El Observatorio SOHO capta una espectacular eyección de masa coronal solar

El 24 de febrero de 2015, la sonda Solar and Heliospheric Observatory (SOHO), un proyecto conjunto entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), registró una de las imágenes más impactantes del Sol en los últimos años. Durante un periodo de solo tres horas, el observatorio captó en el rango del ultravioleta extremo una poderosa eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), acompañada de la expulsión parcial de un filamento solar. Este evento es un ejemplo fascinante de la actividad dinámica y, en ocasiones, violenta de nuestra estrella más cercana.
SOHO, que lleva en funcionamiento desde su lanzamiento en 1995, es uno de los proyectos más longevos y fructíferos de la cooperación transatlántica en exploración espacial. Desde su órbita en el denominado punto de Lagrange L1, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, SOHO ofrece una visión privilegiada y continua del Sol y su atmósfera exterior, lo que permite a los científicos estudiar en detalle los procesos que rigen el clima espacial.
La imagen captada ese día muestra cómo una prominente eyección de masa coronal, acompañada de un filamento de plasma, se desprende violentamente de la superficie solar. Mientras parte del material expulsado cae de nuevo sobre la estrella debido a las intensas fuerzas gravitatorias y magnéticas, una fracción considerable escapa al espacio interplanetario. Este fenómeno resulta crucial, ya que puede tener consecuencias directas sobre la Tierra y los sistemas tecnológicos que dependen de un entorno espacial estable.
Las eyecciones de masa coronal consisten en la liberación de enormes cantidades de plasma y campos magnéticos desde la corona solar, la capa más externa del Sol. Cuando estas nubes de partículas cargadas alcanzan la Tierra, pueden desencadenar tormentas geomagnéticas, responsables de espectaculares auroras boreales y australes, pero también de interferencias en las comunicaciones por satélite, las redes eléctricas y los sistemas de navegación GPS. Por este motivo, la monitorización constante llevada a cabo por SOHO y otros observatorios solares es esencial para anticipar y mitigar los riesgos asociados al clima espacial.
El filamento captado en la imagen es una estructura compuesta de plasma más frío y denso que el entorno circundante, sostenido por líneas del campo magnético solar. Cuando la estabilidad magnética de estos filamentos se ve alterada, pueden colapsar y ser expulsados al espacio, tal y como ocurrió en el evento registrado por SOHO. Estas dinámicas han sido objeto de intensa investigación, ya que su comprensión resulta clave para predecir la aparición de CMEs y sus posibles impactos en nuestro planeta.
A lo largo de sus casi tres décadas de servicio, SOHO ha revolucionado el estudio del Sol, permitiendo la identificación de miles de cometas, el análisis detallado de las manchas solares y el seguimiento de ciclos de actividad solar. Sus datos han sido fundamentales para el desarrollo de modelos predictivos sobre las tormentas solares y su interacción con la magnetosfera terrestre.
En paralelo a la labor de SOHO, otras misiones internacionales han contribuido a ampliar nuestro conocimiento del Sol. Destacan la sonda Parker Solar Probe de la NASA, lanzada en 2018 para estudiar la corona solar de cerca, y la misión Solar Orbiter, otra colaboración entre la ESA y la NASA, destinada a examinar las regiones polares del Sol y la dinámica de su campo magnético. Estos esfuerzos conjuntos subrayan la importancia estratégica y científica de la observación solar.
La creciente actividad solar prevista para los próximos años, a medida que nos aproximamos al máximo del ciclo solar 25, hace que la vigilancia continua de nuestra estrella sea más relevante que nunca. Los ingenieros y científicos de las principales agencias espaciales, incluidas la NASA, la ESA y otros actores privados como SpaceX o Blue Origin, integran previsiones sobre el clima espacial en el diseño de sus misiones, conscientes de que una CME inesperada puede poner en riesgo tanto satélites como tripulaciones.
En este contexto, la labor pionera de proyectos europeos como PLD Space, centrados en el desarrollo de lanzadores reutilizables, y la actividad de empresas como Virgin Galactic en el turismo espacial, dependen en gran medida de la información proporcionada por misiones como SOHO. La seguridad y el éxito de operaciones en órbita baja y más allá pasan por una comprensión profunda de la meteorología espacial y sus ciclos.
El registro de la eyección de masa coronal en febrero de 2015 es un recordatorio del carácter impredecible de nuestra estrella y de la necesidad de mantener una observación constante. SOHO, con su incansable labor, sigue siendo un pilar fundamental para la protección de infraestructuras críticas y la planificación de futuras aventuras humanas en el espacio.
La colaboración internacional y la innovación tecnológica continuarán siendo esenciales para afrontar los retos que plantea el cambiante entorno solar, garantizando así el avance seguro y sostenido de la exploración espacial.
(Fuente: NASA)

 
							 
							