Space39a

Noticias del espacio

Space39a

Noticias del espacio

SpaceX

Preocupación en la NASA: El aterrizador lunar Starship de SpaceX podría no estar listo para Artemis 3 en 2027

Preocupación en la NASA: El aterrizador lunar Starship de SpaceX podría no estar listo para Artemis 3 en 2027

El ambicioso programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo es devolver a la humanidad a la superficie lunar y establecer una presencia sostenible, ha encontrado un nuevo escollo. El Comité Asesor de Seguridad Aeroespacial (ASAP) de la agencia estadounidense ha expresado serias dudas sobre la viabilidad de que el módulo lunar Starship de SpaceX esté operativo a tiempo para la misión Artemis 3, actualmente prevista para 2027. Este retraso potencial podría reconfigurar el calendario de los vuelos tripulados al satélite y afectar la estrategia internacional de exploración lunar.

El programa Artemis: una hoja de ruta lunar

La NASA, en colaboración con socios internacionales y empresas privadas, lanzó el programa Artemis con la intención de retomar la exploración tripulada de la Luna. El plan contempla una serie de misiones: Artemis 1, ya completada de forma no tripulada; Artemis 2, que llevará astronautas a orbitar la Luna; y Artemis 3, que pretende llevar a la primera mujer y a la primera persona de color al polo sur lunar.

El elemento central de Artemis 3 es el aterrizaje lunar, para el que la NASA seleccionó en 2021 una variante del sistema Starship de SpaceX como Human Landing System (HLS). Este vehículo debía realizar un papel clave: recibir a los astronautas desde la nave Orion en órbita lunar y descenderlos de forma segura a la superficie antes de regresarles a la órbita para el retorno a la Tierra.

Preocupaciones técnicas y retrasos acumulados

Los asesores de la NASA no ocultan su inquietud. En la última reunión del ASAP, celebrada este mes, sus miembros alertaron sobre la posibilidad de retrasos «de años» en la disponibilidad del módulo lunar Starship. Entre los motivos destacan los importantes desafíos tecnológicos y logísticos aún no resueltos.

Uno de los principales retos es el desarrollo de la versión lunar de Starship, una nave que no solo debe aterrizar y despegar desde la superficie lunar, sino también demostrar una fiabilidad y seguridad excepcionales para transportar astronautas. Además, la arquitectura propuesta por SpaceX requiere múltiples lanzamientos de Starship para repostar el módulo lunar en órbita terrestre antes de su viaje a la Luna, un procedimiento nunca antes realizado y que implica una compleja coordinación y una madurez tecnológica que, según los expertos, aún está lejos de alcanzarse.

El propio programa Starship ha sufrido reveses. Aunque SpaceX ha realizado ya varias pruebas de vuelo de su lanzador, los vuelos orbitales completos y la recuperación controlada del vehículo siguen en fase experimental. Cada test proporciona datos valiosos, pero también pone de manifiesto la magnitud de los desafíos pendientes, desde la protección térmica en la reentrada hasta la fiabilidad de los sistemas de propulsión y aterrizaje.

Implicaciones para el calendario lunar

La advertencia del ASAP añade presión sobre la NASA y SpaceX, ya que cualquier retraso prolongado en el desarrollo del HLS impactará directamente en la hoja de ruta de Artemis. La agencia ya había pospuesto varias veces las fechas de las misiones tripuladas debido a distintos problemas técnicos, presupuestarios y de coordinación internacional.

Si la variante lunar de Starship no está lista para 2027, Artemis 3 podría demorarse aún más, lo que supondría un revés para los planes de establecer una presencia humana sostenible en la Luna y, a largo plazo, preparar el salto a Marte. Además, un retraso prolongado podría abrir la puerta a alternativas, como el desarrollo de módulos de aterrizaje adicionales por parte de otras empresas bajo el programa Sustaining Lunar Development, donde compiten propuestas como la de Blue Origin junto a socios tradicionales del sector espacial estadounidense.

El contexto internacional y la competencia privada

El retraso de Starship llega en un momento en el que la exploración lunar vuelve a ser un foco de atención internacional. China avanza con paso firme en su propio programa de alunizaje tripulado para finales de esta década, mientras Europa, a través de la ESA y empresas como la española PLD Space, busca consolidar su presencia en el sector de lanzadores y servicios espaciales.

Por su parte, compañías como Blue Origin y Virgin Galactic continúan desarrollando tecnologías para vuelos suborbitales y, en el caso de Blue Origin, propuestas para módulos lunares alternativos. El dinamismo del sector privado, impulsado por contratos públicos y la competencia global, mantiene viva la carrera espacial del siglo XXI, pero también subraya la complejidad de los proyectos realmente innovadores.

El futuro de Artemis y la exploración lunar

La advertencia de los asesores de seguridad de la NASA no implica necesariamente el fracaso de Starship como módulo lunar, pero sí recuerda que la innovación espacial exige tiempo, recursos y una gestión del riesgo extremadamente rigurosa. La posibilidad de que Artemis 3 no llegue a la Luna en 2027 es cada vez más real, lo que obligará a la NASA a replantear su calendario y buscar soluciones de contingencia para no perder el liderazgo en la nueva era de la exploración lunar.

Mientras tanto, la comunidad internacional y la industria privada observan con atención el devenir de Starship y la evolución del programa Artemis, conscientes de que lo que ocurra en los próximos años marcará el rumbo de la exploración humana más allá de la órbita terrestre.

(Fuente: SpaceNews)