Recorte de vuelos de Starliner: NASA ajusta su programa ante el ocaso de la Estación Espacial

La Estación Espacial Internacional (EEI), ese laboratorio orbital que durante más de dos décadas ha sido símbolo de cooperación científica y tecnológica internacional, encara sus últimos años de operación. Mientras los principales socios internacionales ya discuten su futuro desmantelamiento, la NASA ha comenzado a tomar decisiones estratégicas que afectan directamente al programa Starliner de Boeing, una de las dos naves estadounidenses certificadas para el transporte regular de astronautas a la EEI.
### El fin de una era para la Estación Espacial
La EEI fue puesta en órbita a finales de los años noventa, con la esperanza de mantener una presencia humana continua en el espacio. Sometida a constantes actualizaciones y reparaciones, la estación ha superado ampliamente su vida útil inicial, pero los signos de envejecimiento –filtraciones, problemas eléctricos y fatiga estructural– se han vuelto cada vez más frecuentes. Tanto la NASA como Roscosmos y la Agencia Espacial Europea (ESA) prevén el cierre de la estación en torno a 2030, aunque todavía se está debatiendo el calendario exacto para su retirada de servicio y reentrada controlada en la atmósfera.
### Starliner y el programa de tripulación comercial
En respuesta a la jubilación de los transbordadores espaciales, la NASA impulsó el programa Commercial Crew, con el objetivo de fomentar la competencia y la innovación entre empresas privadas estadounidenses. En 2014, la agencia adjudicó contratos tanto a SpaceX como a Boeing para el desarrollo de dos naves tripuladas: Crew Dragon y CST-100 Starliner, respectivamente.
Mientras la Crew Dragon de SpaceX lleva ya cuatro años realizando vuelos regulares –con una docena de misiones tripuladas completadas con éxito–, el Starliner de Boeing ha sufrido múltiples retrasos y problemas técnicos. La nave realizó su primera misión tripulada apenas en 2024, con dos astronautas a bordo y tras varios vuelos de prueba no exentos de contratiempos.
### Recortes en las misiones de Starliner
Ahora, con el horizonte de la EEI cada vez más cercano, la NASA ha anunciado que reducirá el número de misiones futuras asignadas a Starliner. De las seis rotaciones de tripulación inicialmente previstas, Boeing podría quedarse con solo tres o cuatro vuelos antes de que la estación sea retirada. Las razones son tanto técnicas como económicas: el desarrollo tardío y los costes adicionales de Starliner hacen menos atractivo seguir apostando por la nave, especialmente cuando Crew Dragon ha demostrado sobrada fiabilidad y flexibilidad.
Este ajuste en el calendario afecta no solo a Boeing sino también a los planes de la agencia para asegurar una transición ordenada hacia las futuras estaciones espaciales privadas, que empresas como Axiom Space, Blue Origin o Voyager Space están desarrollando con vistas a la próxima década.
### El futuro de la presencia humana en órbita baja
Mientras tanto, SpaceX continúa consolidando su liderazgo en el sector. La empresa de Elon Musk no solo ha garantizado el acceso estadounidense a la EEI con su Crew Dragon, sino que también ha empezado a diversificar su oferta con misiones privadas y turísticas, como las Inspiration4 y Axiom-1. Además, SpaceX prevé utilizar su nave Starship, actualmente en fase avanzada de pruebas, para misiones lunares y, a largo plazo, para la colonización de Marte.
Por su parte, Blue Origin, aunque todavía no ha completado un vuelo orbital tripulado, avanza en el desarrollo de su cápsula New Shepard para vuelos suborbitales turísticos y, sobre todo, del cohete New Glenn, que podría desempeñar un papel relevante en la nueva generación de estaciones espaciales comerciales.
En Europa, la española PLD Space se prepara para el lanzamiento inaugural de su cohete MIURA 5, con el objetivo de colocar cargas útiles en órbita baja y posicionarse como referente continental en el acceso al espacio.
### Exoplanetas y la ciencia más allá de la EEI
La retirada de la EEI no significa el fin de la exploración espacial tripulada ni de la investigación científica en microgravedad. Con telescopios espaciales como el James Webb (NASA/ESA/CSA) desvelando nuevos exoplanetas y caracterizando atmósferas de mundos lejanos, la próxima década promete avances espectaculares en el estudio de sistemas planetarios fuera del Sistema Solar. La búsqueda de vida más allá de la Tierra recibirá un impulso gracias a futuras misiones como la europea ARIEL, que se centrará en el análisis espectroscópico de cientos de exoplanetas.
### Un horizonte en transformación
El progresivo cierre de la EEI marca el fin de una era, pero también abre la puerta a una nueva etapa de exploración y cooperación público-privada. El recorte de vuelos de Starliner refleja la rapidez con la que el sector espacial evoluciona, donde la capacidad de adaptación y la innovación tecnológica son más decisivas que nunca. El relevo generacional de plataformas orbitales y naves tripuladas está en marcha, y el espacio se prepara para una década de cambios apasionantes.
(Fuente: Arstechnica)
