SpaceX y Blue Origin están acelerando el desarrollo de vehículos para el transporte humano y de carga hacia Marte y otras localizaciones del sistema solar. Mientras tanto, la ESA y la NASA continúan planificando misiones conjuntas para traer muestras del suelo marciano a la Tierra, un hito que podría producirse en la próxima década.
Por su parte, compañías como PLD Space, desde España, avanzan en el sector de los lanzadores reutilizables, lo que podría facilitar el acceso regular a la órbita baja terrestre y, en el futuro, a destinos más lejanos. La tecnología desarrollada por estas empresas privadas y agencias públicas está sentando las bases para una nueva era de exploración y descubrimientos científicos.
En paralelo, el interés por los exoplanetas y la búsqueda de condiciones habitables en otros mundos ha experimentado un auge sin precedentes. El estudio de la atmósfera y la geología de Marte, especialmente de regiones como Arsia Mons, resulta esencial para comparar los procesos planetarios en la Tierra y otros planetas, así como para evaluar la posibilidad de vida fuera de nuestro planeta.
La imagen de Arsia Mons capturada por Mars Odyssey no solo constituye un testimonio visual de la belleza y complejidad del planeta rojo, sino que también simboliza el esfuerzo continuado de la exploración espacial por descubrir los secretos de nuestro vecino planetario. Con cada nueva observación, Marte revela un poco más de su historia y potencial, manteniendo viva la fascinación que ejerce sobre científicos y público en general.
(Fuente: NASA)

 
							 
							