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Perseverance descubre cómo el viento sigue dando forma a la superficie marciana

Perseverance descubre cómo el viento sigue dando forma a la superficie marciana

El planeta rojo esconde en su superficie las huellas de un pasado geológico turbulento, pero también muestra en sus arenas el testimonio de un presente en continua transformación. En las últimas semanas, el rover Perseverance de la NASA ha centrado sus investigaciones en unas peculiares formaciones conocidas como megarizaduras (megaripples), que se extienden a través del cráter Jezero y que permiten a los científicos comprender cómo los vientos marcianos siguen modelando el paisaje día tras día.

Tras concluir un detallado análisis en la zona de contacto entre dos unidades geológicas diferenciadas, Perseverance se trasladó a un campo de megarizaduras inactivas. Estas estructuras, similares a las dunas pero de menor tamaño y con una morfología única, se forman por la acción persistente de los vientos que soplan sobre la fina arena marciana. A diferencia de las dunas activas, que continúan desplazándose a lo largo del tiempo, las megarizaduras investigadas por el rover parecen haberse estabilizado, lo que ofrece una oportunidad inigualable para estudiar la interacción entre los procesos atmosféricos actuales y el registro geológico del pasado marciano.

**Una ventana al clima marciano**

El análisis de las megarizaduras es crucial para desentrañar la historia climática de Marte. Los científicos de la NASA, apoyados por equipos de universidades como Purdue, buscan pistas sobre la intensidad, dirección y variabilidad de los vientos marcianos a lo largo de millones de años. Perseverance, equipado con sus avanzados instrumentos de imagen y espectroscopía, ha capturado detalladas panorámicas y datos químicos de la superficie de estas formaciones, permitiendo comparar su composición con la de otras regiones del cráter.

Los resultados preliminares sugieren que las megarizaduras se formaron en una época en la que el viento era considerablemente más intenso que en la actualidad, capaz de movilizar partículas de mayor tamaño y de crear patrones complejos en el regolito marciano. Además, el estudio de las capas internas expuestas por la erosión ofrece información sobre antiguas condiciones ambientales, incluyendo periodos de mayor humedad o actividad volcánica.

**Tecnología pionera para un planeta hostil**

El trabajo de Perseverance representa un hito en la exploración robótica interplanetaria. El rover, lanzado en 2020 y aterrizado con éxito en febrero de 2021, lleva a bordo instrumentos de última generación como SuperCam, PIXL y SHERLOC, que permiten realizar análisis espectrales y químicos in situ con una precisión sin precedentes. Gracias a su brazo robótico, Perseverance puede tomar muestras superficiales y examinar con detalle las texturas y estructuras de las megarizaduras.

Este tipo de investigaciones no sólo amplía nuestro conocimiento sobre la geología marciana, sino que también es esencial para futuras misiones tripuladas. Comprender la dinámica actual de la atmósfera marciana y la estabilidad de los sedimentos superficiales ayudará a planificar el aterrizaje de naves, el despliegue de infraestructuras y la protección de equipos frente al polvo y las tormentas de arena, uno de los principales retos de la exploración humana de Marte.

**Perspectiva histórica y colaboración internacional**

El estudio de las megarizaduras por parte de Perseverance se suma a décadas de investigaciones previas realizadas por misiones como Viking, Pathfinder, Spirit, Opportunity y Curiosity. Cada una de estas misiones ha aportado datos valiosos sobre la atmósfera, el clima y la geología marciana, permitiendo construir un relato cada vez más detallado sobre la evolución del planeta rojo.

La colaboración entre agencias espaciales y empresas privadas también está siendo fundamental. Mientras la NASA lidera el análisis científico, compañías como SpaceX continúan avanzando en el desarrollo de vehículos para llevar humanos a Marte en la próxima década. Por su parte, Blue Origin y Virgin Galactic siguen apostando por la democratización del acceso al espacio, mientras que la española PLD Space ha realizado con éxito pruebas de cohetes reutilizables, abriendo la puerta a una nueva generación de lanzadores europeos.

Por otro lado, los recientes hallazgos sobre exoplanetas y atmósferas en sistemas estelares cercanos, promovidos por misiones como TESS y el telescopio James Webb, subrayan la importancia de comprender cómo los procesos planetarios, como los observados en Marte, pueden darse en otros mundos.

**Un futuro impulsado por el conocimiento**

El trabajo de Perseverance en las megarizaduras de Jezero es un ejemplo de cómo la exploración planetaria, combinando tecnología puntera y colaboración internacional, nos acerca cada vez más al objetivo de comprender el pasado y el presente de Marte. Estos avances no sólo allanan el camino para la futura presencia humana en el planeta rojo, sino que también amplían nuestra perspectiva sobre la diversidad y complejidad de los procesos geológicos en el Sistema Solar.

El legado de Perseverance y de las misiones que le precedieron será clave para las próximas generaciones de exploradores, que seguirán desentrañando los secretos de Marte y de los mundos que esperan más allá. (Fuente: NASA)