La NASA ultima el lanzamiento de TRACERS, dos satélites gemelos que investigarán la frontera magnética de la Tierra

La NASA se prepara para un nuevo hito en la exploración espacial con el inminente lanzamiento de la misión TRACERS (Tandem Reconnection and Cusp Electrodynamics Reconnaissance Satellites), un par de satélites idénticos destinados a profundizar en el conocimiento del entorno magnético terrestre. La agencia espacial estadounidense ha anunciado que celebrará una teleconferencia informativa para medios el próximo jueves 17 de julio a las 17:00 horas (hora peninsular española), donde desvelará detalles sobre esta ambiciosa misión, cuyo lanzamiento está previsto, como pronto, para finales de julio.
El objetivo central de TRACERS es estudiar, con un nivel de detalle sin precedentes, los procesos físicos que ocurren en la cúspide polar terrestre, un área crítica donde el campo magnético de la Tierra interactúa con el viento solar procedente del Sol. Esta investigación promete arrojar luz sobre los mecanismos de reconexión magnética y las complejas corrientes eléctricas que influyen en la dinámica de la magnetosfera y, por extensión, en el clima espacial que afecta tanto a satélites como a sistemas tecnológicos en la superficie.
Una frontera magnética bajo la lupa
Los dos satélites TRACERS viajarán juntos en órbita polar, siguiendo trayectorias muy próximas, lo que permitirá realizar mediciones simultáneas en diferentes puntos de la cúspide. Esta región, situada cerca de los polos magnéticos, es el lugar donde las líneas del campo magnético terrestre se abren y permiten que partículas cargadas del viento solar penetren en la atmósfera superior. El fenómeno más relevante a estudiar es la reconexión magnética, un proceso por el cual los campos magnéticos opuestos se reorganizan y liberan grandes cantidades de energía, desencadenando auroras y tormentas geomagnéticas.
Comprender la reconexión magnética es fundamental no solo para la ciencia básica, sino también para la protección de infraestructuras tecnológicas. Las tormentas solares pueden inducir corrientes eléctricas en redes de energía, perturbar las comunicaciones por satélite y dañar los sistemas de navegación. Por ello, una de las metas de TRACERS es mejorar la capacidad de predicción del clima espacial, un campo de investigación que ha cobrado especial relevancia a medida que la humanidad depende cada vez más de la tecnología espacial.
Tecnología avanzada para una misión pionera
Ambos satélites están equipados con una sofisticada gama de instrumentos diseñados para medir campos eléctricos y magnéticos, así como el flujo de partículas energéticas en la cúspide. Entre los dispositivos más destacados figuran magnetómetros de alta resolución, analizadores de plasma y detectores de partículas energéticas. Estos instrumentos permitirán captar variaciones rápidas y sutiles en el entorno espacial, esenciales para desentrañar los mecanismos subyacentes a la reconexión magnética.
La misión TRACERS se enmarca dentro del programa de misiones de clase mediana de la NASA, lo que implica un presupuesto optimizado, una vida útil planificada de al menos un año y un enfoque en la obtención de datos de alto impacto científico. El desarrollo de los satélites ha contado con la colaboración de la Universidad de Iowa, responsable principal de la misión, así como con la participación de otras instituciones y centros de investigación estadounidenses.
Un lanzamiento clave en la agenda espacial
El lanzamiento de TRACERS está previsto a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, consolidando la fructífera colaboración entre la agencia pública y la empresa privada liderada por Elon Musk. SpaceX, que recientemente ha marcado hitos históricos con las misiones tripuladas Crew Dragon y el desarrollo del supercohete Starship, se consolida como el socio preferente para lanzamientos científicos y comerciales de la NASA.
El Falcon 9 despegará desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California, una ubicación estratégica para misiones en órbitas polares. El uso de cohetes reutilizables ha permitido a la NASA optimizar costes y aumentar la frecuencia de lanzamientos, abriendo la puerta a nuevas misiones científicas de menor presupuesto pero gran relevancia, como es el caso de TRACERS.
Contexto internacional y español
El estudio del entorno magnético terrestre es un campo de interés global. En Europa, la Agencia Espacial Europea (ESA) opera la misión Swarm, una constelación de tres satélites dedicados a medir el campo magnético terrestre y su evolución. En España, la empresa PLD Space avanza en el desarrollo de lanzadores reutilizables como el Miura 1 y Miura 5, con el objetivo de facilitar el acceso al espacio a misiones científicas y tecnológicas de pequeño y mediano tamaño, aunque de momento el enfoque está más orientado a cargas útiles que a misiones espaciales de investigación fundamental como TRACERS.
Por su parte, el auge de compañías privadas como Blue Origin, Virgin Galactic o Rocket Lab está diversificando el sector y ofreciendo nuevas oportunidades para la investigación espacial, aunque por ahora la mayor parte de los proyectos científicos de vanguardia siguen recayendo en agencias públicas como la NASA o la ESA.
El futuro de la exploración espacial
La misión TRACERS representa un paso adelante en la comprensión de los procesos físicos fundamentales que ocurren en el entorno espacial cercano a la Tierra. Su éxito abrirá nuevas vías para la predicción y mitigación de los efectos del clima espacial sobre nuestra vida cotidiana y los sistemas tecnológicos de los que dependemos. Mientras tanto, el sector espacial internacional, tanto público como privado, continúa avanzando en el desarrollo de nuevas tecnologías y misiones que prometen revolucionar nuestro conocimiento del cosmos en los próximos años.
(Fuente: NASA)

 
							 
							