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Musk asegura que Starship enviará 100 toneladas a órbita con reutilización total en 2025

Musk asegura que Starship enviará 100 toneladas a órbita con reutilización total en 2025

Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX, ha reafirmado recientemente su convicción de que la nave Starship estará lista para transportar cargas útiles de hasta 100 toneladas a la órbita terrestre ya en 2025, todo ello reutilizando por completo tanto el propulsor como la nave superior. Este ambicioso anuncio se produce tras una serie de avances técnicos en los vuelos de prueba del sistema, consolidando a SpaceX como el actor más disruptivo del sector aeroespacial en la actualidad.

Starship: El siguiente gran salto en la exploración espacial

Starship es el proyecto estrella de SpaceX y, posiblemente, el sistema espacial más avanzado de la historia reciente. Diseñada para ser completamente reutilizable, la nave consta de dos etapas: el propulsor Super Heavy y la propia nave Starship. Ambas están construidas principalmente en acero inoxidable, un material poco habitual en la industria espacial, pero elegido por SpaceX por su durabilidad, resistencia térmica y bajo coste.

El objetivo de la compañía es revolucionar los costes de acceso al espacio. Mientras que los lanzadores tradicionales son desechables y sólo pueden utilizarse una vez, el planteamiento de Starship —reutilización total— pretende reducir los costes de lanzamiento a cifras nunca vistas, alrededor de 10 millones de dólares por vuelo para cargas de hasta 100 toneladas. Para ponerlo en perspectiva, el Falcon 9, el actual caballo de batalla de SpaceX, puede llevar hasta 23 toneladas a la órbita baja y ha sido reutilizado en múltiples vuelos, pero nunca con la capacidad total ni la ambición de Starship.

Progresos técnicos y pruebas recientes

Tras varios años de desarrollo y múltiples prototipos, Starship ha ido superando etapas críticas. El último vuelo de prueba, realizado el pasado mes de marzo, logró por primera vez que ambas etapas sobrevivieran a la reentrada, marcando un hito clave para la reutilización. Musk ha afirmado que “la confianza en la capacidad de reutilización total del sistema se ha visto reforzada” tras estos ensayos. El próximo paso será recuperar ambas etapas en tierra en condiciones que permitan su rápido reacondicionamiento y relanzamiento.

Estos avances no sólo representan un salto técnico, sino que también preparan el terreno para misiones mucho más ambiciosas. Starship está llamada a desempeñar un papel fundamental en el programa Artemis de la NASA, que busca devolver astronautas a la Luna antes de que termine la década. El contrato de SpaceX con la NASA, valorado en varios miles de millones de dólares, convierte a Starship en la piedra angular de la exploración lunar y, potencialmente, interplanetaria.

El contexto internacional: competencia y colaboración

A pesar de la hegemonía de SpaceX, el sector espacial está más vivo que nunca. Blue Origin, la otra gran empresa privada estadounidense liderada por Jeff Bezos, continúa con el desarrollo del sistema New Glenn, un lanzador pesado también concebido para ser parcialmente reutilizable. Sin embargo, su progreso ha sido más lento que el de SpaceX.

En Europa, la empresa española PLD Space ha cosechado este año un éxito histórico al lanzar el Miura 1, el primer cohete privado del sudoeste europeo en alcanzar el espacio. Ahora, la compañía ya trabaja en el Miura 5, con vistas a entrar en el mercado de pequeños satélites y ofrecer capacidades de lanzamiento desde territorio europeo.

Mientras tanto, la NASA y otras agencias públicas como la ESA (Agencia Espacial Europea) siguen apostando por el desarrollo de lanzadores propios y colaboraciones internacionales, aunque el ritmo de innovación de las empresas privadas estadounidenses ha obligado a replantear estrategias y a acelerar calendarios.

Más allá del transporte: exploración de exoplanetas y turismo espacial

El abaratamiento de los lanzamientos que promete Starship podría revolucionar no sólo la exploración lunar y marciana, sino también la investigación de exoplanetas y otros cuerpos del Sistema Solar. La posibilidad de poner en órbita telescopios de mayor tamaño, o enviar sondas más pesadas y sofisticadas, abriría una nueva ventana al universo.

Por otro lado, compañías como Virgin Galactic continúan impulsando el turismo suborbital, aunque por el momento en una escala mucho menor. Este segmento del sector espacial, aún incipiente, se vería previsiblemente beneficiado por la reducción de costes y la maduración de tecnologías reutilizables.

Un futuro a la vuelta de la esquina

Con la promesa de Starship de lograr la reutilización total y transportar 100 toneladas a la órbita terrestre, el sector espacial se encuentra al borde de una transformación sin precedentes. Las implicaciones para la exploración científica, la economía espacial y la colaboración internacional son incalculables. Si SpaceX cumple los plazos marcados por Musk, 2025 podría convertirse en el año en que, definitivamente, viajar al espacio deje de ser un privilegio para convertirse en una opción viable y habitual para la humanidad.

(Fuente: SpaceNews)