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La colaboración entre Landsat y Sentinel-2 revoluciona la observación de la Tierra

La colaboración entre Landsat y Sentinel-2 revoluciona la observación de la Tierra

En 2025, el programa Harmonized Landsat and Sentinel-2 (HLS) alcanzó un hito fundamental al consolidarse como pilar clave en la observación óptica de la Tierra a resolución media. Esta iniciativa conjunta, liderada por la NASA en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), ha supuesto un antes y un después en la monitorización global de nuestro planeta, combinando lo mejor de dos de las misiones satelitales más avanzadas y fiables del siglo XXI.

El programa HLS nació con el objetivo de ofrecer datos homogéneos, frecuentes y precisos sobre la superficie terrestre mediante la integración de las capacidades de los satélites Landsat, desarrollados por Estados Unidos, y Sentinel-2, parte del programa Copernicus de la ESA. Si bien ambas constelaciones han operado de manera independiente durante años, la armonización de sus datos ha permitido multiplicar la frecuencia de observación, reducir las lagunas temporales y mejorar la calidad de las imágenes disponibles para científicos, gestores medioambientales y responsables de la toma de decisiones en todo el mundo.

Desde su puesta en marcha, el HLS se ha convertido en uno de los productos más descargados de la NASA, prueba del creciente interés y utilidad de la información que proporciona. La clave del éxito de esta iniciativa radica en la capacidad para ofrecer imágenes ópticas de resolución media, con una resolución espacial de 10 a 30 metros y una cobertura temporal de apenas tres a cinco días, una combinación sin precedentes hasta la fecha. Esto permite detectar cambios en tiempo casi real en la cubierta vegetal, la gestión del agua, los usos del suelo, la expansión urbana y la respuesta a desastres naturales, entre otros muchos ámbitos.

Landsat: pionero desde los años 70

El legado de Landsat es impresionante. Desde el lanzamiento de Landsat 1 en 1972, Estados Unidos ha mantenido una presencia constante en la observación de la Tierra mediante satélites ópticos de media resolución. A lo largo de las décadas, la serie Landsat ha evolucionado tecnológicamente, mejorando sensores, calibración y capacidad de almacenamiento, hasta llegar a Landsat 9, lanzado en 2021. Landsat ha proporcionado una visión ininterrumpida de la superficie terrestre durante más de medio siglo, convirtiéndose en una herramienta indispensable para la ciencia climática y la gestión ambiental.

Sentinel-2: la apuesta europea por el medio ambiente

Por su parte, Sentinel-2 forma parte del ambicioso programa Copernicus de la Unión Europea y la ESA, que busca garantizar la autosuficiencia europea en materia de observación de la Tierra. Los satélites Sentinel-2A y 2B, lanzados en 2015 y 2017 respectivamente, están equipados con sensores multiespectrales de alta resolución capaces de captar hasta 13 bandas espectrales, lo que facilita la discriminación de diferentes coberturas y condiciones superficiales. Su diseño, pensado para complementar y ampliar las capacidades de Landsat, los convierte en socios ideales para la armonización de datos.

Harmonización: un reto tecnológico

La integración de datos provenientes de sensores distintos ha supuesto un desafío técnico de primer orden. Equipos de científicos e ingenieros han trabajado intensamente para alinear las bandas espectrales, calibrar las diferencias en la geometría de las imágenes, corregir variaciones atmosféricas y garantizar que los productos finales sean comparables y consistentes en el tiempo y el espacio. El resultado es una base de datos armonizada que elimina las discontinuidades y permite realizar análisis temporales y espaciales con un nivel de detalle y fiabilidad inéditos hasta ahora.

Aplicaciones y futuro de la observación armonizada

La importancia del HLS se refleja en la diversidad de aplicaciones que ha habilitado. Desde el seguimiento de la deforestación en la Amazonía y los incendios forestales en Australia, hasta el monitoreo de cultivos agrícolas en el centro de la Península Ibérica, el control de la sequía en África o la gestión de recursos hídricos en California. Además, la respuesta a catástrofes naturales, como terremotos, inundaciones o erupciones volcánicas, se ha visto enormemente mejorada por la disponibilidad casi inmediata de imágenes de alta calidad.

El éxito de la iniciativa HLS ha servido de ejemplo para otras agencias espaciales y empresas privadas, marcando el camino hacia una observación de la Tierra cada vez más colaborativa y eficiente. Gigantes del sector como SpaceX, Blue Origin o Virgin Galactic, aunque centrados principalmente en el transporte espacial y el turismo suborbital, observan con interés el crecimiento del mercado de datos satelitales y la posibilidad de desarrollar nuevas plataformas de observación. A nivel nacional, empresas como PLD Space han comenzado a posicionarse en el sector de lanzadores ligeros, con vistas a facilitar el acceso al espacio para satélites de observación y otras cargas útiles.

El futuro de la observación armonizada pasa por incrementar aún más la resolución temporal y espacial, incorporar sensores hiperespectrales y térmicos, y facilitar el acceso abierto y gratuito a los datos. Todo ello contribuirá no solo a una mejor comprensión de los cambios que experimenta nuestro planeta, sino también a una gestión más sostenible y responsable de los recursos naturales.

El programa HLS se ha consolidado así como la piedra angular de la observación óptica global a media resolución, sentando las bases para una nueva era de cooperación internacional y ciencia abierta al servicio de la sociedad.

(Fuente: NASA)