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El nuevo modelo MAGE de la NASA desvela los secretos de las tormentas solares y su impacto en la Tierra

El nuevo modelo MAGE de la NASA desvela los secretos de las tormentas solares y su impacto en la Tierra

El Centro de Tormentas Geoespaciales de la NASA (CGS) ha dado un paso revolucionario en la modelización del entorno espacial terrestre con el lanzamiento del modelo Multiscale Atmosphere-Geospace Environment (MAGE). Esta innovadora herramienta computacional, basada en el uso de superordenadores, integra datos de múltiples misiones de la NASA para simular, con un nivel de detalle sin precedentes, cómo responden las distintas regiones del entorno espacial de la Tierra —conocido como geoespacio— ante las perturbaciones solares.

Las tormentas solares y sus efectos: un reto histórico para la ciencia

Las tormentas solares, causadas por potentes erupciones en la superficie del Sol, pueden proyectar al espacio enormes cantidades de partículas y energía en forma de viento solar y eyecciones de masa coronal. Cuando estas perturbaciones alcanzan la Tierra, interactúan con el campo magnético terrestre y la atmósfera superior, desencadenando fenómenos como las auroras boreales, pero también poniendo en peligro satélites, redes eléctricas y sistemas de comunicaciones.

Históricamente, la predicción precisa de estos efectos ha sido un desafío debido a la gran complejidad y escala de los procesos físicos implicados. Hasta ahora, los modelos existentes analizaban diferentes capas y regiones del entorno terrestre —como la magnetosfera, la ionosfera o la atmósfera superior— de forma independiente, lo que limitaba la capacidad de anticipar las consecuencias de las tormentas solares de manera integral.

MAGE: un modelo integral para el entorno espacial terrestre

El modelo MAGE resuelve esta limitación al conectar, por primera vez en una única plataforma, diversas herramientas predictivas previamente desarrolladas para estudiar la magnetosfera, la corriente anular (ring current) y la atmósfera superior de la Tierra. Esto permite a los científicos observar cómo la energía y las partículas del Sol se propagan y transforman a través de todo el sistema geoespacial, desde los límites de la magnetosfera hasta las capas más altas de la atmósfera.

Gracias a la capacidad de los superordenadores, MAGE puede manejar el enorme volumen de datos generado por las misiones de observación espacial de la NASA y realizar simulaciones a escalas tanto globales como locales. El modelo reproduce la dinámica de la interacción solar-terrestre en tres dimensiones y en tiempo real, proporcionando una herramienta sin precedentes para comprender los mecanismos que gobiernan las tormentas geoespaciales.

Impacto tecnológico y científico del modelo MAGE

La puesta en marcha de MAGE supone un avance significativo en la vigilancia y predicción de los riesgos asociados a la meteorología espacial. Los responsables de satélites, operadores de redes eléctricas y compañías de telecomunicaciones podrán beneficiarse de predicciones más precisas sobre la llegada y el impacto de las tormentas solares. Además, el modelo facilitará el diseño de nuevas estrategias de protección para infraestructuras críticas y mejorará la planificación de misiones espaciales, tanto tripuladas como no tripuladas.

Desde el punto de vista científico, MAGE abre la puerta a nuevas investigaciones sobre los procesos fundamentales que rigen la interacción entre el Sol y la Tierra. Por ejemplo, permitirá estudiar en detalle cómo se desencadenan las auroras, cómo se producen las pérdidas de partículas en el cinturón de radiación y cómo se transfiere la energía desde la magnetosfera hasta la atmósfera.

Contexto internacional y colaboraciones futuras

El desarrollo de modelos integrales como MAGE se enmarca en un esfuerzo global por comprender y mitigar los efectos de la meteorología espacial. Agencias como la NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea) y la JAXA (Japón) colaboran de forma activa en la monitorización del Sol y la protección de la Tierra frente a fenómenos extremos. En los últimos años, la cooperación internacional ha dado lugar a misiones conjuntas como Solar Orbiter y Parker Solar Probe, que proporcionan datos fundamentales para alimentar modelos avanzados como el desarrollado por el CGS.

La tecnología de modelización espacial también interesa a empresas privadas. SpaceX, por ejemplo, ha sufrido pérdidas de satélites Starlink por tormentas solares inesperadas, lo que subraya la importancia de estas herramientas para la industria aeroespacial. Asimismo, compañías como Blue Origin y Virgin Galactic, involucradas en el turismo espacial y el lanzamiento de satélites, dependen de predicciones fiables para garantizar la seguridad de sus operaciones.

En España, la empresa PLD Space, pionera en lanzadores reutilizables, también está atenta a los avances en meteorología espacial, ya que las condiciones ambientales extremas pueden influir en la planificación y el éxito de sus lanzamientos desde la base de El Arenosillo en Huelva.

En conclusión, el lanzamiento del modelo MAGE por parte de la NASA marca un hito en la protección y comprensión del entorno espacial terrestre, consolidando la cooperación internacional y reforzando la seguridad de la infraestructura tecnológica de nuestro planeta. El futuro de la exploración espacial, tanto pública como privada, se apoya en herramientas como esta para afrontar los desafíos del imprevisible clima espacial. (Fuente: SpaceDaily)