La Estación Espacial Internacional captura una aurora austral única sobre el Índico

La tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS) ha fotografiado recientemente un fenómeno de gran belleza y relevancia científica: la aurora australis sobre el océano Índico. La imagen, tomada el 12 de junio de 2025 mientras el laboratorio orbital sobrevolaba a una altitud aproximada de 433 kilómetros, muestra la luminiscencia verdosa y rojiza de la aurora austral extendiéndose bajo un manto de nubes dispersas, entre las costas de Australia y la vasta extensión helada de la Antártida.
Las auroras, conocidas como boreales en el hemisferio norte y australes en el sur, son el resultado de complejas interacciones entre el viento solar y el campo magnético terrestre. Cuando partículas cargadas procedentes del Sol —principalmente electrones y protones— chocan con la magnetosfera de nuestro planeta, son guiadas hacia los polos magnéticos. Al interactuar con los átomos de oxígeno y nitrógeno en las capas superiores de la atmósfera, estas partículas excitan dichos átomos, que liberan energía en forma de luz visible al regresar a su estado fundamental. Este proceso da lugar a los impresionantes cortinajes de luz que han fascinado a la humanidad durante siglos.
La fotografía fue tomada por los astronautas utilizando cámaras digitales manuales a través de las ventanas de la cúpula de observación de la ISS. Esta cúpula, instalada en 2010, se ha convertido en un punto privilegiado para la observación y documentación de fenómenos terrestres, permitiendo a los tripulantes realizar imágenes panorámicas de alta resolución para el programa Crew Earth Observations, una iniciativa de la NASA que promueve la monitorización de la Tierra desde el espacio.
La importancia de estas observaciones trasciende lo puramente visual. Las auroras son indicadores clave de la actividad solar y de la dinámica de la magnetosfera terrestre. Durante periodos de intensa actividad solar, como las tormentas solares, las auroras pueden desplazarse hacia latitudes más bajas, afectando a sistemas de comunicación y navegación por satélite. Por ello, la monitorización constante desde la ISS proporciona datos valiosos para la predicción y mitigación de estos posibles impactos.
El fenómeno capturado el pasado 12 de junio coincide con un periodo de aumento de la actividad solar, ya que el ciclo solar 25 ha mostrado picos notables en los últimos meses. Estos ciclos, de aproximadamente 11 años de duración, determinan la frecuencia e intensidad de las auroras en ambos hemisferios. Instrumentos a bordo de la ISS, así como satélites de la NASA y la ESA, colaboran para estudiar estos eventos y comprender mejor su influencia en la atmósfera terrestre y en el entorno espacial cercano.
Por otra parte, el papel de la ISS como plataforma de observación de la Tierra sigue siendo fundamental, incluso en un contexto de creciente presencia de actores privados en el sector espacial. Empresas como SpaceX y Blue Origin, aunque centradas en el desarrollo de lanzadores reutilizables y vuelos suborbitales, están comenzando a mostrar interés en misiones científicas y de observación terrestre, anticipando una nueva era en la colaboración público-privada para la exploración y monitoreo espacial.
En España, el avance de la industria espacial se ve reflejado en iniciativas como las de PLD Space, la empresa de Elche que ha logrado importantes hitos en el desarrollo de cohetes reutilizables, como el Miura 1. Este tipo de proyectos sientan las bases para futuras misiones científicas y comerciales, abriendo la puerta a una mayor participación europea en la investigación de fenómenos como las auroras desde diferentes plataformas orbitales.
Mientras tanto, la exploración de exoplanetas y la búsqueda de vida más allá del sistema solar continúan siendo prioridades para agencias como la NASA y la ESA. Misión tras misión, telescopios espaciales como el James Webb y el futuro ARIEL europeo buscan comprender los procesos atmosféricos en otros mundos, procesos que, en muchos casos, tienen analogías directas con los fenómenos que observamos en la Tierra, como las auroras.
La espectacular imagen de la aurora australis tomada desde la ISS es un recordatorio visual de la compleja interacción entre nuestro planeta y el espacio que lo rodea, así como del papel crucial de la observación espacial en la comprensión de estos procesos. En un momento de renovado interés y actividad en la exploración espacial, tanto pública como privada, la documentación de estos eventos mantiene su importancia científica y cultural intacta.
(Fuente: NASA)

 
							 
							