Explorando el cosmos: auge de los nuevos seguros espaciales ante el despegue comercial

El acelerado avance de la industria espacial, alimentado por empresas privadas como SpaceX, Blue Origin, Virgin Galactic y la española PLD Space, ha transformado el acceso al espacio en una realidad cotidiana y, con ello, ha dado pie a la aparición de un nuevo sector emergente e indispensable: los seguros espaciales. La creciente actividad de lanzamiento, la multiplicidad de actores y la sofisticación tecnológica han propiciado que la contratación de pólizas específicas para misiones espaciales se convierta en una herramienta esencial para mitigar riesgos y proteger inversiones multimillonarias.
En las últimas décadas, las aseguradoras tradicionales han observado con atención el auge del sector espacial. En sus inicios, tanto las misiones tripuladas de la NASA como los lanzamientos de satélites comerciales dependían de un puñado de grandes compañías que ofertaban pólizas de coberturas limitadas, con primas elevadas debido a la alta siniestralidad y la falta de datos históricos. Sin embargo, la irrupción de nuevas tecnologías reutilizables y la democratización del acceso al espacio han cambiado radicalmente el panorama.
SpaceX, liderada por Elon Musk, ha sido pionera en la reutilización de cohetes, reduciendo significativamente los costes de lanzamiento y, por ende, el riesgo percibido por las aseguradoras. Con más de 300 lanzamientos exitosos acumulados y una tasa de éxito del Falcon 9 superior al 98%, la compañía ha generado una valiosa base de datos que permite a las aseguradoras ajustar sus modelos de riesgo y ofrecer primas más competitivas. Este abaratamiento de los costes ha permitido a pequeñas y medianas empresas acceder al espacio, incrementando la demanda de seguros a medida y ampliando el mercado potencial.
Blue Origin, bajo la dirección de Jeff Bezos, también ha contribuido a esta evolución, especialmente en el ámbito del turismo espacial suborbital. Los vuelos de su lanzador New Shepard, destinados a pasajeros privados y experimentos científicos, han obligado a las aseguradoras a desarrollar productos específicos para cubrir tanto la integridad física de los astronautas como la posible pérdida de carga experimental. Asimismo, Virgin Galactic ha abierto una nueva vertiente en el sector asegurador con sus vuelos espaciales turísticos en la nave SpaceShipTwo, en los que se combinan riesgos de aviación civil y espacial.
En el contexto europeo, PLD Space ha situado a España en el mapa de los lanzadores comerciales con su cohete Miura 1, que realizó su primer vuelo exitoso en 2023. La compañía ilicitana está trabajando ya en el desarrollo del Miura 5, que aspira a competir en el mercado de lanzamientos ligeros y que, según fuentes del sector, ya negocia con aseguradoras especializadas la cobertura de sus futuras misiones. La presencia de agentes españoles en el sector asegurador, como Mapfre, ha favorecido el desarrollo de pólizas adaptadas a las necesidades del mercado nacional y europeo.
En paralelo, la NASA y otras agencias públicas como la ESA o Roscosmos han impulsado la colaboración público-privada en el desarrollo de satélites, misiones de exploración planetaria y proyectos de observación de la Tierra. El reciente auge en el descubrimiento de exoplanetas, gracias a misiones como Kepler, TESS o el telescopio espacial James Webb, ha aumentado el interés de empresas privadas en lanzar instrumentos científicos al espacio, lo que a su vez ha incrementado la demanda de seguros para misiones de alto valor científico y tecnológico.
La cobertura habitual de los seguros espaciales incluye el fallo en el lanzamiento, la pérdida o daño del satélite durante la puesta en órbita, el fracaso en la inserción orbital y, en ocasiones, la cobertura de la vida útil operacional del satélite frente a amenazas como tormentas solares, basura espacial o fallos técnicos. Además, en el caso de misiones tripuladas, las pólizas pueden incluir indemnizaciones para los astronautas y sus familias en caso de accidentes.
El mercado mundial de seguros espaciales está valorado en cerca de 800 millones de dólares anuales, aunque se espera que esta cifra aumente exponencialmente en los próximos años. El auge de las megaconstelaciones de satélites, como Starlink de SpaceX o Kuiper de Amazon, y el aumento de lanzamientos por parte de nuevos actores como China o India, están impulsando la especialización y diversificación de las pólizas ofrecidas.
En definitiva, el seguro espacial se ha convertido en una «póliza de bajo coste» pero de alto valor estratégico, que permite a empresas y agencias espaciales protegerse frente a la incertidumbre inherente a la exploración del cosmos. A medida que el sector se expande y madura, el papel de las aseguradoras será cada vez más relevante para garantizar la viabilidad y sostenibilidad de las ambiciones espaciales de la humanidad.
(Fuente: Arstechnica)
