Pequeñas galaxias: las grandes protagonistas de la transformación del universo temprano

Un equipo internacional de astrónomos ha conseguido arrojar nueva luz sobre una de las etapas más enigmáticas del cosmos gracias a los datos del telescopio espacial James Webb (JWST), de la NASA. Su investigación ha revelado la existencia de decenas de pequeñas galaxias que, pese a su modesta masa y tamaño, desempeñaron un papel fundamental en la llamada *época de la reionización*, el periodo que transformó el universo primitivo en el vasto espacio repleto de estructuras complejas que conocemos hoy.
La era de la reionización, que tuvo lugar entre 400 y 900 millones de años después del Big Bang, es un capítulo crítico en la evolución cósmica. Durante este intervalo, el hidrógeno neutro que llenaba el universo fue ionizándose poco a poco, volviéndose transparente a la luz ultravioleta. Este proceso permitió que la radiación viajase libremente y, en última instancia, propició la formación de galaxias, estrellas y planetas.
Hasta hace poco, la comunidad científica mantenía dudas sobre qué tipos de objetos fueron los principales responsables de esta transformación. Si bien se sospechaba que las galaxias jóvenes y activas debieron ser cruciales, la falta de observaciones detalladas de estos lejanos sistemas dificultaba el esclarecimiento del misterio. Ahora, el poder del JWST, con su capacidad para captar luz infrarroja emitida hace más de 13.000 millones de años, ha permitido identificar a pequeños cúmulos galácticos cuya contribución a la reionización ha resultado ser mucho mayor de lo esperado.
Según Isak Wold, investigador principal del estudio, “estas pequeñas galaxias generan una cantidad desproporcionada de luz ultravioleta en relación a su masa”, lo que las convierte en auténticos motores de cambio cósmico. El equipo ha analizado docenas de estos objetos, caracterizándolos por su baja masa, alta tasa de formación estelar y notable emisión ultravioleta. Estas condiciones son exactamente las necesarias para liberar fotones energéticos capaces de ionizar el hidrógeno circundante.
El hallazgo, publicado en revistas especializadas, tiene importantes implicaciones para la comprensión de la historia cósmica. No solo confirma que las galaxias enanas fueron determinantes durante la reionización, sino que también sugiere que la formación de estructuras complejas en el universo pudo haber comenzado antes de lo que se pensaba. Además, los resultados servirán de guía para futuras observaciones y simulaciones, ayudando a descifrar la evolución de las primeras galaxias y la aparición de los primeros planetas y, potencialmente, de la vida.
Esta investigación ejemplifica cómo la nueva generación de telescopios espaciales, liderados por el JWST, está revolucionando la astrofísica. El telescopio, lanzado en diciembre de 2021 por un Ariane 5 de la ESA desde la Guayana Francesa, es el mayor y más avanzado jamás construido. Sus observaciones ya han permitido la detección de atmósferas en exoplanetas, la identificación de agujeros negros primordiales y la caracterización de galaxias formadas poco después del Big Bang.
En paralelo, otras agencias espaciales y empresas privadas continúan impulsando el progreso científico y tecnológico. SpaceX, por ejemplo, sigue desarrollando la nave Starship para misiones tripuladas a Marte y la Luna, mientras que Blue Origin avanza en su lanzador New Glenn y Virgin Galactic prosigue con vuelos turísticos suborbitales. En el ámbito europeo, la empresa española PLD Space ha logrado recientemente el primer lanzamiento exitoso de su cohete MIURA 1 desde Huelva, abriendo una nueva etapa para la industria espacial nacional.
La cooperación internacional y la apuesta por nuevos instrumentos, tanto públicos como privados, están acelerando el descubrimiento de exoplanetas potencialmente habitables y de las claves para entender nuestro lugar en el cosmos. La era dorada de la exploración espacial coincide así con una revolución en el conocimiento del universo primitivo, donde pequeñas galaxias, aparentemente insignificantes, se revelan como auténticos arquitectos del universo actual.
El futuro próximo promete nuevos y sorprendentes hallazgos, a medida que los telescopios espaciales Webb, Hubble y los futuros Roman y Euclid, junto con las misiones de SpaceX, Blue Origin, Virgin Galactic y PLD Space, sigan desvelando los secretos del origen y evolución del cosmos.
(Fuente: NASA)

 
							