India afianza su liderazgo aeroespacial con el motor criogénico CE20, clave para misiones tripuladas

La agencia espacial india ISRO ha dado un paso crucial en la consolidación de su programa espacial al calificar con éxito su motor criogénico CE20 para operar con empujes comprendidos entre 19 y 22 toneladas en vuelos con encendido único. Esta certificación, obtenida tras una serie de ensayos exhaustivos, permite al motor cubrir las exigencias de la etapa superior del lanzador LVM3, el principal cohete pesado de la India. Además, el CE20 ya está certificado para vuelos tripulados, como los previstos en el ambicioso programa Gaganyaan, lo que garantiza su fiabilidad operativa bajo condiciones extremadamente exigentes.
La propulsión criogénica constituye uno de los mayores retos tecnológicos en la industria espacial, dado que requiere operar con propelentes a temperaturas extremadamente bajas: el hidrógeno líquido (LH2) y el oxígeno líquido (LOX). El motor CE20, desarrollado íntegramente por ISRO, utiliza estos carburantes para generar el potente empuje necesario en la etapa final de inserción orbital, donde la precisión y la eficiencia son vitales. Su desarrollo ha sido fundamental para que India logre una independencia tecnológica total en lanzamientos de carga pesada, un campo tradicionalmente dominado por potencias como Estados Unidos, Rusia, Europa y, más recientemente, China.
Históricamente, la ignición de los motores criogénicos se realiza mediante sistemas complejos que utilizan la propia presión de los tanques de propelente para iniciar la combustión de forma controlada. El CE20 no es una excepción, pero incorpora avances que permiten una mayor fiabilidad y flexibilidad operativa, aspectos esenciales para misiones tripuladas. El programa Gaganyaan, que prevé enviar astronautas indios al espacio, ha sido el principal impulsor de la «calificación humana» del CE20, lo que implica una batería de ensayos adicionales para garantizar la máxima seguridad.
El motor, que forma parte del arsenal tecnológico del LVM3 (anteriormente conocido como GSLV Mk III), se ha consolidado como un pilar del sector espacial indio, permitiendo no solo misiones institucionales sino también la entrada en el mercado global del lanzamiento de satélites. El LVM3, equipado con el CE20 en su etapa superior, ha sido protagonista en misiones emblemáticas como el lanzamiento de Chandrayaan-3, la exitosa sonda lunar india, y ahora apunta a misiones aún más ambiciosas.
La entrada de India en el selecto grupo de países capaces de desarrollar y operar motores criogénicos de gran empuje representa un hito comparable a los logros de SpaceX y Blue Origin en Estados Unidos. SpaceX, por ejemplo, ha revolucionado el sector con motores de metano líquido como el Raptor, diseñados para ser reutilizables y de alto rendimiento, y está preparando las pruebas de su Starship para misiones lunares y marcianas en colaboración con la NASA. Blue Origin, por su parte, ha desarrollado el BE-4, un motor criogénico de metano que propulsará tanto el cohete New Glenn como el Vulcan de United Launch Alliance.
En Europa, la española PLD Space continúa avanzando en el desarrollo del Miura 5, un lanzador de nueva generación que empleará motores de keroseno y oxígeno líquido, con el objetivo de posicionar a España en el mapa mundial de lanzadores comerciales y de acceso flexible al espacio. Por su parte, Virgin Galactic sigue apostando por el turismo espacial, aunque su enfoque tecnológico difiere al utilizar motores híbridos para sus vuelos suborbitales.
El avance de ISRO con el CE20 también cobra especial relevancia en el contexto del auge de la exploración de exoplanetas y la necesidad de lanzadores fiables para telescopios espaciales y sondas interplanetarias. La NASA, que recientemente ha reforzado su colaboración con la agencia india, sigue avanzando en sus programas Artemis y Mars Sample Return, ambos dependientes de la fiabilidad de sus sistemas de propulsión, como el RS-25 de los cohetes SLS. La cooperación internacional en el ámbito de motores criogénicos y lanzadores es cada vez más frecuente, en un entorno donde la seguridad, la eficiencia y la versatilidad resultan clave.
Así, el éxito del motor criogénico CE20 no solo refuerza la posición de India como potencia espacial emergente, sino que también contribuye al dinamismo y la diversidad tecnológica del sector aeroespacial global, abriendo la puerta a nuevas colaboraciones y retos en la conquista del espacio.
(Fuente: SpaceDaily)
