Blue Origin pondrá rumbo a Marte: el segundo vuelo del cohete New Glenn tiene fecha para noviembre

La carrera por la exploración de Marte sumará este otoño un nuevo capítulo con el esperado segundo vuelo del cohete New Glenn, el gigante orbital de Blue Origin. La compañía fundada por Jeff Bezos ha confirmado que la ventana de lanzamiento está programada para el 9 de noviembre, y no será un vuelo cualquiera: la misión transportará dos sofisticadas sondas de la NASA destinadas al estudio del planeta rojo. Este anuncio supone un avance significativo tanto para la empresa privada como para la agencia espacial estadounidense, en un contexto en el que la colaboración público-privada impulsa la próxima generación de misiones interplanetarias.
El New Glenn es la gran apuesta de Blue Origin para competir en el mercado de lanzadores pesados, dominado hasta ahora por SpaceX y, en menor medida, por United Launch Alliance (ULA) y la europea ArianeGroup. El cohete, cuyo nombre rinde homenaje al astronauta John Glenn, cuenta con una primera etapa reutilizable de 7 metros de diámetro y 57 metros de altura, diseñada para transportar hasta 45 toneladas a órbita baja terrestre (LEO). Uno de sus grandes reclamos tecnológicos es la reutilización de su primera etapa, que permite aterrizajes controlados similares a los del Falcon 9 de SpaceX, aunque con una capacidad de carga superior.
El debut del New Glenn tuvo lugar a principios de 2024, un vuelo que, si bien no estuvo exento de desafíos técnicos, demostró la viabilidad del lanzador y sentó las bases para su empleo en misiones más ambiciosas. En este segundo vuelo, Blue Origin afronta la responsabilidad de transportar dos vehículos de la NASA que forman parte del programa ESCAPADE (Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers). Estas sondas gemelas tienen como objetivo estudiar la interacción entre el viento solar y la magnetosfera marciana, una cuestión clave para entender la evolución atmosférica de Marte y sus condiciones pasadas para la habitabilidad.
El lanzamiento del New Glenn se realizará desde el complejo LC-36 de Cabo Cañaveral, Florida, una plataforma histórica que ha sido completamente remodelada por Blue Origin para albergar su nueva generación de cohetes. La misión requerirá una inserción precisa en una trayectoria interplanetaria, lo cual pondrá a prueba tanto la fiabilidad del lanzador como la capacidad de la empresa para cumplir con los exigentes requisitos de una ventana de lanzamiento a Marte, que solo se presenta cada 26 meses debido a la alineación orbital de ambos planetas.
Este lanzamiento no solo supone un hito para Blue Origin, sino que también representa un paso adelante para la NASA en su política de diversificar proveedores de acceso al espacio. Hasta hace poco, la agencia dependía casi exclusivamente de SpaceX para sus misiones científicas y logísticas, pero ahora apuesta por una mayor competencia en el sector. La NASA ha manifestado su confianza en Blue Origin, adjudicando contratos para futuras misiones lunares dentro del programa Artemis, así como para el transporte de cargas científicas de alto valor.
Mientras tanto, SpaceX continúa consolidando su liderazgo con la familia Falcon y el megacohete Starship, que en los próximos meses afrontará nuevas pruebas orbitales, incluyendo el primer intento de recuperación completa de ambas etapas. Por su parte, Blue Origin busca diferenciarse con una arquitectura de lanzadores pesados y una estrategia comercial orientada tanto a cargas gubernamentales como privadas. El éxito de este segundo vuelo será clave para posicionar a New Glenn como un contendiente real en el mercado global de lanzamientos, donde también emergen competidores europeos como Ariane 6 y empresas españolas como PLD Space, que ha realizado con éxito sus primeras pruebas suborbitales con el cohete Miura 1 y se prepara para el debut orbital del Miura 5.
En el ámbito de la exploración marciana, la misión ESCAPADE se suma a una creciente flota internacional de orbitadores y rovers que buscan desvelar los secretos de Marte. Las dos sondas, desarrolladas en colaboración con la Universidad de California en Berkeley, emplearán instrumentos de plasma y magnetómetros para cartografiar la dinámica atmosférica marciana, contribuyendo a futuros proyectos de exploración humana y robótica. Se espera que los datos obtenidos ayuden a descifrar cómo Marte perdió la mayor parte de su atmósfera y qué implicaciones tiene para la búsqueda de vida pasada o presente.
El vuelo del New Glenn en noviembre será una prueba de fuego para Blue Origin y para la industria espacial comercial en su conjunto. El éxito de la misión abriría la puerta a nuevos contratos y consolidaría la irrupción de un nuevo actor en la conquista del espacio profundo, impulsando la próxima era de exploración planetaria.
(Fuente: SpaceNews)
