Halloween científico: explorando Marte mientras la Tierra celebra

Mientras en la Tierra millones de niños se preparan para recorrer las calles disfrazados en la noche de Halloween, la exploración planetaria no se detiene ni siquiera un 31 de octubre. La profesora Susanne P. Schwenzer, reconocida experta en mineralogía planetaria de la Open University británica y miembro clave de la misión Mars Science Laboratory de la NASA, narra en su último blog cómo la planificación de las operaciones marcianas puede coincidir con la vida cotidiana y las tradiciones terrestres.
En el contexto de la misión Curiosity, la planificación diaria de actividades resulta esencial para optimizar cada jornada marciana, conocida como «sol». Desde su aterrizaje en el cráter Gale en agosto de 2012, el rover ha recorrido más de 30 kilómetros y ha escalado las faldas del monte Sharp, desentrañando la historia geológica y climática de Marte. Los científicos distribuidos por todo el mundo se coordinan a través de videoconferencias y sistemas de planificación remota, adaptándose a la diferencia horaria respecto al tiempo marciano, lo que a menudo significa trabajar en horarios inusuales.
Schwenzer relata cómo, por primera vez en varios años, ha podido terminar su jornada de planificación durante las horas de luz en el Reino Unido, lo que le permite participar en las festividades de Halloween junto a su familia. Esta anécdota pone de relieve la peculiar rutina de los investigadores planetarios: sus ritmos de trabajo se ven condicionados por el sol marciano y no necesariamente por el reloj terrestre. La coordinación internacional, en la que participan ingenieros y científicos de la NASA, la ESA y diversas universidades y centros de investigación, permite que Curiosity continúe su labor de manera ininterrumpida.
El trabajo del equipo de Curiosity se centra actualmente en la exploración de nuevas capas sedimentarias del monte Sharp, ricas en arcillas y sulfatos. El objetivo es reconstruir la evolución del antiguo entorno marciano, que en algún momento pudo albergar condiciones aptas para la vida. Los análisis realizados por instrumentos como CheMin y SAM, capaces de identificar minerales y moléculas orgánicas, han revolucionado nuestra comprensión del planeta rojo.
Mientras tanto, la exploración espacial privada sigue avanzando a un ritmo vertiginoso. SpaceX, la empresa fundada por Elon Musk, continúa con su programa Starship, cuyo objetivo es llevar astronautas a Marte en la próxima década. Tras los exitosos vuelos de prueba realizados en Boca Chica (Texas), SpaceX se prepara para demostraciones orbitales más ambiciosas. En paralelo, la NASA avanza en la preparación del programa Artemis, que prevé el regreso de astronautas a la superficie lunar como paso previo a misiones tripuladas a Marte. Artemis III, previsto para finales de esta década, contará con la colaboración de empresas privadas como SpaceX, responsable del módulo lunar HLS.
En el ámbito europeo, la empresa española PLD Space ha logrado recientemente un hito histórico con el exitoso lanzamiento de su cohete Miura 1 desde Huelva, marcando el primer vuelo suborbital privado realizado íntegramente en Europa occidental. Este avance sitúa a España en el mapa de la industria espacial comercial y allana el camino para el desarrollo del Miura 5, que aspira a colocar pequeños satélites en órbita baja a partir de 2025.
Por otro lado, Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, ha avanzado en el desarrollo del motor BE-4 para su lanzador New Glenn, que junto con los planes para vuelos turísticos suborbitales y futuros proyectos lunares, refuerza la competencia en el sector espacial privado estadounidense. Virgin Galactic, pionera del turismo espacial, ha intensificado la frecuencia de sus vuelos suborbitales, llevando a bordo a los primeros turistas civiles y ampliando la oferta comercial de experiencias espaciales.
En el campo de la investigación científica, el telescopio espacial James Webb, fruto de la colaboración entre la NASA, la ESA y la agencia canadiense CSA, ha revolucionado la búsqueda de exoplanetas y el estudio de atmósferas planetarias. Sus observaciones han permitido detectar componentes como vapor de agua, dióxido de carbono y metano en exoplanetas cercanos, lo que acerca a la humanidad a la posibilidad de identificar mundos potencialmente habitables más allá del sistema solar.
La exploración planetaria, tanto robótica como tripulada, se encuentra en una etapa de expansión inédita. Mientras los científicos de la NASA y otras agencias espaciales continúan desvelando los secretos de Marte, empresas privadas y consorcios internacionales preparan el terreno para una nueva era de descubrimientos y presencia humana fuera de la Tierra. Cada avance, ya sea un experimento mineralógico en Gale, un nuevo lanzamiento suborbital en Huelva o la identificación de un exoplaneta, nos acerca un poco más a comprender nuestro lugar en el cosmos.
Así, mientras la Tierra celebra Halloween con dulces y disfraces, la ciencia y la tecnología espacial siguen su curso, impulsando la curiosidad y el ingenio humano hacia nuevos mundos.
(Fuente: NASA)
