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La NASA busca socios industriales para desarrollar reactores nucleares lunares

La NASA busca socios industriales para desarrollar reactores nucleares lunares

La NASA ha dado un nuevo paso decisivo en su ambicioso plan para devolver al ser humano a la Luna y, en el horizonte, llevar por primera vez a un astronauta a Marte. La agencia espacial estadounidense acaba de lanzar una convocatoria pública dirigida a la industria aeroespacial y energética, invitando a empresas y consorcios tecnológicos a mostrar su interés y aportar soluciones para el diseño y desarrollo de un sistema de energía de fisión nuclear que opere en la superficie lunar.

La propuesta, formalizada a través de una Request for Information (RFI), se enmarca en la iniciativa Artemis, el programa internacional liderado por la NASA que busca no solo poner a la primera mujer y al próximo hombre en la superficie lunar, sino también establecer una presencia humana sostenible en nuestro satélite. Esta infraestructura será el trampolín para misiones tripuladas a Marte a lo largo de la década de 2030.

El reto energético de vivir en la Luna

La energía es uno de los mayores desafíos para la exploración lunar sostenida. En la superficie de la Luna, los días y las noches duran aproximadamente 14 días terrestres cada uno, lo que significa que las instalaciones pueden pasar hasta dos semanas en total oscuridad y frío extremo. Las soluciones basadas en energía solar, aunque útiles, resultan insuficientes para alimentar bases científicas, laboratorios habitables o sistemas de soporte vital durante estos largos periodos nocturnos.

Por eso, la NASA considera que la fisión nuclear es el camino más prometedor. Un reactor compacto, capaz de funcionar de manera autónoma y fiable durante años, podría suministrar energía suficiente para mantener con vida a los astronautas, garantizar la comunicación con la Tierra, permitir la extracción de recursos y alimentar la producción de combustibles in situ. Además, la experiencia adquirida en la Luna será clave para replicar estos sistemas en Marte, donde las condiciones ambientales son incluso más adversas.

De hecho, la energía nuclear no es nueva en la exploración espacial. Desde los años 60, la NASA utiliza generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG) para alimentar sondas planetarias como las Voyager, Curiosity o Perseverance. Sin embargo, estos dispositivos son de baja potencia. El salto ahora apunta a reactores de fisión de kilovatios o megavatios, que podrían transformar la capacidad operativa de asentamientos lunares y marcianos.

Un nuevo escenario industrial y competitivo

La invitación de la NASA llega en un momento de efervescencia para el sector aeroespacial, donde empresas privadas como SpaceX, Blue Origin, Virgin Galactic o la española PLD Space están revolucionando el acceso al espacio. Precisamente, SpaceX ha sido seleccionada como principal proveedor del módulo lunar para el programa Artemis, mientras que Blue Origin también compite en el desarrollo de tecnologías clave para la exploración del sistema solar.

En paralelo, la colaboración público-privada ha permitido avances extraordinarios en el diseño de cohetes reutilizables, naves de carga y sistemas de aterrizaje autónomo. Ahora, la energía nuclear podría convertirse en el siguiente gran ámbito de cooperación e innovación, abriendo la puerta a nuevas alianzas entre la NASA, empresas estadounidenses y socios internacionales.

El interés por los exoplanetas y la vida fuera de la Tierra

La exploración lunar y marciana no es el único foco de la actualidad espacial. El descubrimiento acelerado de exoplanetas habitables gracias a telescopios como el James Webb o el TESS mantiene viva la esperanza de hallar indicios de vida fuera de nuestro sistema solar. Sin embargo, para analizar de cerca estos mundos distantes, la humanidad necesitará tecnologías energéticas avanzadas capaces de alimentar futuras misiones robóticas o incluso tripuladas a otros sistemas estelares.

Por ello, el desarrollo de reactores nucleares para la Luna puede ser el primer paso de una larga cadena de innovaciones que, con el tiempo, permitirán explorar el cosmos de forma autónoma y sostenible.

España y Europa también miran al espacio

En este contexto global, Europa no quiere quedarse atrás. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha mostrado interés en el desarrollo de tecnologías energéticas para misiones lunares, mientras que empresas innovadoras como PLD Space, con sede en Elche, avanzan en el diseño de cohetes reutilizables y plataformas de lanzamiento que faciliten la logística espacial desde suelo europeo.

El futuro de la exploración espacial se presenta así como un terreno de colaboración e intensa competencia, donde la energía nuclear de superficie puede ser la llave para convertir la Luna en un verdadero laboratorio de la humanidad en el espacio profundo.

La NASA espera que esta llamada a la industria acelere el desarrollo de prototipos y soluciones reales, capaces de alimentar la próxima generación de bases lunares y allanar el camino hacia Marte y más allá. El retorno a nuestro satélite será, sin duda, mucho más que una hazaña simbólica: marcará el inicio de una nueva era en la historia de la exploración humana del universo.

(Fuente: NASA)