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Un misterioso objeto celeste desafía las leyes de la física y desconcierta a la astronomía

Un misterioso objeto celeste desafía las leyes de la física y desconcierta a la astronomía

Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado el descubrimiento de un objeto estelar absolutamente inusual, cuya naturaleza y comportamiento desafían los modelos actuales de física estelar. Este hallazgo, presentado el 28 de mayo de 2025, ha sido posible gracias a la colaboración entre el Chandra X-ray Observatory de la NASA y el radiotelescopio Square Kilometre Array Pathfinder (ASKAP), situado en tierras Wajarri, en Australia Occidental. La imagen compuesta difundida por la NASA muestra el objeto —destacado con un círculo blanco— y su entorno inmediato, y ha generado un intenso debate en la comunidad científica.

El objeto, todavía en investigación y sin nombre definitivo, se caracteriza por emitir potentes destellos de rayos X y ondas de radio con una periodicidad y potencia nunca antes observadas en otros cuerpos celestes conocidos. Los astrónomos están especialmente intrigados por la combinación de señales detectadas: mientras que la mayoría de los objetos similares —como púlsares o magnetares— siguen patrones predecibles, este nuevo astro muestra un comportamiento errático y fuera de todo catálogo anterior.

Avances tecnológicos al servicio del descubrimiento

La investigación fue posible gracias a la extraordinaria sensibilidad del observatorio espacial Chandra, uno de los telescopios de rayos X más avanzados del mundo, lanzado en 1999 por la NASA. Chandra ha permitido observar regiones remotas del universo, captando emisiones energéticas que escapan a los telescopios ópticos tradicionales. Por su parte, el radiotelescopio ASKAP, un proyecto precursor del futuro Square Kilometre Array —el mayor radiotelescopio jamás construido—, aporta una capacidad sin precedentes para rastrear emisiones de radio de alta frecuencia en grandes áreas del cielo austral.

El análisis conjunto de ambos instrumentos, en diferentes longitudes de onda, es clave para desentrañar la naturaleza de este objeto. Según los responsables del estudio, la coordinación entre observatorios terrestres y espaciales está abriendo una nueva era en la astrofísica, permitiendo identificar fenómenos que hasta ahora permanecían ocultos.

Implicaciones para la física y la cosmología

El hallazgo ha reavivado el interés por los llamados “transitorios de radio de larga duración”, una familia de objetos cósmicos que se manifiestan mediante emisiones de corta duración pero gran intensidad. Sin embargo, el objeto detectado parece ir mucho más allá de lo conocido. Algunos científicos barajan la posibilidad de que se trate de una nueva clase de estrella de neutrones, o incluso de un objeto completamente nuevo, fruto de procesos extremos tras la muerte de una estrella supermasiva.

Este descubrimiento se suma a otros recientes que desafían las fronteras de la astrofísica. En los últimos años, empresas privadas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic han centrado su atención en la exploración del espacio cercano y los vuelos suborbitales, mientras que la NASA y la ESA profundizan en el estudio del universo profundo. En España, la compañía PLD Space avanza en el desarrollo de cohetes reutilizables como el Miura 1 y Miura 5, diseñados para democratizar el acceso al espacio desde Europa.

El auge de colaboraciones internacionales y la participación de actores privados están acelerando el ritmo de los descubrimientos. La combinación de imágenes de alta resolución, inteligencia artificial y nuevas plataformas de observación está permitiendo a los astrónomos detectar fenómenos que hace solo una década hubieran pasado desapercibidos.

Un futuro de incógnitas y posibilidades

El objeto descubierto podría abrir una nueva rama en el estudio de los procesos extremos del universo. Si se confirma que no encaja en ninguna categoría conocida, los modelos teóricos actuales sobre la evolución de las estrellas y la formación de objetos compactos deberán revisarse. Además, este tipo de investigaciones podrían tener aplicaciones tecnológicas inesperadas, desde nuevas formas de detectar ondas gravitacionales hasta el desarrollo de sistemas de navegación basados en señales cósmicas.

Por el momento, los astrónomos continúan recopilando datos y planifican nuevas observaciones con instrumentos de última generación, como el telescopio espacial James Webb y futuros radiotelescopios de gran apertura. El misterio en torno a este objeto promete mantener en vilo a la comunidad científica durante los próximos años.

El universo, una vez más, demuestra que aún guarda secretos capaces de sorprendernos y desafiar nuestra comprensión. (Fuente: NASA)