Japón impulsa su capacidad espacial: Space One y Space BD lanzarán un satélite militar

La apuesta de Japón por el desarrollo de su sector espacial ha dado un nuevo paso adelante con la reciente adjudicación, por parte del Ministerio de Defensa nipón, del contrato para lanzar un satélite militar a las empresas Space One y Space BD. Este movimiento estratégico no solo refuerza la autonomía tecnológica y de defensa del país, sino que también consolida el papel emergente de sus empresas privadas dentro de la industria espacial global.
El satélite en cuestión será de pequeño tamaño, acorde con la tendencia internacional hacia plataformas más compactas y versátiles, capaces de ofrecer servicios avanzados a costes significativamente inferiores a los de los satélites tradicionales. Aunque el Ministerio de Defensa japonés no ha desvelado detalles precisos sobre las capacidades concretas del artefacto, fuentes del sector apuntan a que la misión estará orientada a tareas de observación y comunicaciones, áreas prioritarias para la seguridad nacional en el actual contexto geopolítico del Indo-Pacífico.
Space One: la joven promesa de los lanzamientos japoneses
Space One, fundada en 2018, se ha convertido rápidamente en una de las figuras clave dentro del panorama espacial japonés. La empresa, respaldada por pesos pesados como Canon Electronics, IHI Aerospace y Shimizu Corporation, está desarrollando el cohete Kairos, un lanzador ligero específicamente diseñado para poner en órbita satélites pequeños en misiones rápidas y flexibles. El Kairos utiliza combustible sólido en sus tres primeras etapas y una etapa superior de combustible líquido, una combinación que busca optimizar tanto el coste como la fiabilidad.
El primer vuelo de Kairos estaba inicialmente previsto para el año pasado, pero fue pospuesto tras un fallo detectado durante los ensayos previos al lanzamiento. Pese a este contratiempo, Space One ha mantenido su calendario de desarrollo y pretende convertirse en la plataforma de referencia para clientes gubernamentales y comerciales que demandan acceso ágil y seguro al espacio.
Space BD: la pieza clave en la integración y comercialización espacial
Por su parte, Space BD desempeña funciones de integración de carga útil y gestión de proyectos espaciales. Fundada en 2017, la empresa se ha distinguido por su capacidad para conectar a clientes internacionales con servicios de lanzamiento japoneses, así como por su participación en proyectos de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). Su colaboración en la misión militar refuerza su posición como intermediario estratégico y facilitador tecnológico, capaz de adaptar soluciones a las exigentes especificaciones del sector de defensa.
Contexto histórico y geopolítico
El anuncio de este lanzamiento se enmarca en una coyuntura marcada por la creciente rivalidad tecnológica y militar en la región Asia-Pacífico, con potencias como China y Corea del Norte acelerando sus propios programas espaciales. Japón, tradicionalmente dependiente de lanzadores estadounidenses o europeos para sus satélites más críticos, busca ahora reducir esa dependencia y asegurar que sus activos estratégicos puedan ser puestos en órbita sin recurrir a proveedores extranjeros.
El desarrollo de lanzadores nacionales como el Kairos, junto a la consolidación de una industria privada pujante, responde a una doble lógica: fortalecer la autonomía de defensa y estimular la economía espacial nacional, que se prevé que alcance un valor de 4 billones de yenes (unos 28.000 millones de euros) en la próxima década.
Un paso más hacia la soberanía espacial japonesa
La colaboración entre Space One y Space BD, bajo los auspicios del Ministerio de Defensa, representa un hito en el camino hacia una mayor soberanía espacial de Japón. Al apostar por empresas nacionales para lanzar satélites militares, el país envía una señal clara de que está dispuesto a competir en la primera línea de la tecnología espacial y a garantizar que la seguridad de sus infraestructuras críticas no dependa de terceros.
Con la vista puesta en futuros desarrollos, tanto civiles como militares, este contrato servirá de banco de pruebas para las capacidades de la nueva generación de lanzadores japoneses y podría abrir la puerta a misiones más ambiciosas en los próximos años. El éxito de la operación consolidará a Japón como un actor relevante en el escenario espacial internacional, capaz de responder con agilidad a los desafíos de un entorno en constante cambio.
(Fuente: SpaceNews)

 
							 
							