Callisto avanza: entregado el prototipo de pata de aterrizaje para el demostrador reutilizable europeo

El sector aeroespacial europeo da un paso crucial hacia la reutilización de cohetes con la entrega del modelo de calificación de la pata de aterrizaje del demostrador Callisto. El Instituto de Estructuras y Diseño del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) ha transferido este componente clave al Instituto de Sistemas Espaciales del mismo organismo en Bremen, donde se someterá a exigentes pruebas para validar su funcionamiento en condiciones realistas.
Callisto es un ambicioso proyecto internacional desarrollado de manera conjunta por DLR (Alemania), CNES (Francia) y JAXA (Japón), con el objetivo de sentar las bases de una futura generación de lanzadores espaciales reutilizables en Europa y Asia. Inspirado en los notables logros de SpaceX con sus cohetes Falcon 9, el proyecto busca demostrar la viabilidad técnica y económica de recuperar y reutilizar etapas de lanzadores, reduciendo así costes y mejorando la sostenibilidad de las misiones espaciales.
El modelo de calificación entregado esta semana representa una réplica funcional de la pata de aterrizaje que irá instalada en el demostrador real de Callisto. Su diseño ha requerido una profunda investigación en materiales compuestos, ingeniería estructural y sistemas de absorción de energía que garanticen un aterrizaje controlado tras la reentrada atmosférica. Además, deberá soportar las extremas solicitaciones térmicas y mecánicas derivadas del impacto con el suelo y de la exposición a las fuerzas aerodinámicas durante el descenso.
La validación de esta pata de aterrizaje es un paso esencial antes de que Callisto pueda llevar a cabo sus primeros vuelos de prueba, previstos para los próximos años. En Bremen, los ingenieros del DLR evaluarán la resistencia, elasticidad y capacidad de absorción de impactos del prototipo, simulando distintos escenarios de aterrizaje. La información obtenida permitirá optimizar el diseño final, de modo que la pata pueda plegarse y desplegarse de manera fiable, y absorber la energía del aterrizaje sin comprometer la integridad del vehículo.
El proyecto Callisto se enmarca en una tendencia global hacia la reutilización en la industria de lanzadores espaciales. SpaceX, pionera en esta tecnología, ha consolidado su liderazgo con más de un centenar de aterrizajes y reflights de sus etapas Falcon 9, abaratando el acceso al espacio y revolucionando el sector. Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, ha seguido una senda similar con sus cohetes New Shepard y New Glenn, mientras que otras compañías como Rocket Lab o Virgin Galactic exploran diferentes enfoques para recuperar sus vehículos.
En el ámbito europeo, la carrera por la reutilización se ha visto impulsada no solo por Callisto, sino también por iniciativas como Prometheus (el motor reutilizable de ArianeGroup) y el micro-lanzador Miura 1 de la empresa española PLD Space, que recientemente completó con éxito su primer vuelo de prueba suborbital. Estos desarrollos reflejan la voluntad de Europa de no quedarse atrás en la nueva era espacial, donde la eficiencia y la sostenibilidad son factores clave.
Callisto, cuyo acrónimo significa «Cooperative Action Leading to Launcher Innovation in Stage Toss-back Operations», es una plataforma experimental de unos 13 metros de altura, diseñada para despegar y aterrizar verticalmente, al igual que los Falcon 9 de SpaceX. Sus vuelos de prueba, que se realizarán en el centro espacial de Kourou (Guayana Francesa), permitirán recopilar datos fundamentales sobre la dinámica de vuelo, la gestión térmica y el rendimiento de los sistemas de recuperación.
A diferencia de los lanzadores comerciales, Callisto no está pensado para poner satélites en órbita, sino para ensayar tecnologías críticas que más adelante se incorporarán a cohetes operativos. Uno de los retos principales será demostrar la fiabilidad y el coste reducido del proceso de recuperación y recertificación de las etapas, aspectos en los que SpaceX ha marcado la pauta a nivel mundial.
La colaboración entre DLR, CNES y JAXA simboliza un enfoque multidisciplinar y multinacional para acelerar la innovación, combinar recursos y compartir riesgos. Japón, que ya ha experimentado con demostradores reutilizables como el vehículo RV-X, aporta su experiencia en propulsión y guiado, mientras que Francia y Alemania lideran el diseño estructural y la integración de sistemas.
El éxito de Callisto podría abrir la puerta a una nueva generación de lanzadores europeos y asiáticos, capaces de competir en el mercado internacional y ofrecer soluciones más asequibles para el acceso al espacio. El desarrollo de sistemas reutilizables también es esencial para futuras misiones a la Luna, Marte y otros destinos, donde la eficiencia logística será determinante.
En definitiva, la entrega del prototipo de pata de aterrizaje de Callisto supone un hito en la hoja de ruta europea hacia la reutilización, acercando el momento en que los lanzadores del viejo continente puedan aterrizar, ser reacondicionados y volver a volar una y otra vez, de forma segura y económica.
(Fuente: European Spaceflight)
