Florida Power and Light suministrará electricidad al Centro Espacial Kennedy en un contrato de 70 millones

En un paso estratégico para garantizar el suministro energético de sus operaciones en Florida, la NASA ha adjudicado un importante contrato a la compañía Florida Power and Light (FPL), con sede en Juno Beach. Este acuerdo, valorado en aproximadamente 70 millones de dólares, asegurará el suministro y la distribución de electricidad al Centro Espacial Kennedy durante los próximos cinco años. El contrato, de precio fijo, incluye un periodo inicial de dos años a partir del mes de julio, con la posibilidad de ampliación a lo largo de tres años adicionales.
El Centro Espacial Kennedy (KSC), corazón de las operaciones de lanzamiento de la NASA desde la década de 1960, requiere un suministro eléctrico robusto, fiable y seguro para sus instalaciones y plataformas de lanzamiento. El enclave, situado en Merritt Island, es un complejo de alta demanda energética, pues alberga tanto los históricos lanzadores Saturno V del programa Apolo como las modernas plataformas de lanzamiento utilizadas actualmente por SpaceX y, en breve, por Blue Origin y otras compañías privadas.
Florida Power and Light, una de las mayores empresas de servicios públicos de Estados Unidos, será la encargada de la distribución y el mantenimiento de la red eléctrica, asegurando que las operaciones del KSC —incluidos los lanzamientos tripulados y de carga, así como las actividades de investigación— dispongan de la energía necesaria para funcionar con la máxima eficiencia y seguridad. El acuerdo abarca la gestión de las infraestructuras de distribución eléctrica, el mantenimiento preventivo y correctivo, y la respuesta ante posibles incidencias o emergencias que puedan comprometer la continuidad del servicio.
La dependencia de la NASA de un suministro eléctrico fiable es vital, especialmente en una época de crecimiento de la actividad espacial comercial en la Costa Espacial de Florida. En los últimos años, el KSC se ha transformado en un centro neurálgico donde confluyen los programas de la agencia estadounidense y los ambiciosos proyectos de empresas privadas como SpaceX, que opera desde la histórica plataforma 39A, y Blue Origin, que está ultimando su propia infraestructura de lanzamiento en las inmediaciones.
El contrato con FPL forma parte de una estrategia más amplia de modernización y refuerzo de las infraestructuras del KSC, alineada con el auge del tráfico espacial y la llegada de nuevos actores, como la española PLD Space, que recientemente ha realizado pruebas con su lanzador Miura en territorio europeo y aspira a participar en futuras campañas desde suelo estadounidense. El crecimiento del sector espacial privado ha multiplicado la demanda energética y la complejidad de la gestión de estos recursos en el centro.
El acuerdo también refleja la tendencia global de las agencias espaciales a colaborar estrechamente con proveedores privados para garantizar servicios esenciales, en vez de depender exclusivamente de recursos internos. Esta externalización permite a la NASA concentrarse en su misión científica y de exploración, delegando la gestión de infraestructuras críticas a empresas especializadas con experiencia y capacidad de inversión en nuevas tecnologías.
En cuanto a la vertiente técnica, el contrato especifica una prestación de servicio basada en estándares de alta fiabilidad, con sistemas de respaldo y redundancia para minimizar el riesgo de interrupciones, especialmente durante las ventanas de lanzamiento, cuando la demanda energética alcanza sus picos más altos. Además, FPL se compromete a trabajar en la mejora de la eficiencia energética del complejo, explorando soluciones sostenibles y la integración de fuentes renovables allí donde sea viable.
El Centro Espacial Kennedy no sólo es la puerta de salida de las misiones Artemis, con las que la NASA planea regresar a la Luna y, posteriormente, alcanzar Marte, sino también un punto de referencia para la investigación sobre exoplanetas, la observación de la Tierra y las colaboraciones internacionales con otras agencias, como la ESA, JAXA o Roscosmos. Mantener la operatividad de este nodo estratégico es fundamental para el éxito de la exploración espacial en las próximas décadas.
La adjudicación de este contrato se inscribe, por tanto, en el contexto de una transición hacia una gestión más eficiente y resiliente de los recursos en los centros espaciales, adaptándose al nuevo paradigma en el que conviven programas públicos y privados, y donde la energía eléctrica es uno de los bienes más críticos. Con este acuerdo, la NASA da un paso más para asegurar que el Centro Espacial Kennedy siga siendo un referente mundial en tecnología, innovación y exploración espacial.
(Fuente: NASA)

 
							 
							