Perseverance revela secretos de antiguos “megabloques” en el cráter Jezero de Marte

En un nuevo hito para la exploración marciana, el rover Perseverance de la NASA ha realizado en los últimos días una compleja operación científica en el borde del cráter Jezero, uno de los enclaves más fascinantes de Marte. El vehículo ha desgastado —o “abrasionado”— dos rocas de composición y aspecto radicalmente diferentes en una misma semana, abriendo una ventana inédita al pasado geológico del planeta rojo.
La maniobra ha tenido lugar en una zona conocida como Vernodden, situada en la periferia del cráter Jezero, donde los científicos sospechan que existen “megabloques”: enormes fragmentos de corteza marciana que podrían proceder de períodos primigenios del planeta. La importancia de estos megabloques radica en que encapsulan materiales muy antiguos, potencialmente formados durante los primeros días de la historia marciana y, por tanto, pueden contener respuestas clave sobre la evolución del planeta y la posible existencia pasada de condiciones habitables.
Perseverance, que aterrizó en Marte en febrero de 2021, está equipado con un sistema de abrasión avanzado que le permite raspar la superficie exterior de las rocas para exponer su interior prístino. Esta técnica es esencial, ya que la exposición prolongada a la atmósfera marciana puede alterar la capa superficial de los materiales, enmascarando así sus verdaderos orígenes y composición. Al acceder a la roca “fresca”, el equipo científico puede obtener datos más fiables sobre los procesos que han dado forma al terreno marciano.
El primer objetivo de la semana fue una roca de estructura compacta y tonalidad oscura, mientras que el segundo ejemplar presentaba una textura más porosa y un color claramente más claro. Ambas fueron seleccionadas tras un minucioso análisis de imágenes y datos espectroscópicos obtenidos por los instrumentos Mastcam-Z y SuperCam, que permiten identificar diferencias mineralógicas y estructurales a distancia.
Una vez identificados los puntos de interés, Perseverance empleó su taladro abrasivo para eliminar la capa superficial. Posteriormente, sus instrumentos científicos —entre ellos, PIXL (un espectrómetro de fluorescencia de rayos X) y SHERLOC (un espectrómetro Raman)— realizaron análisis detallados de la mineralogía y la química de los lugares expuestos. Estas mediciones buscan determinar si los megabloques contienen minerales formados en presencia de agua, lo que sería un fuerte indicio de que la región albergó ambientes habitables en el pasado remoto de Marte.
Los resultados preliminares confirman que las dos rocas presentan composiciones muy distintas, lo que respalda la hipótesis de que el cráter Jezero es una especie de “mosaico geológico” formado por materiales provenientes de diferentes partes de la corteza marciana. Esta diversidad refuerza el interés de la misión, ya que aumenta las probabilidades de encontrar señales de procesos geológicos y climáticos variados, e incluso posibles huellas de vida pasada.
La campaña científica en Vernodden es parte del objetivo más ambicioso de Perseverance: recolectar y almacenar muestras de roca y regolito que, en un futuro, serán traídas a la Tierra en una misión conjunta de NASA y ESA (Agencia Espacial Europea). Este retorno de muestras, previsto para finales de la década, permitirá a los científicos realizar análisis con equipos mucho más sofisticados que los disponibles en Marte, abriendo la puerta a descubrimientos revolucionarios sobre la historia del planeta rojo.
El trabajo de Perseverance se inscribe en un contexto global de creciente interés por la exploración planetaria. Mientras la NASA avanza en sus misiones marcianas y el desarrollo de Artemis para retornar a la Luna, empresas privadas como SpaceX continúan sus ensayos con el cohete Starship, diseñado para misiones tripuladas a Marte y más allá. Blue Origin, por su parte, ha anunciado nuevos contratos para desarrollar sistemas de aterrizaje lunar, mientras que la empresa española PLD Space ha logrado este año el primer vuelo exitoso de un cohete suborbital privado desde Europa, marcando un hito para la industria espacial del continente. Virgin Galactic sigue impulsando el turismo espacial, y la búsqueda de exoplanetas por parte de telescopios como TESS y CHEOPS no deja de ofrecer nuevas sorpresas sobre la diversidad de mundos en nuestra galaxia.
En este panorama, cada avance de Perseverance en Marte no solo incrementa nuestro conocimiento del planeta vecino, sino que también inspira a una nueva generación de científicos e ingenieros a soñar con los próximos pasos de la humanidad en la exploración del cosmos. Con cada roca analizada y cada dato enviado, nos acercamos un poco más a desvelar los misterios de Marte y, tal vez, a responder la eterna pregunta de si alguna vez albergó vida.
(Fuente: NASA)
