Nuevo exoplaneta gigante desafía los límites: HIP 67522 b soporta intensas tormentas estelares

La reciente identificación de HIP 67522 b, un planeta gigante situado a unos 400 años luz de la Tierra, está desafiando nuestra comprensión sobre la formación y evolución de los exoplanetas, especialmente aquellos que orbitan extremadamente cerca de sus estrellas. Este planeta, que ha captado la atención de la comunidad científica internacional, se encuentra tan próximo a su estrella madre que experimenta condiciones extremadamente hostiles, recibiendo continuas tormentas de radiación y calor.
HIP 67522 b fue detectado gracias a la combinación de datos del telescopio espacial TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA y observaciones de seguimiento con instrumentos terrestres y espaciales. Lo que distingue a este exoplaneta no es solo su tamaño—es un gigante gaseoso similar a Júpiter—, sino su órbita inusualmente cercana a su estrella. Mientras que Júpiter tarda casi 12 años terrestres en completar una vuelta alrededor del Sol, HIP 67522 b realiza su órbita en apenas unos días, situándose tan cerca de su astro que la distancia es solo una fracción de la que separa Mercurio del Sol.
Esta proximidad tiene consecuencias dramáticas. Los astrónomos han observado que la estrella HIP 67522 muestra frecuentes llamaradas o “flares” en su superficie, similares a las tormentas solares que experimentamos en nuestro propio sistema. Sin embargo, en este caso, la actividad estelar es aún más intensa y tiene efectos directos sobre el planeta: la radiación y el calor extremos provocan que la atmósfera del exoplaneta se hinche, expandiéndose mucho más allá de lo habitual. Este fenómeno, conocido como “inflado atmosférico”, se traduce en que el planeta parece ser incluso más grande de lo que realmente es, dado que su envoltura gaseosa se extiende debido al calor.
En la Tierra, el “clima espacial” causado por las erupciones solares puede afectar las comunicaciones por radio, dañar satélites y, en casos extremos, perturbar las redes eléctricas. Sin embargo, para un planeta como HIP 67522 b, la exposición constante a tales eventos supone un reto existencial. Los científicos creen que la atmósfera de este exoplaneta podría estar perdiéndose progresivamente, arrastrada por el viento estelar y la radiación, lo que plantea preguntas fascinantes sobre su esperanza de vida y sobre cómo estos planetas pueden formarse y sobrevivir en entornos tan extremos.
El descubrimiento de HIP 67522 b se inserta en un contexto de exploración exoplanetaria cada vez más sofisticada. Desde el hallazgo de 51 Pegasi b en 1995, el primer exoplaneta detectado orbitando una estrella similar al Sol, la tecnología y los métodos de observación han avanzado de forma exponencial. TESS, heredero del exitoso telescopio Kepler, está permitiendo identificar miles de nuevos mundos, muchos de ellos con características sorprendentes.
El estudio de exoplanetas “calientes” como HIP 67522 b proporciona información vital sobre la diversidad de los sistemas planetarios y sobre los límites de la formación planetaria. Estos cuerpos desafían los modelos tradicionales, que no preveían la existencia de gigantes gaseosos tan cerca de sus estrellas. Además, son laboratorios naturales para investigar cómo las atmósferas planetarias pueden evolucionar y, en última instancia, disiparse bajo condiciones de radiación extrema.
El análisis detallado de la interacción entre HIP 67522 b y su estrella también tiene aplicaciones prácticas. El estudio de la pérdida atmosférica y de la respuesta de los planetas a la actividad estelar ayuda a los científicos a comprender mejor el clima espacial y sus efectos, no solo en exoplanetas, sino también en la Tierra. La investigación en este campo es crucial para el desarrollo de futuras misiones tripuladas y para la protección de satélites y tecnologías espaciales.
La carrera por desentrañar los secretos del universo continúa a buen ritmo. Empresas privadas como SpaceX y Blue Origin avanzan en la construcción de cohetes reutilizables y en el desarrollo de tecnologías que podrían hacer posible la exploración directa de exoplanetas en el futuro. Mientras tanto, la NASA, junto a agencias europeas y proyectos españoles como PLD Space, sigue empujando los límites de la exploración científica, preparando el terreno para una nueva era de descubrimientos más allá de nuestro sistema solar.
El hallazgo de HIP 67522 b no solo revela la extraordinaria variedad de mundos que existen en nuestra galaxia, sino que también nos recuerda lo mucho que aún queda por descubrir sobre la interacción entre planetas y estrellas. En la búsqueda de vida y de nuevas fronteras, cada exoplaneta descubierto es una pieza más en el complejo puzle del cosmos.
(Fuente: NASA)

 
							 
							