Sceye se alza con un contrato de la NASA para monitorizar la Tierra desde la estratosfera
La exploración y vigilancia de nuestro planeta desde las alturas está a punto de dar un salto cualitativo gracias a una nueva alianza entre la NASA y Sceye, una empresa emergente que desarrolla plataformas estratosféricas innovadoras. La compañía, con sede en Estados Unidos, acaba de obtener un contrato de la agencia espacial estadounidense para emplear su plataforma aérea en misiones de observación medioambiental, marcando un hito en el uso de tecnologías comerciales para la monitorización de la Tierra.
### Tecnología estratosférica: un nuevo enfoque para la observación terrestre
Sceye se ha especializado en el diseño y operación de plataformas estratosféricas, conocidas en inglés como HAPS (High Altitude Platform Stations). Estos dispositivos, similares a dirigibles de gran tamaño, pueden operar a altitudes de entre 18 y 21 kilómetros, muy por encima de la aviación comercial y por debajo de los satélites en órbita baja. Gracias a su ubicación en la estratosfera, combinan la flexibilidad de un sistema móvil con la capacidad de observación continua sobre una región específica, lo que los convierte en una herramienta muy valiosa para múltiples aplicaciones.
Hasta ahora, el principal objetivo de Sceye era ofrecer servicios de telecomunicaciones, proporcionando conectividad de banda ancha a zonas rurales o de difícil acceso, un desafío que también han abordado empresas como SpaceX con su red de satélites Starlink, aunque con tecnología orbital. Sin embargo, el nuevo acuerdo con la NASA abre la puerta a un uso más ambicioso: la monitorización medioambiental en tiempo real.
### La NASA apuesta por plataformas comerciales
El contrato otorgado a Sceye se enmarca en la tendencia de la NASA de colaborar con empresas privadas para acelerar el desarrollo de capacidades tecnológicas. Esta estrategia ha dado frutos notables en el sector aeroespacial, como el éxito de SpaceX en el transporte de astronautas a la Estación Espacial Internacional, o los vuelos suborbitales turísticos de Virgin Galactic. En este caso, la NASA busca aprovechar la agilidad y la innovación del sector privado para mejorar el seguimiento del estado medioambiental de la Tierra.
La plataforma estratosférica de Sceye está equipada con sensores de última generación capaces de captar datos sobre la calidad del aire, la concentración de contaminantes, la evolución de los incendios forestales o el comportamiento de las masas de agua. Al operar a una altitud mucho menor que los satélites, ofrece una resolución espacial y temporal muy superior, permitiendo detectar cambios a escala local y casi en tiempo real.
### Ventajas frente a satélites y aviones
A diferencia de los satélites, que siguen trayectorias fijas y pasan sobre un mismo punto solo unas pocas veces al día, las plataformas estratosféricas pueden permanecer estacionarias durante días o semanas, lo que facilita la observación continua. Además, al estar más cerca de la superficie terrestre, pueden emplear instrumentos menos costosos y obtener imágenes mucho más detalladas.
Por otro lado, aunque los aviones también pueden proporcionar imágenes de alta resolución, su tiempo de vuelo es limitado y su operación resulta mucho más cara y compleja a largo plazo. Las plataformas HAPS, en cambio, combinan lo mejor de ambos mundos: la permanencia y cobertura de los satélites, y la alta resolución de los sensores aerotransportados.
### Un mercado en auge
El uso de plataformas estratosféricas para la observación de la Tierra es un mercado emergente que despierta el interés de agencias espaciales y empresas privadas en todo el mundo. En Europa, compañías como la española PLD Space están desarrollando lanzadores suborbitales reutilizables, mientras que Blue Origin trabaja en sistemas de transporte orbital y suborbital con aplicaciones científicas y comerciales.
Asimismo, la búsqueda de exoplanetas y el estudio de la atmósfera terrestre se han beneficiado de la proliferación de nuevas tecnologías de observación. Telescopios espaciales como el James Webb, gestionado por la NASA y la ESA, exploran planetas fuera del Sistema Solar, mientras que plataformas como la de Sceye permiten monitorizar nuestro propio planeta con una precisión inédita.
### Futuro de la vigilancia medioambiental
La adjudicación de este contrato a Sceye representa un paso adelante en la integración de tecnologías emergentes en la gestión medioambiental. En un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y la degradación de los ecosistemas, contar con herramientas que permitan una vigilancia precisa y continua es fundamental para la toma de decisiones informadas.
De cara al futuro, se espera que más empresas y agencias espaciales apuesten por la combinación de satélites, plataformas estratosféricas y sensores terrestres para desarrollar un sistema global de monitorización ambiental. Esta colaboración público-privada podría revolucionar la forma en que protegemos y gestionamos los recursos del planeta.
Con este acuerdo, la NASA y Sceye demuestran que la innovación y la cooperación son la clave para afrontar los retos científicos y tecnológicos del siglo XXI.
(Fuente: SpaceNews)
