Europa lanza su ofensiva en navegación por satélite: el debut de LEO-PNT en diciembre de 2025

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado oficialmente que la primera misión de demostración en órbita de su innovador sistema LEO-PNT (Low Earth Orbit Positioning, Navigation and Timing) se lanzará en la segunda mitad de diciembre de 2025. Este avance técnico, que sitúa a Europa en la vanguardia de la navegación por satélite, utilizará un cohete Electron de la compañía Rocket Lab, despegando desde el complejo de lanzamiento neozelandés de Mahia.
El proyecto LEO-PNT supone un giro estratégico en el desarrollo de sistemas de posicionamiento y sincronización global, tradicionalmente dominados por constelaciones en órbitas medias como el GPS estadounidense, el Galileo europeo, el ruso GLONASS o el chino BeiDou. Frente a estos sistemas, que operan a una altura aproximada de 20.000 kilómetros, la ESA apuesta por una constelación en órbita baja terrestre (LEO), a unos 500-1.200 kilómetros de altitud, con el objetivo de mejorar la precisión, la resiliencia y la latencia de los servicios de navegación y cronometraje.
La misión de demostración, que estará compuesta por dos satélites, servirá como banco de pruebas para validar la viabilidad de este nuevo concepto. Los ingenieros europeos buscan comprobar que los satélites en LEO pueden complementar —e incluso superar en algunos aspectos— a las actuales constelaciones MEO, al proporcionar señales más intensas y resistentes a interferencias o bloqueos, como los que se producen en entornos urbanos densos o en presencia de interferencias deliberadas (jamming y spoofing).
El uso de satélites en órbita baja implica recorridos más cortos de la señal hasta los receptores terrestres, lo que se traduce en una mejora significativa de la precisión y una reducción de la latencia. Además, la mayor cercanía permite el uso de antenas de menor tamaño y menor consumo energético tanto en satélites como en dispositivos receptores, abriendo la puerta a su adopción masiva en sectores como la automoción, el transporte marítimo o la sincronización de redes eléctricas y de telecomunicaciones críticas.
La selección del lanzador Electron de Rocket Lab representa otra novedad relevante. Esta empresa estadounidense-neozelandesa se ha posicionado en los últimos años como un actor clave en el sector de los lanzamientos de satélites pequeños, un mercado en el que compite con iniciativas como la española PLD Space, que recientemente ha efectuado con éxito el primer vuelo de su cohete MIURA 1 desde Huelva y prepara el desarrollo del MIURA 5 para lanzamientos orbitales. Rocket Lab, con su cohete Electron —capaz de colocar cargas de hasta 300 kg en órbita baja—, ha demostrado una fiabilidad notable y se ha convertido en una opción preferente para misiones de demostración tecnológica y despliegue de satélites de pequeño tamaño.
La estrategia europea con LEO-PNT se inscribe en una tendencia global de diversificación y refuerzo de las infraestructuras críticas de navegación. Estados Unidos y China también han mostrado interés en explorar soluciones híbridas que combinen constelaciones MEO y LEO, conscientes de la creciente vulnerabilidad de los sistemas clásicos ante amenazas como la guerra electrónica o los efectos de tormentas solares. En este contexto, la ESA busca asegurar la autonomía estratégica europea en un campo esencial para la economía digital, la defensa y la gestión de infraestructuras.
Este paso adelante en la navegación satelital se produce en un momento de gran dinamismo en el sector espacial internacional. SpaceX, liderada por Elon Musk, sigue expandiendo su constelación de comunicaciones Starlink en órbita baja, mientras que Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, prepara su propio despliegue para competir en el mercado global de internet satelital. A su vez, Virgin Galactic impulsa los vuelos suborbitales tripulados y la NASA avanza en programas de exploración lunar y marciana, mientras que la búsqueda de exoplanetas habitables continúa desvelando nuevos mundos mediante telescopios espaciales como el James Webb.
Para Europa, la misión LEO-PNT es un hito que no solo refuerza su independencia tecnológica, sino que también abre la puerta a futuras constelaciones comerciales o gubernamentales en órbita baja. La experiencia acumulada en la gestión de Galileo, el sistema global de navegación europeo plenamente operativo desde 2016, dota a la ESA de un bagaje único para liderar la evolución de los servicios de posicionamiento por satélite en el siglo XXI.
El lanzamiento previsto para finales de 2025 será, por tanto, mucho más que una simple prueba tecnológica: marcará el inicio de una nueva era en la navegación y la sincronización global, con Europa como protagonista y con el horizonte puesto en ofrecer servicios más precisos, robustos y resilientes para los ciudadanos y las industrias del continente.
(Fuente: ESA)

 
							 
							