La NASA impulsa diez nuevos proyectos de ciencia ciudadana para 2025

La NASA ha dado un paso más en su compromiso por acercar la investigación espacial a la sociedad al seleccionar diez nuevas propuestas de ciencia ciudadana que recibirán financiación en 2025. Este movimiento refuerza la tendencia de la agencia a integrar el trabajo de voluntarios, estudiantes y aficionados en sus programas científicos, permitiendo que el público participe activamente en descubrimientos que van desde la exploración de exoplanetas hasta el seguimiento del cambio climático en la Tierra.
La ciencia ciudadana es un modelo colaborativo que ha demostrado ser excepcionalmente valioso durante la última década. Iniciativas como Zooniverse, Galaxy Zoo y proyectos como Globe at Night han permitido que miles de voluntarios contribuyan al análisis de grandes volúmenes de datos, una tarea cada vez más necesaria en la era del big data espacial. La NASA, consciente del potencial de esta metodología, ha optado por financiar nuevas líneas de investigación que prometen abrir aún más el acceso a la ciencia espacial y a la investigación de frontera.
Las diez propuestas seleccionadas para 2025 cubren un espectro amplio de objetivos. Algunas de ellas están orientadas a crear plataformas y oportunidades inéditas para la participación pública. Por ejemplo, uno de los proyectos prevé el desarrollo de una aplicación que permitirá a los ciudadanos rastrear y reportar el brillo del cielo nocturno, contribuyendo así a estudios sobre la contaminación lumínica y su impacto en la observación astronómica. Otros proyectos se centran en la recopilación de datos sobre fenómenos meteorológicos extremos, donde la observación distribuida de miles de personas puede aportar información crucial para la modelización climática.
Además, varias de estas iniciativas se apoyan en los resultados y las bases de datos acumuladas por programas previos de ciencia ciudadana. En este sentido, la NASA también apuesta por el análisis avanzado de datos ya existentes, empleando inteligencia artificial y técnicas de machine learning para extraer nueva información a partir de registros generados por voluntarios en años anteriores. Este enfoque supone una optimización de recursos, ya que aprovecha al máximo la información recopilada en el pasado y maximiza el impacto científico de la inversión pública.
En el contexto internacional, la estrategia de la NASA coincide con la de otras agencias espaciales y empresas privadas, como SpaceX, Blue Origin o la europea PLD Space, que también han reconocido el valor de la colaboración ciudadana. SpaceX, por ejemplo, ha realizado campañas de observación colectiva para rastrear la reentrada de etapas de cohetes y su impacto en el medio ambiente. Blue Origin, por su parte, ha abierto concursos para que estudiantes propongan experimentos a bordo de sus vuelos suborbitales. Incluso Virgin Galactic ha explorado la posibilidad de llevar cargas experimentales propuestas por universidades y colectivos ciudadanos en sus vuelos comerciales al borde del espacio.
Especial interés despiertan los proyectos relacionados con la búsqueda y caracterización de exoplanetas, un campo que ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos años gracias a misiones como Kepler, TESS y James Webb. La participación ciudadana ha sido clave para identificar tránsitos planetarios en los datos de estos telescopios espaciales. Ahora, la NASA pretende ampliar estas oportunidades con nuevas herramientas y bases de datos abiertas, facilitando que cualquier persona con acceso a un ordenador pueda contribuir a la detección de nuevos mundos.
Cabe destacar que, si bien la mayoría de estas iniciativas están impulsadas por la NASA, varias de ellas cuentan con la colaboración de universidades, centros de investigación internacionales y organizaciones no lucrativas. Este enfoque multidisciplinar y global es fundamental para afrontar retos tan complejos como la exploración espacial y el estudio de la Tierra desde el espacio.
En paralelo, empresas como PLD Space en España han comenzado a integrar la ciencia ciudadana en sus planes de desarrollo. La compañía, que recientemente completó con éxito el lanzamiento de su cohete Miura 1, ha manifestado su interés en abrir futuras misiones a experimentos propuestos por la comunidad científica amateur, alineándose así con la tendencia internacional de democratización del acceso al espacio.
El anuncio de la NASA supone, en definitiva, un espaldarazo a la ciencia participativa y una invitación directa a la sociedad para que se involucre en los grandes retos de la exploración espacial. Gracias a la financiación de estos diez nuevos proyectos, se espera que en los próximos años surjan plataformas, aplicaciones y oportunidades inéditas para que cualquier persona, desde cualquier punto del planeta, pueda contribuir al avance del conocimiento científico.
La historia de la exploración espacial está marcada por la colaboración y la curiosidad colectiva. Ahora, con estas nuevas iniciativas, la NASA reafirma su apuesta por un modelo de ciencia abierta e inclusiva, en el que la frontera entre profesionales y aficionados se difumina en favor del progreso común. El futuro de la investigación espacial será, más que nunca, una tarea de todos.
(Fuente: NASA)
