El cohete Vulcan de ULA se prepara para su primer gran lanzamiento de seguridad nacional

La industria aeroespacial estadounidense vive un momento clave: United Launch Alliance (ULA) ha comenzado los preparativos para el lanzamiento USSF-106, el primero de una serie de misiones críticas de seguridad nacional que marcarán el debut operativo del cohete Vulcan Centaur en este exigente sector. Este hito no solo refuerza el papel de ULA en el ámbito de los lanzamientos gubernamentales, sino que también inicia una nueva etapa de competencia en el mercado, actualmente dominado en gran medida por SpaceX y sus Falcon 9 y Falcon Heavy.
**El Vulcan Centaur: un desarrollo largamente esperado**
El Vulcan Centaur es el resultado de años de trabajo y miles de millones de dólares invertidos por ULA, consorcio formado por Boeing y Lockheed Martin, para reemplazar progresivamente a los veteranos cohetes Atlas V y Delta IV. Estos lanzadores, pese a su fiabilidad, dependen de motores rusos RD-180 o presentan costes difíciles de sostener en la economía actual del sector espacial.
El primer vuelo del Vulcan tuvo lugar en enero de 2024, cuando lanzó con éxito el módulo lunar Peregrine de Astrobotic, aunque la misión de alunizaje no logró su objetivo final. Con ese vuelo de calificación, ULA demostró la funcionalidad básica del nuevo lanzador, pero aún quedaba pendiente su certificación para misiones de seguridad nacional, un requisito indispensable impuesto por la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF) y el Pentágono para cargas gubernamentales de alto valor.
**USSF-106: el gran salto hacia la operatividad**
El USSF-106 es una misión secreta, como suele ocurrir con los lanzamientos de defensa estadounidense, cuyo contenido exacto permanece clasificado. Sin embargo, se sabe que transportará cargas críticas para la seguridad nacional y la vigilancia espacial. La importancia del USSF-106 radica en que será la primera de varias misiones de seguridad nacional adjudicadas a ULA bajo el programa National Security Space Launch (NSSL) Fase 2, que busca diversificar y garantizar el acceso al espacio para satélites militares y de inteligencia.
Para lograr la certificación completa, Vulcan debe superar con éxito dos lanzamientos consecutivos. El USSF-106 será, por tanto, la piedra angular para consolidar al Vulcan como pilar de la infraestructura espacial estadounidense en la próxima década. Tras años de retrasos motivados por el desarrollo de su motor principal, el BE-4 de Blue Origin, y por imprevistos técnicos, ULA ha intensificado su calendario de lanzamientos. El objetivo es alcanzar una cadencia de vuelo comparable a la de SpaceX, que en 2023 superó los 90 lanzamientos anuales, consolidando así su supremacía en el sector.
**Competencia feroz y relevancia internacional**
La entrada en servicio del Vulcan Centaur llega en un momento de transformación en el sector. SpaceX, con su política de reutilización y reducción de costes, ha revolucionado el acceso al espacio, forzando a competidores tradicionales y emergentes a adaptarse. Blue Origin, por su parte, avanza con su New Glenn, aunque aún no ha realizado su vuelo inaugural. Virgin Galactic ha comenzado a ofrecer vuelos suborbitales turísticos, mientras que empresas europeas como la española PLD Space han dado pasos significativos con el Miura 1 y avanzan hacia el Miura 5, su lanzador orbital.
En el ámbito institucional, la NASA mantiene su apuesta por vehículos pesados como el SLS (Space Launch System), recientemente utilizado para la misión Artemis I hacia la Luna, mientras que la Agencia Espacial Europea (ESA) ultima el debut del Ariane 6, que sustituirá al Ariane 5 tras décadas de servicio.
**Retos técnicos y próximos pasos**
El Vulcan Centaur es un cohete de dos etapas, capaz de elevar más de 27 toneladas métricas a órbita baja terrestre. Su primera etapa emplea dos motores BE-4 de metano y oxígeno líquido, desarrollados por Blue Origin, que han sido motivo de algunos de los mayores retrasos del programa. La segunda etapa, Centaur V, es una evolución del histórico Centaur, y utiliza motores RL10, ya probados en múltiples misiones.
El calendario de lanzamientos de ULA prevé una aceleración progresiva, con la meta de alcanzar una cadencia de vuelo mensual en el corto plazo. Esta intensificación es fundamental para cumplir los contratos con el Departamento de Defensa y mantener su cuota en un mercado cada vez más disputado. Además, ULA busca afianzar su reputación de fiabilidad, clave para clientes institucionales y comerciales.
**Un futuro apasionante para el sector espacial**
La puesta en marcha de los lanzamientos operativos del Vulcan no solo es una buena noticia para ULA, sino que también supone una garantía para la seguridad nacional estadounidense y la independencia tecnológica frente a proveedores extranjeros. En este contexto, la competencia con SpaceX, Blue Origin y las nuevas empresas europeas y asiáticas promete impulsar la innovación y la reducción de costes en toda la industria.
Con el USSF-106, ULA inicia una nueva era en la que el acceso seguro y fiable al espacio será más estratégico que nunca, marcando el rumbo de la próxima década en la exploración y explotación del entorno orbital.
(Fuente: NASASpaceflight)

 
							 
							