Éxito para el sistema Galileo: dos nuevos satélites refuerzan la autonomía europea

El pasado 17 de diciembre, el programa europeo de navegación por satélite Galileo alcanzó un nuevo hito con la puesta en órbita de dos satélites adicionales a bordo de un cohete Ariane 6, lanzado desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa. Este acontecimiento consolida aún más la independencia tecnológica y la resiliencia de Europa en el competitivo escenario global de la navegación por satélite, donde actores como Estados Unidos, Rusia y China llevan años desplegando sus propias constelaciones.
Galileo es la respuesta europea a sistemas como el GPS estadounidense, el GLONASS ruso y el Beidou chino. Desde su concepción a finales del siglo XX, Galileo ha buscado ofrecer servicios de posicionamiento y navegación de alta precisión bajo control civil, lo que contrasta con los sistemas precedentes, gestionados principalmente por organismos militares. Con este decimocuarto lanzamiento, la constelación Galileo cuenta ya con 28 satélites en órbita, acercándose a su objetivo de cobertura global y plena operatividad.
El lanzamiento se llevó a cabo utilizando el Ariane 6, el nuevo lanzador pesado desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la compañía ArianeGroup. Este cohete, sucesor del veterano Ariane 5, está diseñado para incrementar la capacidad de acceso autónomo al espacio por parte de Europa, permitiendo una mayor flexibilidad y reducción de costes. En esta ocasión, la misión se ejecutó con precisión, desplegando los satélites Galileo en una órbita media terrestre (MEO) a unos 23.200 kilómetros de altitud, una posición idónea para sus funciones de navegación global.
La constelación Galileo destaca por su precisión, ofreciendo servicios que superan en ciertos aspectos a otros sistemas globales. Gracias a la incorporación de relojes atómicos de rubidio y máser de hidrógeno pasivo, los satélites Galileo pueden garantizar una exactitud del orden de centímetros para usuarios profesionales y una localización de alta fiabilidad para el público general. Además, Galileo es el primer sistema que ofrece servicios de emergencia, permitiendo a los equipos de rescate localizar señales de socorro con mayor rapidez y exactitud.
El despliegue de estos dos nuevos satélites refuerza la robustez del sistema, asegurando la continuidad de los servicios en caso de fallos y facilitando el mantenimiento y actualización de la red en el futuro. Este avance es clave en un contexto internacional cada vez más dependiente de la navegación por satélite para sectores críticos como la aviación, el transporte marítimo, la logística o la gestión de infraestructuras energéticas.
Más allá de su relevancia tecnológica, Galileo representa un símbolo de la colaboración europea. El programa es fruto del esfuerzo conjunto de la Comisión Europea, la ESA y la Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (EUSPA). Desde el primer satélite lanzado en 2011, el sistema no ha dejado de crecer, ampliando tanto su cobertura como la cantidad de servicios ofrecidos. Actualmente, millones de dispositivos electrónicos —desde teléfonos móviles hasta sistemas de navegación para automóviles— ya incorporan receptores compatibles con Galileo, lo que multiplica exponencialmente su impacto cotidiano.
Mientras Europa consolida su soberanía en el espacio, otras potencias espaciales no permanecen ajenas a estos avances. Estados Unidos sigue expandiendo y modernizando la red GPS, mientras que China y Rusia continúan desplegando y actualizando sus respectivas constelaciones. En el sector privado, compañías como SpaceX y Blue Origin focalizan sus esfuerzos en el acceso y reutilización de lanzadores, con proyectos como Starlink que buscan revolucionar las comunicaciones globales mediante megaconstelaciones de satélites en baja órbita. Por su parte, la española PLD Space avanza en el desarrollo de lanzadores reutilizables como Miura 1 y Miura 5, con el objetivo de ofrecer servicios de lanzamiento económicos y flexibles desde territorio europeo.
En paralelo, la exploración de exoplanetas y el turismo espacial con firmas como Virgin Galactic siguen atrayendo la atención del público, mientras la NASA y la ESA cooperan en ambiciosas misiones de exploración planetaria y observación de la Tierra.
El éxito del lanzamiento de los satélites Galileo reafirma la apuesta de Europa por la autonomía espacial y su capacidad para competir en igualdad de condiciones con las principales potencias y empresas privadas del sector. Con cada nuevo avance tecnológico y cada lanzamiento exitoso, el continente se posiciona como un actor clave en el diseño del futuro espacial.
(Fuente: ESA)
