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Un radar de la NASA desvela nuevos secretos bajo el hielo del polo sur de Marte

Un radar de la NASA desvela nuevos secretos bajo el hielo del polo sur de Marte

El enigmático subsuelo marciano vuelve a ser protagonista gracias a los últimos avances tecnológicos en exploración planetaria. Un equipo de científicos, empleando una innovadora técnica de radar a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, ha logrado obtener imágenes inéditas del polo sur de Marte. Estos datos abren la puerta a nuevas incógnitas sobre una estructura oculta bajo kilómetros de hielo, cuya naturaleza lleva años desconcertando a la comunidad científica.

El Mars Reconnaissance Orbiter, una de las sondas más longevas y fructíferas de la NASA, orbita Marte desde 2006. Entre sus instrumentos más avanzados destaca el radar SHARAD (Shallow Radar), diseñado para investigar las capas subterráneas del planeta. Tradicionalmente, SHARAD ha permitido conocer la estratificación y el grosor de los depósitos polares de hielo, cruciales para entender el clima marciano. Sin embargo, la reciente mejora en las técnicas de procesamiento de datos, mediante algoritmos más sofisticados, ha multiplicado la resolución y el alcance de las observaciones.

El foco de este nuevo estudio es una región del polo sur marciano donde, en 2018, se detectó una anomalía bajo la capa de hielo. Aquella señal, interpretada inicialmente como un posible lago subglacial, suscitó un intenso debate: ¿podría Marte albergar agua líquida bajo su superficie helada, igual que ocurre en los lagos subglaciales de la Antártida terrestre? Las implicaciones de una respuesta afirmativa serían enormes, tanto para la astrobiología como para la futura exploración humana.

Gracias a la optimización del radar SHARAD, los investigadores han conseguido penetrar con mayor nitidez a través de los más de 1.500 metros de hielo que cubren la zona. Los nuevos datos muestran que la misteriosa “mancha” refleja las ondas de radar de forma diferente al hielo circundante, pero su firma sigue sin ser completamente compatible con agua líquida pura. Este hallazgo ha reavivado el debate científico: mientras algunos sostienen que podría tratarse de salmueras extremadamente frías, otros apuntan a la posibilidad de depósitos de minerales, arcillas o incluso capas de hielo con propiedades inusuales.

El avance tecnológico que permite este nivel de detalle se basa en una técnica llamada «suma coherente», que mejora la relación señal/ruido y permite distinguir mejor las interfaces entre capas subterráneas. Paralelamente, el uso de modelos digitales del terreno y simulaciones por ordenador ha ayudado a los científicos a interpretar las complejas señales recogidas por el radar, descartando artefactos y afinando la localización y el grosor de las estructuras detectadas.

El estudio de estos depósitos de hielo y posibles lagos subglaciales no es solo una cuestión de curiosidad académica. El hielo polar de Marte es el mayor reservorio de agua de su superficie y un registro histórico de los cambios climáticos del planeta rojo. Desentrañar su composición y dinámica es esencial para comprender la evolución atmosférica y la habitabilidad pasada de Marte. Además, el agua es un recurso clave para futuras misiones tripuladas, tanto para la obtención de combustible como para el sostenimiento de la vida humana.

El interés por este tipo de investigaciones no es exclusivo de la NASA. Agencias espaciales europeas, como la ESA, han desarrollado misiones como Mars Express, cuyo radar MARSIS también ha contribuido a la detección de posibles lagos subterráneos. Mientras tanto, empresas privadas como SpaceX siguen de cerca estos descubrimientos, pues la disponibilidad de agua en Marte podría facilitar los ambiciosos planes de establecer bases permanentes en el planeta vecino.

El impulso de la exploración subterránea marciana también ha inspirado a startups y compañías emergentes, como la española PLD Space, que aspiran a desarrollar tecnologías de transporte y aterrizaje de instrumentos científicos en la superficie de Marte. El creciente interés por la astrobiología y la búsqueda de exoplanetas habitables añade un elemento de urgencia y expectación a estos hallazgos.

A pesar de los avances, la incógnita sobre el verdadero origen y composición de la estructura detectada bajo el polo sur de Marte permanece abierta. Los próximos pasos incluirán la aplicación de técnicas aún más avanzadas de radar, experimentos de laboratorio para reproducir condiciones marcianas y, en el futuro, misiones robóticas o incluso tripuladas que puedan perforar la capa de hielo y analizar in situ el misterioso material.

En definitiva, los últimos resultados del Mars Reconnaissance Orbiter reafirman a Marte como un mundo lleno de sorpresas, donde la tecnología de vanguardia y la colaboración internacional siguen desentrañando secretos bajo la superficie. La carrera por comprender el pasado y el potencial de habitabilidad marcianos continúa, prometiendo nuevas revelaciones en los próximos años.

(Fuente: NASA)