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Curiosity avanza con éxito por el terreno fracturado de Mount Sharp en Marte

Curiosity avanza con éxito por el terreno fracturado de Mount Sharp en Marte

El rover Curiosity de la NASA sigue protagonizando avances significativos en la exploración del Monte Sharp, el imponente macizo central del cráter Gale, mientras profundiza en el estudio de los complejos terrenos fracturados conocidos como “boxwork”. Tras completar con éxito un desplazamiento de cinco metros —unos 16 pies—, el vehículo se encuentra ahora en una depresión natural del terreno, desde donde continuará su detallado análisis geológico en busca de pistas sobre la evolución pasada del planeta rojo.

La misión, que opera desde el año 2012, centra actualmente sus esfuerzos en una zona caracterizada por la presencia de estructuras rocosas poligonales y fracturas, cuya formación se atribuye a antiguos procesos de hidratación y erosión. El equipo científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, liderado en esta fase por Deborah Padgett, ha planificado una serie de tareas que incluyen el uso de los instrumentos de a bordo para examinar la composición química y mineralógica de estos fascinantes relieves.

Un laboratorio rodante en Marte

Curiosity, que pesa cerca de una tonelada y cuenta con seis ruedas motrices, está equipado con un completo laboratorio científico. Entre sus herramientas destacan el espectrómetro de rayos X (APXS), el láser ChemCam y la cámara MAHLI, que permiten analizar muestras de roca y polvo marciano con una precisión sin precedentes. El objetivo es reconstruir la historia climática y geológica de Marte, así como rastrear posibles ambientes pasados que pudieran haber sido favorables para la vida microbiana.

Durante la última semana, el rover ha explorado una serie de afloramientos rocosos dominados por la presencia de “boxwork”, una estructura que se forma cuando minerales resistentes —como la sílice o el sulfato de calcio— rellenan grietas en la roca madre, mientras que el material circundante, más blando, se erosiona con el tiempo. Este fenómeno, observado también en cuevas terrestres, ofrece valiosa información sobre los procesos de alteración y la presencia de agua en el pasado marciano.

Desafíos técnicos en la navegación

La conducción de Curiosity a través de este terreno escarpado y fragmentado no está exenta de riesgos. El equipo de planificación de rutas en la Tierra debe calcular con precisión cada maniobra para evitar daños en las ruedas y garantizar la estabilidad del rover. Las imágenes tomadas por las cámaras de navegación y prevención de peligros (Navcam y Hazcam) se transmiten a diario al JPL, donde los ingenieros evalúan la topografía y deciden los siguientes movimientos.

En esta ocasión, la estrategia ha sido avanzar en pequeños tramos, deteniéndose en puntos de interés científico que permitan maximizar la recogida de datos sin comprometer la seguridad del vehículo. El actual “alto en el camino” en una zona baja permitirá a Curiosity desplegar su brazo robótico para tomar muestras y realizar análisis in situ, antes de continuar el ascenso hacia zonas aún más altas del Monte Sharp.

El legado de la exploración marciana

La misión Curiosity forma parte de una larga tradición de exploradores robóticos que han ampliado nuestro conocimiento sobre Marte. Desde los primeros “landers” Viking en los años 70, hasta el Perseverance, activo desde 2021 en el cráter Jezero, la NASA ha liderado la vanguardia de la investigación planetaria. El estudio del Monte Sharp es crucial, ya que sus capas geológicas preservan un registro de miles de millones de años de historia marciana, incluyendo periodos en los que el agua líquida era abundante.

El éxito continuado de Curiosity ha inspirado a otras agencias y empresas privadas a apostar por la exploración del sistema solar. SpaceX, por ejemplo, avanza en el desarrollo de la nave Starship con el objetivo de transportar humanos y grandes cargas a Marte en la próxima década. Blue Origin, por su parte, ha presentado propuestas para infraestructuras lunares y misiones interplanetarias, mientras que iniciativas europeas como PLD Space impulsan el desarrollo de cohetes reutilizables desde España.

Un futuro marcado por la cooperación internacional

El estudio de los exoplanetas y la búsqueda de vida fuera del sistema solar también acaparan la atención de la comunidad científica. La NASA, junto a la Agencia Espacial Europea (ESA) y observatorios privados como Virgin Galactic, planea nuevas misiones para analizar atmósferas planetarias y detectar biomarcadores en mundos distantes. El avance de los rovers en Marte, junto con el desarrollo de nuevos lanzadores y telescopios espaciales, configura un panorama de colaboración global sin precedentes en la historia de la exploración espacial.

Cada pequeño avance de Curiosity es un recordatorio del ingenio humano y de la importancia de la ciencia en la comprensión de nuestro lugar en el universo. Mientras el rover continúa su meticuloso trabajo sobre el terreno fracturado del Monte Sharp, los datos que envía a la Tierra seguirán alimentando investigaciones que, algún día, podrían responder a la pregunta de si Marte albergó alguna vez vida.

(Fuente: NASA)