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Curiosity examina de cerca las enigmáticas estructuras en caja de Marte

Curiosity examina de cerca las enigmáticas estructuras en caja de Marte

El rover Curiosity de la NASA ha iniciado una de las investigaciones más esperadas de su misión: el estudio detallado de las enigmáticas estructuras en caja, conocidas en inglés como “boxwork”, que desde hace meses llamaban la atención de los científicos por sus peculiares formas y prometedor potencial científico. Tras una planificación minuciosa y varias semanas de aproximación, el vehículo marciano se encuentra ya sobre el terreno principal donde se localizan estos curiosos relieves, listo para desentrañar su origen y significado geológico.

Las estructuras en caja son formaciones geométricas que aparecen como retículas o redes de crestas estrechas y angulosas sobresaliendo del sustrato rocoso. En la Tierra, este tipo de estructuras suelen formarse por la disolución diferencial de minerales o la erosión selectiva, y pueden encontrarse en cavernas o zonas de afloramientos minerales, pero su aparición en Marte había sido, hasta ahora, un fenómeno escasamente documentado.

La misión Curiosity, que explora el cráter Gale desde 2012, había detectado estos patrones a la distancia durante su recorrido por las laderas del monte Sharp, una montaña sedimentaria que se alza en el centro del cráter y que constituye el principal objetivo científico del rover. Ahora, con el rover posicionado junto a estas formaciones, los instrumentos del laboratorio marciano están listos para desplegar toda su potencia analítica.

Durante las próximas jornadas marcianas, el equipo científico empleará una combinación de técnicas para investigar la composición química y mineralógica de las crestas y huecos que conforman el boxwork. El instrumento ChemCam disparará ráfagas de láser sobre las rocas para analizar los vapores resultantes y determinar los elementos presentes. Por su parte, el espectrómetro APXS y el brazo robótico, equipado con la cámara MAHLI, proporcionarán imágenes de alta resolución y datos sobre la estructura microscópica de la roca.

El interés de los geólogos planetarios por estas formaciones es elevado, ya que podrían ofrecer pistas sobre procesos hidrológicos pasados y la presencia de agua líquida en la historia antigua de Marte. En la Tierra, las estructuras en caja suelen asociarse a la infiltración de fluidos ricos en minerales, que con el tiempo precipitan y cementan el material, protegiéndolo frente a la erosión. Si un proceso similar ocurrió en el planeta rojo, el estudio de estas crestas podría revelar información sobre la química del agua marciana y las condiciones ambientales primigenias.

Desde un punto de vista histórico, no es la primera vez que la NASA dirige su atención a formaciones geológicas inusuales en Marte. El rover Opportunity, por ejemplo, descubrió en 2004 los llamados “arándanos de hematita”, pequeñas esferas que revolucionaron nuestra comprensión sobre la presencia de agua en Marte. Sin embargo, la escala y complejidad de las actuales estructuras en caja representan un nuevo reto científico y una oportunidad única para profundizar en la historia geológica del planeta.

El estudio de estas formaciones cobra especial relevancia en un contexto internacional en el que la exploración planetaria vive una auténtica efervescencia. Mientras la NASA avanza con Curiosity y Perseverance en la superficie marciana, empresas privadas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic continúan impulsando la carrera espacial con proyectos que abarcan desde el turismo suborbital hasta la colonización de Marte. En Europa, la compañía española PLD Space ha logrado hitos recientes en el desarrollo de lanzadores reutilizables, consolidando el creciente protagonismo de la industria aeroespacial privada.

En paralelo, la búsqueda de exoplanetas habitables y el estudio de la atmósfera de mundos distantes se están convirtiendo en una de las áreas de investigación más dinámicas gracias a telescopios como el James Webb, que ya ha permitido analizar la composición química de varias atmósferas planetarias fuera del Sistema Solar.

Volviendo al suelo marciano, los próximos días serán cruciales para el equipo de Curiosity. Los datos recopilados permitirán no solo descifrar la historia local del cráter Gale, sino también aportar información clave para futuras misiones tripuladas, que deberán enfrentarse a la compleja geología marciana en su camino hacia la exploración y, quizás, la colonización del planeta rojo.

Con la curiosidad científica como bandera, la NASA y sus socios internacionales continúan abriendo camino en la exploración del cosmos, desentrañando los misterios de Marte y sentando las bases para una nueva era de descubrimientos interplanetarios.

(Fuente: NASA)