La NASA restablece el contacto con uno de los satélites TRACERS tras semanas de incertidumbre

El sector espacial internacional ha vivido días de suspense tras la reciente misión de lanzamiento de los satélites TRACERS (Tandem Reconnection and Cusp Electrodynamics Reconnaissance Satellites) de la NASA. Una de las dos naves, puesta en órbita en julio de este año, había permanecido en silencio desde poco después de su despliegue, generando preocupación en la comunidad científica por el posible fracaso de una misión clave para el estudio de las interacciones entre el viento solar y el campo magnético terrestre. Sin embargo, la agencia estadounidense ha anunciado que, tras intensos esfuerzos, ha conseguido restablecer la comunicación con uno de los satélites, abriendo así una ventana de esperanza para el éxito de la misión.
Un lanzamiento con desafíos
Los TRACERS fueron lanzados el pasado mes de julio desde la base de lanzamiento de la NASA en Wallops Island, Virginia, a bordo de un cohete Firefly Alpha, como parte de una misión compartida. El propósito fundamental de estos gemelos orbitales es investigar con precisión cómo las partículas del viento solar interactúan con la magnetosfera terrestre, en especial en la región conocida como “cúspide”, un área cerca de los polos magnéticos donde el campo magnético de la Tierra es más débil.
Esta misión es pionera en el uso de dos satélites idénticos volando en formación, lo que permite observar simultáneamente distintos puntos de la magnetosfera y comparar los datos recogidos. La información obtenida será crucial para entender mejor los procesos de reconexión magnética, responsables en parte de fenómenos como las auroras boreales y australes, y que pueden tener efectos directos en las comunicaciones y redes eléctricas terrestres.
Sin embargo, poco después de la separación de los satélites, uno de los TRACERS dejó de responder a los comandos de la NASA. El equipo de operaciones de la misión se enfrentó a un complejo reto técnico: no solo había que diagnosticar el origen del problema a millones de kilómetros de distancia, sino también intentar restablecer el enlace de comunicaciones sin poner en riesgo los sistemas de a bordo.
El restablecimiento del contacto: un logro técnico
Según explicó la NASA, el equipo de control de la misión recurrió a una serie de procedimientos de contingencia, entre ellos el envío de comandos redundantes y la utilización de diferentes frecuencias de radio. Finalmente, después de semanas de intentos, lograron establecer de nuevo comunicación unidireccional con el satélite afectado. El logro se considera un hito en la gestión de misiones espaciales, dado que la ventana temporal para recuperar contacto era limitada debido a la posición orbital de los satélites y las restricciones energéticas.
Actualmente, los ingenieros analizan la telemetría recibida para determinar el estado de los sistemas y la viabilidad de que el satélite retome completamente sus operaciones científicas. Mientras tanto, el segundo satélite TRACERS ha funcionado dentro de los parámetros previstos y ya ha comenzado a enviar datos iniciales sobre el entorno espacial cercano a la Tierra.
El contexto internacional de la exploración espacial
El éxito parcial de la misión TRACERS se suma a un verano especialmente activo en el ámbito espacial. SpaceX ha continuado batiendo récords de lanzamientos, poniendo en órbita decenas de satélites Starlink y transportando carga a la Estación Espacial Internacional (ISS). Blue Origin, por su parte, ha anunciado avances en el desarrollo de su cohete New Glenn, mientras que Virgin Galactic ha realizado nuevos vuelos suborbitales turísticos, consolidando la naciente industria del turismo espacial.
En Europa, la empresa española PLD Space ha realizado con éxito el vuelo inaugural de su cohete Miura 1, marcando un antes y un después para la industria aeroespacial nacional y atrayendo la atención de la Agencia Espacial Europea (ESA). Estos avances reflejan el auge de las empresas privadas en un sector tradicionalmente dominado por agencias estatales.
Asimismo, la exploración de exoplanetas continúa a buen ritmo. El telescopio James Webb de la NASA, junto con sus homólogos europeos y japoneses, ha identificado recientemente varios planetas potencialmente habitables en sistemas estelares cercanos, ampliando el horizonte de la astrobiología y la búsqueda de vida fuera del sistema solar.
Perspectivas de futuro
La recuperación del contacto con uno de los satélites TRACERS subraya tanto los riesgos inherentes como la capacidad de superación técnica de las agencias espaciales frente a los desafíos del espacio profundo. La experiencia acumulada en este tipo de misiones contribuirá a perfeccionar futuras expediciones y a mejorar la robustez de los sistemas de comunicaciones y control. Mientras el sector avanza hacia la colaboración entre público y privado, el éxito de proyectos como TRACERS refuerza la importancia de la ciencia básica para comprender el entorno espacial y proteger nuestras infraestructuras tecnológicas.
En definitiva, la misión TRACERS sigue adelante, y la ciencia espacial internacional aguarda expectante los datos que podrán arrojar luz sobre uno de los procesos más dinámicos y complejos de nuestro planeta. El espacio, una vez más, demuestra ser un desafío formidable y una fuente inagotable de conocimiento.
(Fuente: SpaceNews)

 
							 
							