Sateliot refuerza su apuesta espacial: Barcelona será el epicentro de sus satélites directos al móvil
La compañía española Sateliot, especializada en el desarrollo de satélites para comunicaciones IoT, ha dado un paso estratégico clave al inaugurar unas renovadas y ampliadas instalaciones en Barcelona. Este ambicioso movimiento no solo refuerza su posicionamiento en el sector aeroespacial nacional e internacional, sino que además marca el inicio de una nueva etapa tecnológica: la fabricación de satélites de nueva generación capaces de enlazar directamente con teléfonos inteligentes, abriendo la puerta a servicios de voz, vídeo y datos más allá de la tradicional conectividad para sensores y máquinas.
Hasta la fecha, Sateliot había centrado sus esfuerzos en ofrecer soluciones IoT (Internet de las Cosas), permitiendo la comunicación global de dispositivos remotos —desde sensores agrícolas hasta sistemas logísticos— mediante pequeños satélites en órbita baja (LEO). Sin embargo, la demanda creciente por parte de sectores como la movilidad, la seguridad, la gestión de emergencias y la industria ha impulsado a la empresa a evolucionar su tecnología. El objetivo es claro: superar la mera conectividad de dispositivos y permitir que cualquier usuario, en cualquier parte del mundo, pueda comunicarse directamente a través de su smartphone con voz, vídeo o datos, sin depender de la cobertura terrestre tradicional.
La nueva sede, ubicada en Barcelona, ha sido equipada con laboratorios de integración, zonas limpias para el ensamblaje de componentes electrónicos y áreas de testeo ambiental, elementos imprescindibles para fabricar satélites capaces de soportar las exigencias del entorno espacial. Esta ampliación permitirá a Sateliot acelerar la producción de sus plataformas satelitales, con vistas a lanzar una constelación más avanzada a partir de 2025. Según fuentes de la empresa, los nuevos modelos incorporarán mejoras en capacidad de transmisión, eficiencia energética y resistencia a las radiaciones, claves para garantizar servicios de alta calidad en cualquier región del planeta.
Este anuncio se produce en un contexto de efervescencia para el sector espacial español. Empresas como PLD Space han logrado hitos recientes, como el exitoso vuelo del cohete Miura 1, que posiciona a España en la élite de los países capaces de desarrollar y lanzar vehículos espaciales. Sateliot, por su parte, se suma a esta ola de innovación, situando al país a la vanguardia de la denominada «nueva carrera espacial» centrada en la democratización del acceso a la conectividad global y la monitorización de datos en tiempo real.
El avance de Sateliot también se enmarca en una tendencia internacional cada vez más pujante: el despliegue de constelaciones de satélites de órbita baja para ofrecer servicios de comunicación directa al dispositivo. SpaceX, a través de su megaconstelación Starlink, ha revolucionado el acceso a Internet de banda ancha en zonas remotas, y ya explora la compatibilidad directa con teléfonos móviles gracias a acuerdos con operadores como T-Mobile en Estados Unidos. Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, también ha manifestado su interés por el mercado de las telecomunicaciones satelitales, aunque por ahora se ha centrado en el desarrollo de sistemas de lanzamiento reutilizables y en el turismo espacial.
Mientras tanto, la NASA continúa ampliando su colaboración con empresas privadas para acelerar la exploración lunar y marciana, y ha mostrado interés en la integración de redes de satélites comerciales para mejorar las comunicaciones en futuras misiones tripuladas. En Europa, la ESA investiga las posibles sinergias entre satélites pequeños y redes terrestres 5G, en un intento por liderar la convergencia de las telecomunicaciones espaciales y móviles.
Por otro lado, empresas como Virgin Galactic han centrado sus esfuerzos en el turismo suborbital, mientras que el descubrimiento de nuevos exoplanetas mediante telescopios espaciales sigue impulsando la investigación astrofísica y la colaboración internacional. Sin embargo, la competencia se intensifica en el ámbito de los servicios directos al dispositivo, donde la capacidad de ofrecer una cobertura global, estable y asequible marcará la diferencia entre los distintos actores.
Sateliot, gracias a la apertura de estas modernas instalaciones en Barcelona, pretende acelerar su hoja de ruta. La empresa prevé que, con la nueva generación de satélites, podrá ofrecer servicios no solo a empresas y organismos, sino también al usuario final, abriendo el camino a una nueva era de conectividad global desde el espacio. Además, la compañía refuerza su apuesta por el talento local y la colaboración con centros tecnológicos y universidades, consolidando a Barcelona como uno de los polos emergentes de la industria espacial europea.
Con estos avances, Sateliot no solo aspira a liderar el mercado de las comunicaciones IoT y directas al dispositivo, sino también a posicionar a España como referente en la revolución de las telecomunicaciones espaciales, un terreno en el que la competencia internacional es cada vez más feroz.
(Fuente: SpaceNews)
