Hubble capta imágenes inéditas del cometa interestelar 3I/ATLAS en su travesía por el Sistema Solar

El telescopio espacial Hubble, fruto de la colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), ha vuelto a captar imágenes excepcionales de 3I/ATLAS, el tercer cometa interestelar jamás detectado atravesando nuestro Sistema Solar. En la noche del 30 de noviembre, el icónico observatorio orbital enfocó su potente cámara Wide Field Camera 3 (WFC3) hacia este visitante interestelar, que en ese momento se encontraba a aproximadamente 286 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia que equivale a casi el doble de la separación entre nuestro planeta y el Sol.
La peculiaridad de 3I/ATLAS radica en su origen: a diferencia de los cometas habituales, que se generan en los confines helados de nuestro propio Sistema Solar, este cuerpo celeste procede de fuera de nuestro vecindario estelar. Su denominación, precedida por el prefijo “3I”, lo identifica como el tercer objeto interestelar confirmado por los astrónomos, tras el famoso 1I/’Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.
El seguimiento de 3I/ATLAS por parte del Hubble no solo proporciona imágenes espectaculares, sino que también permite a la comunidad científica analizar la composición, la dinámica y el comportamiento de estos objetos que viajan a velocidades vertiginosas por el espacio interestelar. Durante la observación, el telescopio espacial siguió la trayectoria del cometa, lo que provocó que las estrellas de fondo aparecieran como estelas alargadas en la imagen final, un efecto visual que pone de manifiesto la rapidez con la que se desplaza este tipo de cuerpos celestes.
La detección y estudio de cometas interestelares representan una oportunidad única para los astrónomos. Estos visitantes traen consigo materiales y compuestos que se formaron en otras estrellas y sistemas planetarios, y su análisis puede arrojar luz sobre la formación y evolución de planetas y sistemas solares distintos al nuestro. Los datos obtenidos por el Hubble permitirán comparar la composición de 3I/ATLAS con la de otros cometas, tanto interestelares como originarios del cinturón de Kuiper y la nube de Oort, ayudando a descifrar si existen similitudes o marcadas diferencias entre los materiales primigenios de distintos lugares de la galaxia.
El telescopio Hubble, que desde su lanzamiento en 1990 ha revolucionado la astronomía moderna, ha sido protagonista en la observación de los anteriores cuerpos interestelares. En el caso de 2I/Borisov, sus imágenes permitieron identificar agua y monóxido de carbono en proporciones inusuales, sugiriendo que los procesos de formación de cometas pueden ser notablemente distintos en otros sistemas estelares. Ahora, las nuevas imágenes de 3I/ATLAS abren la puerta a estudios comparativos que, sin duda, enriquecerán nuestro conocimiento sobre la diversidad química y estructural de estos enigmáticos viajeros.
Mientras tanto, agencias y empresas del sector aeroespacial como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic siguen impulsando el desarrollo de tecnologías para la exploración y el acceso al espacio, centrando en ocasiones su atención en la observación y el estudio de cuerpos menores del Sistema Solar. Por su parte, la empresa española PLD Space avanza en el diseño de lanzadores reutilizables que, en un futuro próximo, podrían facilitar el envío de sondas especializadas para investigar de cerca estos objetos interestelares cuando cruzan la órbita terrestre.
El hallazgo y la monitorización de 3I/ATLAS también ponen de relieve la importancia de las redes internacionales de alerta temprana y de los sistemas automatizados de búsqueda, como el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) de Hawái, responsable del descubrimiento de este cometa. Gracias a estas herramientas, los astrónomos pueden identificar rápidamente nuevos objetos potencialmente interesantes y movilizar recursos de observación de primer nivel, como el Hubble o el recientemente lanzado telescopio espacial James Webb, para estudiarlos a fondo.
En paralelo, los avances en el campo de los exoplanetas siguen captando la atención del sector, con observatorios como el CHEOPS de la ESA y la misión TESS de la NASA detectando y caracterizando mundos lejanos que podrían compartir orígenes similares con los materiales transportados por cometas interestelares como 3I/ATLAS.
Así, la reobservación de 3I/ATLAS por el Hubble no solo enriquece el archivo de imágenes astronómicas, sino que constituye un hito en la investigación sobre la procedencia y la naturaleza de los objetos que deambulan entre las estrellas. Cada nueva detección y análisis nos acerca un poco más a comprender el mosaico cósmico en el que se inserta nuestro propio Sistema Solar.
(Fuente: ESA)
