El satélite NISAR despega para ofrecer imágenes tridimensionales sin precedentes de la Tierra

En un hito histórico para la observación terrestre, la NASA y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO, por sus siglas en inglés) han lanzado exitosamente el satélite NISAR (Radar de Apertura Sintética NASA-ISRO) desde el Centro Espacial Satish Dhawan en Sriharikota, Andhra Pradesh, India. Este ambicioso proyecto representa una colaboración pionera entre dos de las mayores agencias espaciales del mundo, cuyo objetivo es revolucionar el modo en que estudiamos nuestro planeta gracias a la incorporación de una tecnología radar sin precedentes.
El NISAR es el primer satélite radar de doble frecuencia del mundo, equipado tanto con un radar L-band desarrollado por la NASA, como un radar S-band proporcionado por ISRO. Esta configuración permite obtener imágenes tridimensionales de la superficie terrestre con una precisión y dinamismo nunca antes alcanzados. Su capacidad para capturar datos de la superficie de la Tierra, independientemente de las condiciones meteorológicas o de la luz solar, abre una nueva era en la monitorización de fenómenos como terremotos, deslizamientos de tierra, inundaciones, erosión costera y cambios en los glaciares.
El desarrollo del NISAR se inició hace más de una década, con la visión de crear una herramienta única para la ciencia ambiental global. Su lanzamiento marca un paso adelante en la cooperación internacional en el ámbito espacial, recordando otras colaboraciones históricas como la Estación Espacial Internacional (ISS) o el Telescopio Espacial James Webb, aunque con un enfoque específico en la monitorización de la Tierra.
Técnicamente, el satélite se apoya en el uso de la tecnología de radar de apertura sintética, que consiste en el envío de señales de microondas hacia la superficie terrestre y la posterior medición de las señales reflejadas para construir imágenes de alta resolución. La gran ventaja de este sistema es que permite observar la superficie terrestre incluso a través de nubes densas o durante la noche, algo que limita a los sensores ópticos tradicionales. Además, la combinación de las bandas L y S permite distinguir sutiles cambios en la vegetación, el suelo, el hielo y las masas de agua, lo que resulta fundamental para el estudio del cambio climático y la gestión de desastres naturales.
El satélite NISAR orbitará la Tierra a una altura de aproximadamente 747 kilómetros y completará una vuelta al planeta cada 12 días. En ese tiempo, será capaz de cartografiar la totalidad de la superficie terrestre con un nivel de detalle sin precedentes, generando alrededor de 85 terabytes de datos cada día. Estos datos serán accesibles para científicos de todo el mundo, lo que facilitará investigaciones multidisciplinares en campos como la agricultura, la silvicultura, la hidrología, la geología y la climatología.
Este lanzamiento se produce en un contexto de intensa actividad en el sector espacial internacional. Mientras empresas privadas como SpaceX continúan liderando el mercado de lanzamientos comerciales y la NASA avanza en su programa Artemis para regresar a la Luna, otras agencias y compañías como Blue Origin, Virgin Galactic y la española PLD Space exploran nuevas fronteras en el acceso al espacio y la exploración de exoplanetas.
En particular, el éxito del NISAR refuerza la posición de la India como actor clave en el escenario espacial global. Tras el éxito de la misión Chandrayaan-3, que logró un alunizaje controlado en el polo sur lunar, ISRO consolida su reputación como socio tecnológico de primer nivel. Por su parte, la NASA continúa impulsando la investigación científica y la cooperación internacional, apostando por satélites avanzados como NISAR para afrontar los retos medioambientales del siglo XXI.
El lanzamiento del NISAR también tiene implicaciones geopolíticas, ya que fortalece los lazos entre Estados Unidos e India en un momento de creciente rivalidad internacional en el espacio. Además, pone de manifiesto la importancia de las misiones conjuntas y la transferencia de conocimiento para afrontar desafíos globales como el cambio climático y la gestión sostenible del planeta.
En resumen, el satélite NISAR representa un salto tecnológico y científico que permitirá vigilar la Tierra con un nivel de detalle jamás alcanzado, contribuyendo de forma decisiva a la comprensión y protección de nuestro entorno. Su lanzamiento es una muestra del potencial de la colaboración internacional en la exploración espacial y abre la puerta a nuevas misiones conjuntas en el futuro.
(Fuente: NASA)

 
							 
							