Blue Origin lanza con éxito las sondas ESCAPADE de la NASA rumbo a Marte para investigar su magnetosfera

En un hito destacado para la exploración interplanetaria, la agencia espacial estadounidense NASA ha puesto en marcha una nueva misión científica con destino a Marte. A bordo de un cohete New Glenn de Blue Origin, dos sondas gemelas de la misión ESCAPADE (Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers) despegaron este jueves a las 21:55 (hora peninsular española), iniciando así su viaje hacia el Planeta Rojo. El objetivo principal de esta ambiciosa misión es estudiar cómo la actividad solar afecta la tenue magnetosfera marciana, un conocimiento crucial de cara a futuros viajes tripulados y la potencial habitabilidad del planeta vecino.
La misión ESCAPADE representa un avance notable tanto en el desarrollo de sondas científicas de bajo coste como en la colaboración entre entidades públicas y privadas. El lanzamiento se realizó desde las instalaciones de Blue Origin en Cabo Cañaveral, Florida, utilizando por primera vez el potente lanzador New Glenn para una misión interplanetaria. Se trata de un paso significativo para la compañía fundada por Jeff Bezos, que hasta ahora había centrado su actividad en vuelos suborbitales y ensayos de propulsión.
Un laboratorio doble para estudiar el clima espacial marciano
Las sondas ESCAPADE, bautizadas como «Blue» y «Gold», viajarán en tándem hasta Marte, donde se colocarán en órbitas elípticas complementarias. Cada nave, de apenas 120 kilos de masa, está equipada con instrumentos de última generación capaces de medir el plasma, los campos magnéticos y eléctricos, y las partículas cargadas presentes en la atmósfera superior marciana.
A diferencia de la Tierra, Marte no posee un campo magnético global que lo proteja de las tormentas solares y el viento solar. En vez de ello, su atmósfera y su superficie están parcialmente resguardadas por campos magnéticos locales y remanentes en la corteza, lo que genera una «magnetosfera fragmentada». ESCAPADE investigará cómo la radiación solar erosiona la atmósfera marciana, un proceso esencial para entender la evolución climática del planeta y, por extensión, su capacidad para albergar vida en el pasado.
Cooperación internacional y avances tecnológicos
El desarrollo de ESCAPADE ha supuesto una colaboración estrecha entre el Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de California, Berkeley, y el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Además, la misión se integra dentro del programa Small Innovative Missions for Planetary Exploration (SIMPLEx), que busca reducir los costes y tiempos de desarrollo mediante el empleo de plataformas modulares y componentes comerciales.
La elección del New Glenn como lanzador ha sido otro elemento clave en el éxito de la operación. El cohete utiliza motores BE-4 alimentados por metano y oxígeno líquidos, capaces de colocar más de 13 toneladas en órbita de transferencia geoestacionaria. Esta misión supone la validación definitiva del lanzador para vuelos interplanetarios, consolidando a Blue Origin como un actor relevante en el sector aeroespacial, junto a SpaceX y otras empresas emergentes.
Relevancia histórica y futura
El estudio de la atmósfera y magnetosfera marcianas se remonta a misiones pioneras como Mars Global Surveyor y MAVEN, pero ESCAPADE introduce por primera vez un enfoque dual y simultáneo. Al comparar datos en dos ubicaciones distintas, los científicos podrán observar en tiempo real cómo las variaciones del viento solar afectan diferentes regiones del entorno marciano. Esta perspectiva tridimensional permitirá mejorar los modelos de interacción solar y prever mejor los riesgos de radiación para futuras misiones tripuladas.
La importancia de esta misión no solo radica en el avance científico, sino también en la preparación para la exploración humana de Marte. Entender la dinámica de escape atmosférico y los peligros asociados a las tormentas solares será fundamental para diseñar hábitats y sistemas de protección para astronautas.
El contexto internacional de la exploración marciana
Actualmente, Marte es destino de varias misiones internacionales. China, con su rover Zhurong, y Europa, a través de la misión ExoMars, intentan desentrañar los secretos del planeta. Mientras tanto, empresas privadas como SpaceX persiguen el sueño de la colonización, con el desarrollo del Starship y tecnologías asociadas para vuelos tripulados. En paralelo, la española PLD Space avanza en el desarrollo de lanzadores reutilizables, contribuyendo al auge del sector espacial europeo.
En cuanto a la búsqueda de exoplanetas y vida más allá del Sistema Solar, NASA y la ESA continúan expandiendo el catálogo de mundos potencialmente habitables, mientras telescopios como el James Webb ofrecen imágenes sin precedentes de atmósferas planetarias distantes.
Con ESCAPADE, la NASA refuerza su liderazgo en la exploración científica de Marte, sentando las bases para una futura presencia humana en el planeta rojo. El éxito del lanzamiento y la colaboración con Blue Origin marcan un nuevo capítulo en la historia de la conquista espacial, demostrando que la cooperación entre agencias públicas y empresas privadas es el camino a seguir hacia la próxima frontera.
(Fuente: NASA)
