Hubble capta con precisión los intrincados brazos espirales de NGC 7456 en Grus

La NASA, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), ha publicado una nueva imagen obtenida por el Telescopio Espacial Hubble que pone el foco en la galaxia espiral NGC 7456, situada a más de 51 millones de años luz en la constelación de Grus, también conocida como la Grulla. Aunque a primera vista podría parecer una galaxia espiral más entre los miles de millones que pueblan el universo observable, NGC 7456 es un auténtico laboratorio cósmico repleto de detalles que arrojan luz sobre la evolución galáctica y los procesos de formación estelar.
La imagen, tomada con la excepcional resolución del Hubble, permite observar con gran nitidez los brazos espirales de la galaxia, ricos en regiones de formación estelar y cúmulos de jóvenes estrellas azules. El núcleo, más brillante y compacto, contrasta con los brazos donde el polvo y el gas interestelar dibujan complejos patrones que los astrónomos estudian para entender cómo se forman y evolucionan las galaxias de este tipo.
**NGC 7456: una galaxia espiral en el extremo sur celeste**
NGC 7456 fue descubierta en el siglo XIX por el astrónomo británico John Herschel, durante su estancia en Sudáfrica. Se encuentra en la constelación de Grus, una región del cielo visible principalmente desde el hemisferio sur y menos conocida por el público general en comparación con otras constelaciones más septentrionales. NGC 7456 se clasifica como una galaxia espiral barrada, lo que significa que posee una barra central de estrellas que actúa como mecanismo de transporte de gas hacia el núcleo, alimentando la formación de nuevas estrellas.
La observación detallada de galaxias como NGC 7456 es fundamental para comprender cómo las barras centrales influyen en la dinámica y la evolución de las galaxias espirales. Estudios recientes señalan que las barras pueden desencadenar episodios de intensa formación estelar en el centro galáctico y afectar la distribución del gas y las estrellas en toda la galaxia.
**El papel del Hubble en la exploración galáctica**
Desde su lanzamiento en 1990, el Telescopio Espacial Hubble ha revolucionado la astronomía gracias a su capacidad para captar imágenes en alta resolución sin la interferencia de la atmósfera terrestre. Instrumentos como la Wide Field Camera 3 y la Advanced Camera for Surveys permiten a los científicos analizar con detalle la estructura interna de galaxias lejanas, identificar cúmulos estelares y estudiar la composición química del gas interestelar.
En el caso de NGC 7456, el Hubble ha permitido detectar regiones de formación estelar activa, identificadas por el brillo azulado que emiten las estrellas jóvenes y masivas. Estas áreas resultan especialmente interesantes para los astrónomos, ya que en ellas se producen los procesos fundamentales que determinan la evolución a largo plazo de las galaxias.
**Nuevos horizontes en la exploración galáctica**
La observación de galaxias espirales como NGC 7456 resulta especialmente relevante en un momento en que la astronomía atraviesa una nueva era gracias al despliegue de telescopios de última generación. El Telescopio Espacial James Webb, operado por la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense, está ya ofreciendo imágenes aún más detalladas en el infrarrojo cercano y medio, permitiendo penetrar en las nubes de polvo que ocultan muchas regiones de formación estelar.
Además, misiones privadas y públicas como las de SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic están abriendo nuevas vías para el acceso al espacio, lo que podría acelerar el desarrollo de telescopios aún más potentes en la órbita baja terrestre o incluso en puntos más alejados del sistema solar. En España, la empresa PLD Space continúa avanzando en el desarrollo de lanzadores reutilizables, como el Miura 1 y próximamente el Miura 5, lo que podría facilitar el acceso a órbitas específicas para futuras misiones astronómicas.
En el ámbito de la búsqueda de exoplanetas, el telescopio espacial TESS de la NASA y el futuro PLATO de la ESA están proporcionando catálogos cada vez más extensos de mundos alrededor de otras estrellas, algunos situados en galaxias cercanas. La combinación de estas misiones y los datos proporcionados por telescopios como el Hubble y el James Webb permitirán en las próximas décadas avanzar en el conocimiento de la diversidad de galaxias y sistemas planetarios en el universo.
**Una mirada al futuro cósmico**
La imagen de NGC 7456 captada por el Hubble no solo es un ejemplo de la belleza del cosmos, sino también una herramienta valiosa para la ciencia. Los datos recopilados por la NASA y la ESA alimentan investigaciones que ayudan a descifrar los mecanismos que rigen la formación y evolución de las galaxias, así como el papel de los elementos químicos y la influencia de la materia oscura.
Mientras los avances tecnológicos continúan expandiendo nuestro alcance, cada nueva imagen del universo profundo nos acerca un poco más a responder las grandes preguntas sobre el origen y el destino de las galaxias, las estrellas y los planetas, incluidos aquellos que podrían albergar vida.
(Fuente: NASA)

 
							