El potencial transformador de las imágenes diarias de la Tierra: Planet apuesta por cambiar el mundo desde el espacio

El sector espacial vive un momento de efervescencia sin precedentes, marcado por la irrupción de nuevos actores privados y el desarrollo vertiginoso de tecnologías de observación terrestre. En este contexto, Planet Labs, una de las compañías pioneras en la obtención de imágenes diarias del planeta, se convierte en protagonista por su capacidad para ofrecer datos valiosos que pueden cambiar la manera en la que comprendemos y gestionamos los recursos de la Tierra.
Ashley Johnson, presidenta y directora financiera de Planet, ha compartido recientemente la visión de la empresa: lograr que los cambios globales sean visibles, accesibles y, sobre todo, accionables. Para ello, la compañía ha desplegado la mayor constelación de satélites de observación terrestre del mundo, conocidos como Doves, que orbitan en torno a los 475 kilómetros de altitud en la órbita baja terrestre. Estos pequeños satélites, del tamaño de una caja de zapatos, son capaces de fotografiar la superficie terrestre con una frecuencia diaria, lo que ofrece una panorámica sin precedentes de la evolución del planeta.
La tecnología de imágenes diarias permite a gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales monitorizar en tiempo real fenómenos como la deforestación, la expansión urbana, el estado de los cultivos o los efectos de desastres naturales. Este flujo constante de información abre la puerta a una gestión más eficiente y sostenible de los recursos naturales, así como a una mejor respuesta ante emergencias medioambientales.
En paralelo, gigantes como SpaceX y Blue Origin están impulsando la reducción de costes en el acceso al espacio. SpaceX, con su familia de cohetes Falcon y el desarrollo del Starship —proyectado para misiones de gran volumen y alcance interplanetario—, ha abarato significativamente los lanzamientos, facilitando que empresas como Planet puedan poner en órbita grandes constelaciones de satélites. Blue Origin, por su parte, avanza en la reutilización de lanzadores con el New Shepard y el futuro New Glenn, lo que augura una nueva era de lanzamientos frecuentes y asequibles.
Mientras tanto, la NASA sigue liderando misiones científicas de vanguardia, como Landsat 9, que continúa la histórica serie de satélites de observación terrestre iniciada en 1972. La agencia estadounidense colabora activamente con empresas privadas para potenciar la innovación y la transferencia tecnológica, un modelo que está siendo imitado en Europa y Asia.
En España, PLD Space ha dado pasos significativos con el desarrollo del Miura 1 y Miura 5, dos cohetes reutilizables diseñados para el lanzamiento de pequeños satélites. La empresa española se perfila como un actor clave en el mercado europeo de microlanzadores, abriendo nuevas posibilidades para el acceso flexible y rápido al espacio.
Virgin Galactic, líder en turismo suborbital, también está apostando por la observación de la Tierra. Sus vuelos comerciales ofrecen una perspectiva inédita del planeta, mientras exploran aplicaciones científicas y de monitorización medioambiental desde la frontera del espacio.
La democratización de los datos satelitales, impulsada tanto por agencias públicas como por compañías privadas, está cambiando la manera en la que se toman decisiones en sectores tan diversos como la agricultura, la seguridad, la gestión de infraestructuras o la protección del medio ambiente. La posibilidad de observar cada rincón del planeta todos los días supone una revolución en la transparencia y la rendición de cuentas, ya que gobiernos y empresas pueden ser evaluados en tiempo real por su impacto sobre el entorno.
Planet, junto a otras empresas y agencias espaciales, está demostrando que el futuro de la observación terrestre pasa por la combinación de tecnologías avanzadas, colaboración internacional y modelos de negocio innovadores. El objetivo: hacer visible lo invisible y convertir los datos en acciones concretas para afrontar los grandes retos globales.
El acceso diario a imágenes de la Tierra marca el inicio de una nueva era en la gestión del planeta, en la que la información precisa y actualizada será el principal motor de cambio hacia un futuro más sostenible y resiliente.
(Fuente: SpaceNews)

 
							 
							