Diez nuevos aspirantes a astronauta se suman a la élite de la NASA y preparan el salto al espacio

La NASA ha dado a conocer en el Centro Espacial Johnson de Houston, el pasado 22 de septiembre de 2025, el nombre de los diez integrantes que conforman su nueva promoción de candidatos a astronauta. Con este anuncio, la agencia espacial estadounidense reafirma su compromiso con la exploración tripulada del espacio y la formación de la próxima generación de profesionales destinados a protagonizar las misiones más ambiciosas de las próximas décadas.
El proceso de selección, que arrancó hace más de un año, ha sido especialmente exigente en esta edición. La NASA recibió miles de solicitudes provenientes de todo Estados Unidos, así como de otras nacionalidades tras la reciente apertura parcial del proceso a ciudadanos aliados. Entre los requisitos, destacan la experiencia en campos como la ingeniería, la medicina, la ciencia y la aviación, así como la capacidad física y psicológica para afrontar los retos de la vida en el espacio.
Los diez elegidos, que ahora inician oficialmente su etapa de formación, se enfrentan a casi dos años de entrenamiento intensivo. Este programa abarca desde ejercicios de supervivencia en distintos entornos extremos –simulando desde aterrizajes forzosos en selvas hasta rescates en el mar– hasta instrucción en sistemas de la Estación Espacial Internacional (ISS), robótica, medicina de emergencia, vuelos en gravedad reducida y dominio del ruso, idioma clave para las operaciones conjuntas con la agencia Roscosmos.
El objetivo es que estos nuevos candidatos, una vez graduados, estén preparados para ser asignados a misiones de gran relevancia estratégica. Entre ellas, destacan los futuros vuelos del Programa Artemis, que busca devolver seres humanos a la superficie lunar y establecer una presencia sostenible en nuestro satélite natural de cara a la próxima década. Asimismo, la NASA mantiene la mirada puesta en Marte y en la colaboración con socios comerciales y otras agencias internacionales para la exploración de destinos aún más lejanos.
Esta promoción se suma a la tradición de excelencia de la NASA, que desde su fundación en 1958 ha formado a más de 350 astronautas. A lo largo de la historia, los astronautas estadounidenses han protagonizado algunos de los hitos más relevantes de la exploración espacial, como el primer alunizaje en 1969 con la misión Apolo 11, la construcción y mantenimiento de la ISS, y la participación en misiones de investigación científica a bordo de diversos módulos y laboratorios orbitales.
El anuncio de la nueva clase de astronautas coincide con un momento de gran dinamismo en el sector espacial internacional. Empresas privadas como SpaceX y Blue Origin están revolucionando el acceso al espacio con sus sistemas de lanzamiento reutilizables. SpaceX, por ejemplo, ha consolidado la cápsula Crew Dragon como un vehículo de referencia para el transporte de astronautas hacia la estación espacial, y sigue avanzando en el desarrollo del Starship, la nave que podría llevar a los primeros humanos a Marte.
Por su parte, Blue Origin continúa impulsando su cohete New Glenn y mantiene su ambición de competir en el mercado de lanzamientos tripulados y de carga. Virgin Galactic, aunque centrada en el turismo suborbital, ha demostrado que la participación privada puede democratizar el acceso al espacio, mientras que iniciativas europeas como la española PLD Space avanzan en el desarrollo de cohetes reutilizables para cargas ligeras, abriendo nuevas oportunidades de colaboración transatlántica.
En paralelo a los avances en vuelos tripulados, la búsqueda de exoplanetas habitables sigue captando la atención de la comunidad científica. Telescopios como el James Webb y misiones dedicadas como TESS han multiplicado el número de mundos descubiertos fuera del sistema solar, alimentando la esperanza de encontrar indicios de vida más allá de la Tierra y ampliando el horizonte de la exploración humana en el futuro.
El nuevo grupo de candidatos de la NASA refleja también una apuesta por la diversidad y la inclusión, con presencia de mujeres y miembros de minorías étnicas, consolidando la idea de que el espacio es un desafío global que requiere el talento de toda la humanidad.
Tras la ceremonia de bienvenida en Houston, los diez aspirantes han comenzado ya su formación. Si superan con éxito este periodo de aprendizaje y entrenamiento, estarán listos para ser asignados a misiones que, sin duda, marcarán una nueva etapa en la historia de la exploración humana del espacio.
De este modo, la NASA sigue abriendo puertas a quienes sueñan con viajar más allá de nuestro planeta y mantiene viva la llama de la exploración, en un contexto en el que la colaboración internacional y la innovación tecnológica serán claves para afrontar los retos del futuro.
(Fuente: NASA)
