Estrack cumple medio siglo: la red europea que conecta la Tierra con el espacio celebra su 50 aniversario

En 2025, la Agencia Espacial Europea (ESA) conmemorará uno de sus hitos más discretos pero fundamentales: el 50 aniversario de Estrack, su red de estaciones de seguimiento y control de satélites, considerada la columna vertebral de las comunicaciones espaciales europeas. Medio siglo después de su puesta en marcha, Estrack sigue siendo el puente insustituible entre nuestros ingenieros en tierra y las naves espaciales europeas que exploran el universo o vigilan nuestro planeta.
Un origen ligado a la ambición espacial europea
La historia de Estrack se remonta a 1975, año de la fundación de la ESA, cuando Europa comenzaba a consolidar su presencia en el espacio. El desarrollo de una red de estaciones de seguimiento era imprescindible para garantizar el control y la recepción de datos de los satélites lanzados por la agencia. La primera estación de la red, situada en Redu, Bélgica, fue inaugurada en 1968 bajo el paraguas de la Organización Europea para el Desarrollo de Satélites (ESRO), precursora de la ESA. Sin embargo, fue a partir de 1975 cuando el sistema se integró y expandió como Estrack, dotando de autonomía y capacidad técnica a la nueva agencia.
Estructura y funcionamiento de la red
Hoy, Estrack está compuesta por una docena de estaciones repartidas estratégicamente en Europa, Sudamérica, África y Australia. Entre las instalaciones más emblemáticas destacan las antenas de espacio profundo de Cebreros (Ávila, España), New Norcia (Australia Occidental) y Malargüe (Argentina), todas equipadas con grandes parabólicas de 35 metros de diámetro capaces de comunicarse con sondas situadas a cientos de millones de kilómetros de la Tierra. A ellas se suman estaciones de tamaño medio y pequeño, especializadas en el control de satélites en órbita baja y geoestacionaria.
El corazón del sistema reside en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), en Darmstadt (Alemania), desde donde se monitorizan y gestionan en tiempo real las misiones, se programan las ventanas de comunicación y se coordina el mantenimiento de la red. Estrack opera 24 horas al día, 365 días al año, garantizando la transferencia de datos científicos, telemetría, comandos y, en caso de emergencia, la recuperación de satélites en situaciones críticas.
Un papel decisivo en las grandes misiones europeas
Estrack ha sido testigo y protagonista de algunos de los momentos más destacados de la exploración espacial europea. Desde el control de los satélites Meteosat en los años setenta y ochenta, pasando por el seguimiento de la sonda Giotto en su encuentro con el cometa Halley en 1986, hasta la histórica misión Rosetta y el aterrizaje de Philae sobre el cometa 67P en 2014, las antenas de Estrack han sido esenciales para recibir los datos científicos y garantizar el éxito operativo.
En la actualidad, la red sigue siendo clave en misiones tan variadas como el rastreo de asteroides con Hera, la monitorización ambiental con los satélites Copernicus o la exploración planetaria con Mars Express y Solar Orbiter. Estrack también proporciona apoyo a misiones de otras agencias, como la NASA y JAXA, reforzando la cooperación internacional en el espacio.
Innovación y adaptación tecnológica constante
A lo largo de estos cincuenta años, Estrack ha evolucionado tecnológicamente para adaptarse a los retos de la era digital y el incremento exponencial de misiones. La modernización de sus antenas, la actualización de sistemas de transmisión de alta velocidad y la incorporación de inteligencia artificial para la gestión de recursos han sido algunas de las mejoras implementadas. Además, la red se prepara para nuevos desafíos como el seguimiento de misiones lunares, la gestión de constelaciones de satélites y la protección frente a la basura espacial.
Un legado hacia el futuro espacial europeo
El aniversario de Estrack no solo supone la celebración de una infraestructura técnica, sino el reconocimiento a décadas de talento humano y cooperación paneuropea. Esta red ha permitido a la ESA y a Europa consolidarse como actores globales en el ámbito espacial, con capacidad de comunicación autónoma y de vanguardia. En el horizonte, Estrack se perfila como pieza clave para las futuras misiones lunares y marcianas, así como para la defensa de la Tierra frente a amenazas desde el espacio.
El 50 aniversario de Estrack subraya la importancia de invertir en tecnología y redes propias para asegurar un papel protagonista en la exploración y el aprovechamiento del espacio. Medio siglo después de su nacimiento, la red

 
							 
							