Space39a

Noticias del espacio

Space39a

Noticias del espacio

Nasa

Curiosity sortea terreno inestable y reanuda sus operaciones científicas en Marte

Curiosity sortea terreno inestable y reanuda sus operaciones científicas en Marte

El rover Curiosity de la NASA, que explora la superficie marciana desde agosto de 2012, enfrentó recientemente un desafío inesperado en su travesía por el cráter Gale. El pasado miércoles, los ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) detectaron que el vehículo se encontraba sobre un terreno potencialmente peligroso, compuesto por rocas inestables bajo sus ruedas. Esta situación obligó a suspender temporalmente el despliegue del brazo robótico del rover, una herramienta fundamental para el estudio detallado de los materiales geológicos de Marte.

El brazo robótico de Curiosity está equipado con varios instrumentos científicos, entre ellos el taladro que permite perforar rocas y recoger muestras para su análisis en los laboratorios internos del rover, como el SAM (Sample Analysis at Mars) y el CheMin (Chemistry and Mineralogy). Sin embargo, el uso de este brazo requiere que el vehículo esté perfectamente estable para evitar daños tanto a la maquinaria como al propio rover.

A pesar de las dificultades, el equipo de operaciones en la Tierra valoró positivamente el interés científico del enclave donde se detectaron las rocas inestables. Por ello, en lugar de abandonar la zona, se decidió invertir un sol marciano (equivalente a aproximadamente un día terrestre) en reposicionar cuidadosamente el rover sobre una superficie más segura pero próxima al objetivo original. Esta maniobra minuciosa permitió, finalmente, volver a desplegar el brazo robótico y reanudar la recogida de datos y muestras.

El incidente pone de relieve las complejidades inherentes a la exploración planetaria mediante vehículos autónomos. Marte, con su topografía accidentada y la presencia de regolito y rocas de diversa consistencia, obliga a los ingenieros a extremar la precaución en cada desplazamiento del rover. El más mínimo desliz podría dejar inutilizado un instrumento esencial o, en el peor de los casos, comprometer la misión completa.

Desde el inicio de su misión, Curiosity ha recorrido más de 30 kilómetros de superficie marciana y ha escalado más de 600 metros de altitud dentro del cráter Gale, explorando diferentes capas sedimentarias que cuentan la historia geológica del planeta rojo. Entre sus hitos más notables se encuentra la detección de moléculas orgánicas y la variabilidad estacional del metano en la atmósfera, hallazgos que han reavivado el debate científico sobre la posibilidad de vida pasada o presente en Marte.

Durante los últimos años, la NASA ha redoblado sus esfuerzos en la exploración marciana. Misiones como Perseverance, que aterrizó en febrero de 2021, o el helicóptero Ingenuity, han contribuido a ampliar nuestro conocimiento del planeta y a preparar el terreno para futuras misiones tripuladas. Paralelamente, la agencia espacial europea (ESA), en colaboración con Roscosmos, sigue adelante con el desarrollo de la misión ExoMars Rosalind Franklin, cuyo objetivo principal será la búsqueda de signos de vida pasada mediante un sofisticado taladro capaz de alcanzar los dos metros de profundidad.

En el ámbito privado, empresas como SpaceX continúan avanzando en su ambicioso programa Starship, que pretende llevar carga y, a medio plazo, humanos a la superficie marciana. Por su parte, Blue Origin avanza en el desarrollo de vehículos reutilizables y tecnologías asociadas, mientras que Virgin Galactic sigue perfeccionando sus vuelos suborbitales turísticos, abriendo la puerta a una nueva era de acceso al espacio.

El avance de la exploración exoplanetaria también es digno de mención. El telescopio espacial James Webb, lanzado en diciembre de 2021, ha comenzado ya a revelar datos cruciales sobre atmósferas de planetas fuera del Sistema Solar, contribuyendo de manera decisiva a la búsqueda de entornos habitables más allá de Marte.

En España, la empresa PLD Space continúa su desarrollo de lanzadores reutilizables como Miura 1 y Miura 5, consolidando el papel del sector privado nacional en la industria espacial europea. El éxito de sus recientes pruebas sitúa a España en la vanguardia de la nueva carrera espacial comercial.

El reciente episodio vivido por Curiosity pone de relieve la importancia de la cautela y la ingeniería de precisión en la exploración robótica, así como el valor de la persistencia y la adaptabilidad ante los desafíos que presenta la superficie marciana. Cada sol en Marte supone una oportunidad única para desvelar los secretos de nuestro vecino planetario y allanar el camino para las próximas generaciones de exploradores, humanos o robóticos.

(Fuente: NASA)