Starship se prepara para su última misión del año: la odisea continúa hacia Marte

SpaceX, la compañía aeroespacial fundada por Elon Musk, se dispone a realizar el que será el último lanzamiento de su ambicioso programa Starship en 2024. La misión, que tiene previsto el despegue a las 6:15 p.m. CDT (1:15 de la madrugada en horario peninsular español, 23:15 UTC), marca otro hito en la incansable carrera de SpaceX por dominar el transporte espacial reutilizable y sentar las bases de la futura exploración interplanetaria.
Starship: el cohete más potente jamás construido
El sistema Starship, compuesto por el propulsor Super Heavy y la nave superior Starship, representa el mayor avance tecnológico en la industria espacial desde la era de los transbordadores. Con una altura total de 120 metros y una capacidad de carga superior a las 100 toneladas, Starship ha sido diseñado con la mirada puesta en misiones tripuladas a la Luna y, sobre todo, a Marte. El objetivo final de Musk es establecer una presencia humana permanente en el planeta rojo, y cada lanzamiento supone un paso más en esa dirección.
La nave, completamente reutilizable, está fabricada en acero inoxidable y utiliza motores Raptor de nueva generación alimentados por metano y oxígeno líquidos. Esta elección no es casual: el metano puede producirse en Marte, lo que facilitaría el repostaje in situ para viajes de retorno. Desde su debut en 2020, Starship ha protagonizado numerosas pruebas y vuelos de ensayo, algunos espectaculares, otros no exentos de incidentes, pero todos ellos han contribuido a perfeccionar un vehículo que promete revolucionar el acceso al espacio profundo.
Un año de avances y desafíos
El lanzamiento que nos ocupa será el colofón a un año intenso para SpaceX, marcado por avances significativos y alguna que otra dificultad técnica. El programa Starship ha lanzado varias misiones de prueba, incluyendo vuelos a gran altitud y ensayos de reentrada atmosférica, fundamentales para validar la integridad estructural y la capacidad de reutilización del sistema.
Uno de los logros más destacados ha sido la mejora del sistema de separación entre etapas, una maniobra crítica que en anteriores tentativas no siempre se había resuelto satisfactoriamente. Además, SpaceX ha implementado nuevos sistemas de control térmico y protección durante la reentrada, así como mejoras en la fiabilidad de encendido de los motores Raptor. Todos estos avances han acercado a la compañía a su objetivo de realizar vuelos orbitales completos y, en un futuro no muy lejano, misiones tripuladas.
El contexto internacional: la carrera privada y pública
El programa Starship no se desarrolla en un vacío. El auge de la industria espacial privada ha propiciado una competencia sin precedentes, con empresas como Blue Origin, de Jeff Bezos, o Virgin Galactic, de Richard Branson, pujando por un puesto en el podio de la nueva era espacial. Blue Origin continúa con su programa New Glenn, aunque a un ritmo más pausado de lo previsto, mientras que Virgin Galactic se centra en el turismo suborbital, con vuelos comerciales cada vez más frecuentes.
Por su parte, la NASA sigue avanzando en el programa Artemis, que aspira a devolver astronautas a la superficie lunar en los próximos años. Curiosamente, la agencia estadounidense ha seleccionado una versión modificada de Starship como módulo de aterrizaje lunar para Artemis III, lo que subraya la relevancia de la tecnología de SpaceX en el esquema global de exploración espacial.
En Europa, PLD Space, la empresa española con sede en Elche, ha conseguido importantes avances con el cohete Miura 1, abriendo la puerta a futuras misiones orbitales y consolidando el papel de España en el sector. Mientras tanto, la búsqueda de exoplanetas continúa expandiendo nuestro conocimiento del universo: la misión TESS de la NASA y el futuro telescopio James Webb —ya plenamente operativo— siguen identificando mundos potencialmente habitables a años luz de distancia.
Un futuro cada vez más cercano
El lanzamiento final de Starship en 2024 será observado con expectación tanto por la comunidad científica como por el público general. Cada vuelo de prueba es un experimento en tiempo real que pone a prueba los límites de la ingeniería y acerca un paso más la posibilidad de colonizar otros mundos. Aunque todavía quedan desafíos por resolver, como la certificación para vuelos tripulados y la integración total con las infraestructuras de la NASA, SpaceX ha demostrado una capacidad de innovación y adaptación que la sitúa a la vanguardia de la exploración espacial.
Con la vista puesta en 2025, todo apunta a que seguiremos asistiendo a hitos históricos protagonizados no solo por SpaceX, sino por toda una nueva generación de agencias y empresas que persiguen el sueño de llevar a la humanidad más allá de la Tierra.
(Fuente: Spaceflight Now)
