El nuevo satélite europeo MetOp-SG-A1 inicia el envío de datos revolucionando la meteorología

La carrera por la mejora de la predicción meteorológica y el estudio de la atmósfera terrestre ha alcanzado un nuevo hito este mes con la activación y transmisión de los primeros datos científicos del satélite MetOp-SG-A1, apenas tres semanas después de su lanzamiento. Esta plataforma, perteneciente a la segunda generación de satélites meteorológicos polares de la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con EUMETSAT, representa el avance tecnológico más importante en observación meteorológica por satélite en Europa desde el despliegue de la primera generación de MetOp hace más de quince años.
MetOp-SG-A1, puesto en órbita a finales de mayo de 2024, es el primero de una constelación de seis satélites que garantizarán la continuidad y ampliarán la capacidad de monitorización de nuestro planeta hasta, al menos, mediados de la próxima década. Estos nuevos satélites están llamados a proporcionar datos cruciales no sólo para las previsiones meteorológicas de corto y medio plazo, sino también para el seguimiento del cambio climático y el estudio de fenómenos atmosféricos extremos cada vez más frecuentes.
Apenas tres semanas después de su puesta en órbita, los equipos de operaciones y científicos de la ESA y EUMETSAT confirmaban la recepción de los primeros datos de dos de los instrumentos clave a bordo del MetOp-SG-A1. Este logro es especialmente relevante, ya que el proceso de puesta en marcha y verificación de instrumentos en satélites tan avanzados puede prolongarse durante meses. La rapidez en la entrega de datos iniciales es un testimonio de la fiabilidad del diseño y la preparación previa, fruto de años de colaboración internacional y desarrollo tecnológico.
Entre los instrumentos que han comenzado a enviar información destacan el IASI-NG (Interferómetro de Absorción Infrarroja de Sondeo Atmosférico de Nueva Generación), que medirá con una precisión sin precedentes la temperatura, la humedad y la concentración de gases traza en la atmósfera, y el MWS (Microondas de Sondeo), encargado de obtener perfiles verticales de temperatura y humedad, incluso en condiciones de nubosidad espesa. La combinación de datos de estos dos instrumentos permitirá a los meteorólogos y científicos estudiar la atmósfera con un nivel de detalle y exactitud nunca antes alcanzado por un satélite de órbita polar.
La familia MetOp-SG se divide en dos tipos de satélites, A y B, que se lanzarán de forma alterna para asegurar una cobertura global y redundancia operativa. Cada unidad incorpora un conjunto de instrumentos que cubren desde la observación óptica e infrarroja hasta la microondas y la medición de vientos en la superficie oceánica. El objetivo es mejorar la resolución espacial, temporal y espectral de las observaciones respecto a la primera generación, lo que se traducirá en modelos numéricos del tiempo más fiables y en una mejor comprensión de los procesos climáticos globales.
El legado de los satélites MetOp de primera generación es incuestionable: desde 2006 han aportado datos fundamentales que han permitido afinar las predicciones meteorológicas, facilitando la toma de decisiones en sectores tan sensibles como la agricultura, la gestión de emergencias o la navegación aérea y marítima. La nueva generación MetOp-SG refuerza el liderazgo europeo en observación meteorológica, situándose a la vanguardia mundial junto a los sistemas estadounidenses JPSS y los satélites meteorológicos de China y Japón.
Este avance tecnológico tiene lugar en un contexto de intensa actividad espacial internacional, con iniciativas tanto públicas como privadas. Mientras SpaceX continúa batiendo récords de lanzamientos y ha consolidado la reutilización de cohetes con su Falcon 9, Blue Origin avanza en el desarrollo de su cohete New Glenn y Virgin Galactic expande su oferta de vuelos suborbitales comerciales. En Europa, la española PLD Space ha logrado importantes hitos con el lanzamiento de sus vehículos Miura, posicionando a España como un actor emergente en el sector del acceso al espacio.
En el ámbito de la exploración más allá de la Tierra, la NASA y la ESA colaboran estrechamente en misiones de búsqueda de exoplanetas y estudio de la habitabilidad de otros mundos, como demuestran los recientes avances del telescopio espacial James Webb y la preparación de futuras misiones hacia la Luna y Marte. El auge de nuevas agencias espaciales y empresas privadas está diversificando el acceso al espacio y fomentando una competencia que acelera la innovación tecnológica.
La puesta en marcha del MetOp-SG-A1 marca un capítulo crucial en la historia de la observación meteorológica por satélite. Sus primeras transmisiones no son sólo una promesa de datos más precisos y completos, sino también una garantía de que Europa seguirá liderando la vigilancia del clima y la protección del planeta en una era de desafíos globales crecientes.
(Fuente: ESA)

 
							 
							