La sonda JUICE de la ESA retoma contacto y se prepara para su crucial maniobra en Venus

La exploración del sistema joviano vive un momento clave este verano. La misión JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer) de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha superado con éxito una inquietante anomalía en sus sistemas de comunicaciones y se encuentra en perfecto estado para ejecutar una de las etapas más delicadas de su trayecto: la maniobra de asistencia gravitacional en Venus, programada para el próximo 31 de agosto.
Tras el lanzamiento de JUICE el 14 de abril de 2023 a bordo de un Ariane 5 desde Kourou, en la Guayana Francesa, la misión ha seguido una compleja trayectoria interplanetaria diseñada para aprovechar la energía gravitatoria de la Tierra y Venus. Este método, conocido como asistencia gravitacional, permite a las sondas espaciales ganar velocidad sin consumir combustible adicional, una técnica ampliamente utilizada desde las pioneras misiones Voyager de la NASA en los años 70.
El pasado mes de julio, la ESA detectó una anomalía en el sistema de comunicaciones de JUICE que provocó una interrupción temporal en el contacto entre la sonda y los centros de control en la Tierra. Ingenieros y expertos en dinámica de vuelo trabajaron contrarreloj para identificar la causa del fallo, que finalmente resultó estar relacionada con una configuración inesperada en el software de comunicaciones. Gracias a la rápida reacción del equipo de operaciones, el problema fue solventado y los canales de comunicación se restablecieron por completo en cuestión de días.
Superada esta incidencia, JUICE se prepara para uno de los momentos más críticos de su misión: el sobrevuelo de Venus. Durante este encuentro, la nave aprovechará la gravedad del planeta para modificar su trayectoria y aumentar su velocidad, optimizando así su rumbo hacia el sistema joviano. Esta maniobra, técnicamente compleja y de alto riesgo, requiere una coordinación precisa entre los sistemas de navegación automática de la sonda y los equipos de control en la Tierra.
La misión JUICE, diseñada y liderada por la ESA con la colaboración de la NASA y la agencia japonesa JAXA, tiene como objetivo principal el estudio de las lunas heladas de Júpiter: Ganímedes, Europa y Calisto. Estos satélites son considerados candidatos prioritarios en la búsqueda de vida extraterrestre en el Sistema Solar, ya que bajo sus superficies heladas podrían albergar océanos de agua líquida, protegidos de la radiación y potencialmente habitables.
El viaje interplanetario de JUICE es una hazaña en sí misma. La sonda, con una masa de más de seis toneladas y equipada con una batería de 10 instrumentos científicos de última generación, recorrerá más de 6.600 millones de kilómetros a lo largo de más de ocho años antes de alcanzar la órbita de Júpiter en julio de 2031. Una vez allí, JUICE realizará sobrevuelos cercanos a las lunas galileanas, cartografiando sus superficies, analizando su composición y estudiando sus atmósferas, campos magnéticos y potenciales océanos subterráneos.
El interés internacional por las lunas de Júpiter ha crecido de forma exponencial en la última década. Paralelamente a JUICE, la NASA prepara la misión Europa Clipper, que partirá en 2024 con una hoja de ruta similar: investigar las condiciones de habitabilidad en la luna Europa. Esta convergencia de misiones recuerda a la época dorada de la exploración planetaria con las misiones Voyager, Galileo y Cassini, y refleja el auge actual de la exploración del Sistema Solar exterior.
Mientras tanto, el sector privado sigue avanzando con fuerza en el ámbito espacial. SpaceX continúa batiendo récords de lanzamientos con su cohete Falcon 9 y prepara nuevos hitos con el sistema Starship, mientras que Blue Origin y Virgin Galactic abren el turismo espacial a nuevos públicos. En España, la empresa PLD Space ha realizado con éxito el primer vuelo suborbital de su cohete Miura 1, posicionando al país como un actor emergente en la industria aeroespacial europea.
El estudio de exoplanetas, por su parte, avanza a pasos agigantados gracias a telescopios espaciales como el James Webb de la NASA/ESA/CSA y la misión CHEOPS de la ESA, que han permitido detectar atmósferas en planetas lejanos y analizar su composición con un nivel de detalle sin precedentes.
El restablecimiento de las comunicaciones con JUICE es una excelente noticia para la comunidad científica internacional. El éxito de la próxima maniobra en Venus será determinante para el futuro de la misión y para el conocimiento sobre la habitabilidad en las lunas heladas de Júpiter. Así, la exploración espacial europea consolida su papel protagonista en la vanguardia de la investigación planetaria, marcando una nueva etapa en la búsqueda de vida más allá de la Tierra.
(Fuente: ESA)

 
							 
							