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Momentus se adjudica dos contratos clave de la NASA para probar tecnología espacial a bordo de Vigoride

Momentus se adjudica dos contratos clave de la NASA para probar tecnología espacial a bordo de Vigoride

La empresa estadounidense Momentus, especializada en servicios de transporte y logística espacial, ha anunciado la firma de dos contratos con la NASA para llevar a cabo ensayos de tecnologías avanzadas a bordo de su plataforma Vigoride. Este acuerdo supone un paso relevante en la cooperación entre el sector público y privado para el desarrollo de nuevas capacidades espaciales, especialmente en los campos de la manufactura en órbita y la propulsión de próxima generación.

La importancia creciente de la manufactura en órbita

Uno de los contratos prevé el transporte y despliegue de un experimento de manufactura en el espacio. La fabricación in situ es uno de los ámbitos de mayor interés para la NASA y otras agencias, dado su potencial para revolucionar la exploración y el uso de recursos fuera de la Tierra. Poder producir componentes, herramientas o incluso estructuras enteras en microgravedad reducirá la dependencia de los costosos lanzamientos desde la superficie y permitirá operaciones más flexibles y sostenibles en estaciones espaciales, futuras bases lunares e incluso misiones a Marte.

Momentus, fundada en 2017, se ha convertido en un actor destacado en la denominada “última milla” del transporte espacial, ofreciendo soluciones para colocar satélites y cargas útiles en órbitas precisas tras el lanzamiento inicial. Su nave Vigoride, basada en una arquitectura modular y propulsada por motores de efecto Hall alimentados por agua, se posiciona como una plataforma ideal para ensayos de tecnologías emergentes.

Propulsión avanzada: la clave para el futuro de la exploración

El segundo contrato firmado con la NASA implica el vuelo de un sistema de propulsión de nueva generación. La mejora en los sistemas de propulsión es esencial para abordar los retos de las misiones más allá de la órbita baja terrestre, donde las soluciones químicas tradicionales presentan limitaciones en cuanto a eficiencia y capacidad de maniobra. Tecnologías como la propulsión eléctrica, la propulsión por efecto Hall o innovaciones basadas en nuevos materiales y combustibles están llamadas a marcar el futuro del sector.

La NASA, consciente de esta necesidad, invierte activamente en la validación de estos sistemas en entornos reales. La colaboración con empresas como Momentus permite acelerar el ciclo de desarrollo, facilitando el acceso al espacio para demostraciones tecnológicas a costes significativamente inferiores a los modelos tradicionales.

Un contexto de intensa competencia e innovación

El anuncio de Momentus llega en un momento de profunda transformación en la industria espacial, impulsada por la irrupción de nuevos actores como SpaceX, Blue Origin, Virgin Galactic y, en España, la prometedora PLD Space. SpaceX continúa acaparando titulares con su programa Starship, que promete multiplicar la capacidad de carga y reducir radicalmente el coste por kilogramo en órbita, mientras que Blue Origin avanza en el desarrollo de sus vehículos New Glenn y el módulo lunar Blue Moon, con el objetivo de participar en el programa Artemis de la NASA para el regreso a la Luna.

Por su parte, Virgin Galactic sigue apostando por el turismo suborbital y la experimentación en microgravedad, y PLD Space, desde Elche, se prepara para el lanzamiento inaugural de su cohete Miura 1, lo que convertiría a España en uno de los pocos países europeos con capacidad de acceso propio al espacio.

La colaboración público-privada se consolida como motor del progreso espacial

La firma de estos contratos por parte de la NASA ilustra una tendencia global en la que las agencias espaciales optan por externalizar parte de sus necesidades tecnológicas y logísticas a empresas privadas, fomentando así la innovación y reduciendo los plazos de desarrollo. La experiencia de SpaceX con los programas de servicios comerciales de carga y tripulación para la Estación Espacial Internacional (ISS), así como los primeros contratos de transporte lunar firmados con empresas privadas, han demostrado la viabilidad y eficacia de este modelo.

En el ámbito de la exploración científica, la búsqueda y caracterización de exoplanetas sigue siendo una prioridad. La colaboración entre la NASA, la ESA y otras agencias, junto con empresas privadas, ha permitido descubrir miles de mundos fuera del Sistema Solar y estudiar sus atmósferas, sentando las bases para la futura detección de signos de vida más allá de la Tierra.

Una industria en auge y con retos por delante

A pesar del optimismo y el dinamismo del sector, la industria espacial aún enfrenta grandes desafíos, como la sostenibilidad del entorno orbital, la reducción de costes y la mejora de la fiabilidad de los lanzamientos y operaciones en órbita. Proyectos como los liderados por Momentus son esenciales para validar nuevas tecnologías y abrir el camino a misiones cada vez más ambiciosas, desde la minería de asteroides hasta la colonización de la Luna y Marte.

El éxito de estos vuelos de demostración será determinante para consolidar las capacidades de manufactura y propulsión avanzadas que definirán la próxima era de la exploración espacial. Con iniciativas como la de Momentus, el sector avanza hacia un futuro en el que el espacio será cada vez más accesible, versátil y sostenible.

(Fuente: SpaceNews)