SpaceX estrena nuevo cohete Falcon 9 en Vandenberg para expandir la constelación Starlink

En la noche del miércoles, SpaceX se prepara para protagonizar otro hito en su frenético calendario de lanzamientos espaciales, con el despegue de la misión Starlink 17-8 desde la plataforma 4E de la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California. La ventana prevista para el lanzamiento está fijada a las 20:21 hora local (5:21 del jueves en la península ibérica), y pondrá en órbita una nueva tanda de satélites Starlink, componentes clave para la ambiciosa red global de Internet de alta velocidad de la empresa de Elon Musk.
Lo singular de esta misión reside en el uso de un nuevo propulsor para el cohete Falcon 9. A pesar de que SpaceX ha realizado más de un centenar de lanzamientos en lo que va de 2024, solo siete de ellos han contado con propulsores recién fabricados. El resto ha empleado vehículos reutilizados, una estrategia que ha revolucionado la industria aeroespacial y reducido drásticamente los costes de acceso al espacio. Este debut de un nuevo booster subraya el ritmo industrial de la compañía, capaz de equilibrar la reutilización con la constante fabricación de etapas de nueva generación.
El Falcon 9, diseñado para soportar múltiples lanzamientos y aterrizajes, se ha convertido en el caballo de batalla de SpaceX. Desde su primer vuelo en 2010, el cohete ha evolucionado en sucesivas versiones, perfeccionando la recuperación de la primera etapa tanto en plataformas marítimas como en tierra firme. En esta ocasión, tras la separación, se espera que el booster regrese para aterrizar en la barcaza autónoma “Of Course I Still Love You”, situada en el Pacífico.
La misión Starlink 17-8, enmarcada en la megaconstelación que ya supera los 6.000 satélites operativos, tiene como objetivo reforzar la cobertura en zonas rurales y remotas, donde el acceso a Internet tradicional es limitado o inexistente. Starlink es una de las apuestas más ambiciosas de SpaceX, y ha acelerado la carrera por la conectividad global, compitiendo con proyectos similares de Amazon (Kuiper), OneWeb y la iniciativa europea IRIS².
Mientras SpaceX avanza imparable, otras compañías del sector también han protagonizado noticias destacadas en las últimas semanas. Blue Origin, la empresa fundada por Jeff Bezos, recientemente realizó el vuelo suborbital NS-25 con éxito, reanudando su programa de turismo espacial tras más de un año de pausa. El New Shepard, vehículo reutilizable, llevó a seis pasajeros al borde del espacio, consolidando el liderazgo de la compañía en el nicho de vuelos breves y experimentales, aunque todavía sin alcanzar el ritmo frenético de lanzamientos de su rival SpaceX.
En Europa, PLD Space, la firma española con sede en Elche, ultima los preparativos para el primer vuelo comercial del cohete Miura 5, previsto para finales de este año desde la Guayana Francesa. Tras el exitoso lanzamiento suborbital del Miura 1 en 2023, la compañía se posiciona como pionera en el sector de lanzadores ligeros reutilizables en el continente, con el objetivo de ofrecer servicios de acceso flexible a órbita baja para pequeños satélites y experimentos científicos.
La NASA, por su parte, continúa avanzando en la exploración de exoplanetas junto al telescopio espacial James Webb y la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite). Recientemente, científicos de la agencia estadounidense anunciaron el descubrimiento de un nuevo planeta potencialmente habitable en la zona de Ricitos de Oro, en torno a una estrella similar al Sol a 120 años luz de la Tierra. Este hallazgo refuerza el interés de la comunidad internacional por identificar mundos donde podrían darse condiciones para la vida.
Virgin Galactic, la empresa de Richard Branson, también ha retomado sus vuelos comerciales suborbitales con clientes privados, tras ajustar sus operaciones y rediseñar parte de su nave SpaceShipTwo. La competencia por el turismo espacial se intensifica, aunque los precios y la disponibilidad de vuelos continúan siendo una barrera para el público general.
Por último, agencias espaciales públicas y privadas de todo el mundo siguen colaborando en misiones de exploración lunar y marciana, con la vista puesta en la próxima década. El programa Artemis de la NASA, con la participación de la Agencia Espacial Europea (ESA), avanza en la construcción de la infraestructura necesaria para el regreso del ser humano a la Luna y la preparación de futuras misiones a Marte.
En este contexto de innovación y competencia global, el lanzamiento de la misión Starlink 17-8 desde California representa un nuevo paso en la transformación de la industria espacial, donde la reutilización, la fabricación eficiente y la conectividad planetaria son ya realidades del presente.
(Fuente: Spaceflight Now)

 
							 
							