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El Hubble inmortaliza a V 372 Orionis, una estrella variable en pleno corazón de Orión

El Hubble inmortaliza a V 372 Orionis, una estrella variable en pleno corazón de Orión

El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha vuelto a sorprender al mundo científico y a los entusiastas de la astronomía al capturar una imagen impresionante de V 372 Orionis, una estrella variable acompañada de su compañera estelar en la Nebulosa de Orión. Esta instantánea, publicada el 27 de enero de 2023, no solo es un deleite visual, sino que también revela detalles cruciales sobre la formación estelar y los procesos dinámicos que tienen lugar en una de las regiones más activas y estudiadas del espacio cercano.

V 372 Orionis: una variable entre nubes de gas y polvo

V 372 Orionis es una estrella variable, lo que significa que su brillo fluctúa de manera perceptible desde la perspectiva terrestre. Estas variaciones pueden deberse a múltiples causas, como pulsaciones internas, la interacción con otra estrella o la presencia de materia circundante que bloquea parte de la luz de la estrella en intervalos regulares. En el caso de V 372 Orionis, los astrónomos han podido observar cómo su luminosidad cambia, lo que ofrece pistas sobre su estructura interna y su entorno inmediato.

Ubicada a unos 1.450 años luz de la Tierra, V 372 Orionis se halla en el denso entorno de la Nebulosa de Orión, concretamente en la región conocida como Messier 42 (M42). Esta zona es uno de los viveros estelares más activos y mejor estudiados de la Vía Láctea. Allí, el gas y el polvo interestelar se condensan para dar vida a nuevas estrellas y sistemas planetarios, en un proceso que puede durar millones de años.

La importancia de la Nebulosa de Orión en la astrofísica

La Nebulosa de Orión es visible a simple vista desde la Tierra como una mancha difusa en la espada de la constelación de Orión. Sin embargo, los telescopios como el Hubble han permitido desvelar su estructura interna con una resolución sin precedentes. En su interior, se agrupan estrellas jóvenes, protoestrellas y discos protoplanetarios, elementos todos ellos esenciales para entender el nacimiento y la evolución de los sistemas solares como el nuestro.

Desde su lanzamiento en 1990, el Hubble ha dedicado múltiples campañas de observación a esta región, obteniendo imágenes en diferentes longitudes de onda y permitiendo a los astrónomos analizar las propiedades físicas y químicas de las estrellas y el material interestelar. En el caso de V 372 Orionis, las observaciones han permitido estudiar no solo la estrella principal, sino también a su acompañante, lo que ayuda a comprender cómo la interacción entre dos estrellas puede influir en su evolución y en la dinámica del entorno circundante.

El legado tecnológico del Hubble y la nueva era de la observación espacial

Aunque el Telescopio Espacial Hubble lleva más de tres décadas en funcionamiento, sigue siendo una herramienta insustituible para la astronomía moderna. Su capacidad para captar imágenes en alta resolución y en múltiples longitudes de onda, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo cercano, permite observar detalles que son imposibles de detectar desde la superficie terrestre, donde la atmósfera distorsiona y atenúa la luz proveniente del cosmos.

En la actualidad, el Hubble complementa su labor con nuevos observatorios, como el telescopio espacial James Webb, que se centra en el infrarrojo y promete revolucionar nuestro conocimiento sobre los orígenes del universo y la formación de exoplanetas. No obstante, las imágenes del Hubble, como la de V 372 Orionis, continúan proporcionando datos fundamentales y sirviendo de referente para futuras investigaciones.

Panorama internacional: el auge de la exploración espacial

El interés por el estudio de regiones como la Nebulosa de Orión no es exclusivo de la NASA. Otras agencias espaciales, tanto públicas como privadas, han intensificado sus esfuerzos para estudiar la formación estelar y la búsqueda de exoplanetas habitables. La Agencia Espacial Europea (ESA) colabora estrechamente en numerosas misiones, mientras que proyectos privados como los de SpaceX o Blue Origin se centran en el desarrollo de nuevas tecnologías para la observación y la exploración espacial.

En España, la empresa PLD Space avanza en el diseño de lanzadores reutilizables, mientras que Virgin Galactic impulsa el turismo espacial y la observación científica desde la estratosfera. Todas estas iniciativas, junto con los avances de la NASA y la continua operación de telescopios emblemáticos como el Hubble, abren una nueva era en la comprensión de nuestro universo.

Las observaciones de V 372 Orionis no solo enriquecen el conocimiento sobre las variables estelares, sino que también refuerzan la importancia de la colaboración internacional y la innovación tecnológica en el avance de la astronomía y la exploración del espacio profundo. Una vez más, el Hubble demuestra que, a pesar del paso de los años, sigue siendo un testigo privilegiado de los secretos más fascinantes del cosmos.

(Fuente: NASA)